Ciencia y tecnología agrícolas socialistas del siglo
XXI
Pedro Raúl Solórzano Peraza
Septiembre 2017
Recientemente
han aparecido tres informaciones relativas a la agricultura nacional, las
cuales manifiestan una vez más la ignorancia del gobierno socialista del siglo
XXI en esta materia.
Comencemos por
el aviso del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil, INAC, de su intención de
prohibir las aspersiones aéreas sobre los cultivos. Posiblemente se deba a que
creen que la deriva de estos productos agroquímicos puede causar daños a fincas
vecinas, o a poblaciones cercanas, o a personas en tránsito por las vías
agrícolas. Esto pudiera ocurrir con una probabilidad muy baja, ya que las
aspersiones aéreas se realizan cuando hay poco viento y la deriva no va más
allá de los campos que están siendo tratados. Pudiera reglamentarse esta
situación y que sea de estricto cumplimiento. Puede ser que consideran que los
productos aplicados causan terribles daños al ambiente y a las personas, lo
cual es muy poco probable si se utilizan las dosis correctas según los
fabricantes. Puede ser que creen que el uso de aviones para aspersiones es una
novelería y que puede ser sustituido por tractores, bestias o trabajadores del
campo.
Señores del
gobierno, hay cultivos y ocasiones en los cuales la aspersión aérea es
absolutamente necesaria para salvar una cosecha, o para aplicar prácticas
agronómicas o correctivos para mejorar los rendimientos. En vista de esos
absurdos, quizás la verdadera razón para intentar prohibir las aspersiones
aéreas, sea que creen que con esas aeronaves utilizadas para aplicar
agroquímicos, se pueden bombardear sitios estratégicos del gobierno tales como
Miraflores y las instalaciones militares.
La siguiente
noticia se refiere a una declaración del militar que está al frente del sector
agrícola oficial, quien señaló: “en realidad solo se necesitan dos sacos de
fertilizante al momento de la siembra y otros dos sacos cuando la MATA está en
crecimiento”. Esto demuestra la inutilidad de los estudios de suelos para
clasificarlos y establecer las bases para su mejor manejo; lo inútil de los
análisis de suelos y de tejidos para elaborar programas de fertilización y
lograr una adecuada nutrición vegetal, que permita a las plantas poder
manifestar su máxima capacidad de producción; lo innecesario de que existan
diversos fertilizantes, cada uno para un uso muy específico dentro de los
programas de fertilización de los cultivos, ya que según esa novedosa manera de
fertilizar que sugiere el militar en cuestión, un saco de cloruro de potasio es
lo mismo que un saco de fosfato diamónico, o de 12-24-12, o de urea, o de
sulfato de magnesio, o de nitrato de amonio, etc., son simplemente
fertilizantes.
Para esas
personas es difícil comprender que en cada sistema suelo-planta-clima, existen
unas condiciones climáticas que aceptan que una especie, o un cultivar de una
especie vegetal adecuada a ese medio, pueda manifestar toda su capacidad
genética siempre y cuando las condiciones edáficas sean favorables, o se puedan
acondicionar a sus requerimientos, particularmente en lo relativo a ofrecerle
unas condiciones que favorezcan un suministro suficiente y balanceado de
nutrientes esenciales, por medio de la aplicación de fertilizantes y enmiendas.
La tercera
información está plasmada en lo que han denominado Plan de Contingencia
Agricultura Soberana 2017-2018, que debe comenzar en el mes de octubre y que
contempla varios sectores de abordaje. Uno de esos sectores es el de
Investigación, Innovación y Desarrollo en el área Semillas, donde se destaca
que se deben “crear nuevas variedades de plantas que sustituyan a los híbridos”
para que los campesinos tengan autonomía..……. Cuando leí la rimbombante
denominación del sector pensé que al fin era importante la investigación y la
innovación en la agricultura, pero al ver que aúpan la producción de variedades
en sustitución de los híbridos se esfumaron mis ilusiones de un significativo
adelanto en las ciencias y tecnologías agrícolas en el país. Creo que esta
orientación de un sector tan importante como la investigación y la innovación, no
amerita ningún comentario por el nivel de ignorancia que lleva implícito.
En conclusión, se
continúa con los disparates en las políticas agrícolas y por lo tanto, se
continúa destruyendo la capacidad de producción de alimentos y alejándonos cada
vez más de la tan tarareada soberanía alimentaria. Ese nuevo Plan de
Contingencia Agricultura Soberana, por sus consideraciones, no debe pasar de
ser una nueva y Soberana Torta del gobierno socialista del siglo XXI de la
República Bolivariana de Venezuela.
Recordemos que: SIN
FERTILIZANTES es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos
para satisfacer los requerimientos de la población.
En Amazon está a la venta el libro del autor: “Fertilidad
de suelos y su manejo en la agricultura venezolana”. Tiene información muy útil
para mejorar la práctica de fertilización de los cultivos, con miras a una
mayor productividad y a un mejor trato a los suelos y al ambiente en general.
Pedro Raúl Solórzano
Peraza
Septiembre de 2017.
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