viernes, 31 de enero de 2020

La Primera Revolución Industrial



En la actualidad estamos viviendo en la Cuarta Revolución Industrial, caracterizada por increíbles adelantos científicos y tecnológicos, parecidos a lo que para la generación de mediados del siglo XX nos parecían sueños del futuro, como por ejemplo, el viaje del hombre a la luna. La inteligencia artificial está compitiendo muy favorablemente con la mente humana. Posiblemente, los hombres de hace miles de años se asombraron  con inventos como la rueda, que vemos ahora de una gran simpleza, pero en aquel entonces, comparable a nuestro actual asombro cuando por primera vez vimos un dron surcando los cielos del mundo.

En la historia de la humanidad, han ocurrido eventos profundamente transformadores del comportamiento de la sociedad de cada época. Un ejemplo interesante es el del surgimiento de la agricultura en el Período Neolítico, el cual se considera que abarca desde el año 6000 hasta el año 3000 a.C. En ese período ocurre lo que se ha denominado la Revolución Neolítica, la cual se refiere a la gran transformación que sufre la forma de vida de la humanidad, que va pasando de nómada a sedentaria, de una economía recolectora (recolección de frutos, caza y pesca) se pasa a una economía productora (agricultura vegetal y animal).

Cuando nos vamos hacia atrás en el tiempo, se observa que los cambios profundos en la sociedad ocurrieron en períodos muy prolongados en comparación con la época actual. Así, a miles de años del Neolítico, llega la primera revolución industrial durante el período 1760-1840, pero en los ciento ochenta años siguientes, hasta el 2020, han ocurrido tres revoluciones industriales más. Esa primera revolución industrial surge en Gran Bretaña, y la gran transformación que produce, se basa en que la economía deja de sustentarse principalmente en la agricultura y la artesanía para depender en gran medida del desarrollo industrial.

En este período, de unos ochenta años aproximadamente, ocurren importantes cambios tecnológicos con el uso de nuevos materiales como el acero, nuevas fuentes energéticas como el carbón, y el mayor suceso que fue la creación de la máquina de vapor, la cual vino a convertirse en el motor inicial de esta revolución industrial. Aparecen nuevas técnicas para el desarrollo del trabajo, comenzando con la especialización de la mano de obra, que asigna a cada trabajador labores específicas que debe realizar. Esto mejoró profundamente la eficiencia de los empleados y la calidad de su trabajo. Ocurre un tremendo desarrollo de trenes y buques de diferentes tipos y capacidades, incrementándose y mejorándose significativamente tanto el transporte como el comercio.

Paralelamente al surgimiento de las industrias en múltiples ramas, hay un profundo aumento de los conocimientos científicos y tecnológicos que influyen en que también se inicie una revolución agrícola mundial, disminuyendo las necesidades de mano de obra en el campo sustituida por máquinas y promoviendo un numeroso éxodo de trabajadores desde las zonas rurales hacia las ciudades, para ir a trabajar en las fábricas que iban en aumento.

Esta revolución industrial que nace en Gran Bretaña, fue propagándose rápidamente al resto de Europa, Estados Unidos de América y Japón, principalmente, debido a las grandes ventajas que ofrecía. Se considera que paralelamente a cada revolución industrial ha ocurrido una revolución en la agricultura, por lo que actualmente se considera que estamos entrando en la Agricultura 4, como consecuencia de la cuarta revolución industrial.

Pedro Raúl Solórzano Peraza
Enero de 2020.

martes, 21 de enero de 2020

La Fertilización Nitrogenada Biológica (FNB)


(Promoción y mejoramiento de procesos naturales que resultan en suministro de nitrógeno para las plantas)


En las regiones agrícolas de Venezuela, en la actualidad, el cultivo de la soya está tomando mucho auge, y se espera que tenga un incremento significativo en la superficie sembrada este año. Una de las bondades de las especies leguminosas como la soya, es que son capaces de suministrarse sus propios requerimientos de nitrógeno, que son bastante elevados, mediante un proceso que se denomina diazotrofía, a través de una simbiosis que establecen estas plantas en sus raíces con unas bacterias del grupo de los rizobios (Géneros Rhizobium y Bradirhizobium). Estos microorganismos son capaces de fijar nitrógeno del aire, el cual puede ser aprovechado por las plantas, y los rizobios se aprovechan de productos elaborados por la planta en una perfecta y específica simbiosis. También hay organismos de vida libre y asociados a ciertas especies de plantas, capaces de fijar nitrógeno atmosférico que puede ser utilizado por algunas especies vegetales.

Con los desarrollos tecnológicos actuales, el nitrógeno puede ser manejado aprovechando estos procesos naturales para contribuir en la nutrición de las plantas. Esto lo he definido como “Fertilización Biológica”, de la siguiente manera: Utilización y mejoramiento de procesos o fenómenos naturales donde intervienen seres vivos, que sirven para mejorar la disponibilidad y aprovechamiento de los nutrientes esenciales por parte de las plantas. Se puede hablar, entonces, de Fertilización Nitrogenada Biológica (FNB), cuando esos procesos o fenómenos naturales se utilizan para mejorar la disponibilidad y aprovechamiento del nitrógeno por parte de las plantas.

Hasta el momento, el principal mecanismo de fijación biológica de N atmosférico al suelo es el que ocurre de la simbiosis entre plantas leguminosas y bacterias de los géneros Rhizobium y Bradirhizobium. También existe fijación biológica por otros organismos asociados a otras especies vegetales, aunque no en simbiosis, y la fijación por organismos de vida libre.

La simbiosis entre raíces de leguminosas y los rizobios, produce unos nódulos que son los sitios de fijación y reducción del nitrógeno atmosférico (N2), la planta puede utilizar este elemento y las bacterias utilizarán productos elaborados por la planta. Es una perfecta simbiosis que es muy específica en lo que respecta al tipo de bacteria, que en el caso de la soya solamente el Bradyrhizobium japonicum es capaz de producir nódulos eficientes para la fijación de nitrógeno. Los nódulos pueden iniciarse en las pequeñas plantas tan pronto aparecen los pelos radicales, lo cual puede ser unos 5-6 días después de la germinación de la semilla. Estos nódulos se pueden formar con otras especies de rizobios que existen en los suelos, pero por corresponder a infecciones de bacterias no específicas, no tienen la capacidad de fijar nitrógeno con esa especie de planta. Por lo tanto, en algunos casos las raíces de las plantas pueden presentar una profusa nodulación, pero inefectiva desde el punto de vista de suministro de nitrógeno a la planta.

Siguiendo con el ejemplo de la soya, los nódulos maduran en unas cuatro semanas, alcanzando una forma más o menos redondeada y un tamaño alrededor de 4-6 mm en diámetro. Los nódulos más efectivos en la fijación de N son aquellos que se ubican cerca de la raiz principal y al abrirlos presentan una coloración interna rosada. Algunos nódulos aparentan ser efectivos pero internamente son de color crema o verdoso, lo que indica que no son activos en la fijación de nitrógeno atmosférico.

Este fenómeno existe en todas las leguminosas, cultivadas o silvestres, pero en las especies cultivadas se ha mejorado la selección de cepas de bacterias muy específicas, adaptadas a diferentes condiciones ambientales, y se han desarrollado métodos de inoculación muy eficientes, de tal manera que se espera una abundante y efectiva nodulación de las plantas cuando la semilla es adecuadamente tratada o inoculada con el rizobio específico; es decir, cuando se realiza adecuadamente la Fertilización Nitrogenada Biológica (FNB).

Se considera indispensable realizar la inoculación de las leguminosas cultivadas, lo cual es una práctica sencilla, natural y más económica que el uso total de fertilizantes nitrogenados químicos. Si no se inocula y se deja de aprovechar este fenómeno natural, el agricultor estará en la necesidad de aplicar altas cantidades de fertilizantes nitrogenados, porque las leguminosas además, tienen altos requerimientos de N, lo que causaría un incremento considerable en los costos de producción, poco beneficio de las leguminosas como cultivos mejoradores del suelo para siembras consecutivas, además de aumentar las probabilidades de contaminación del ambiente por excesos de nitratos.

Además de la simbiosis leguminosas-rizobios para la fijación de N2, existe fijación no simbiótica por organismos de vida libre y asociados a algunas especies vegetales, lo cual puede ser de importancia agronómica. Una de las asociaciones de mayor importancia es la que ocurre a nivel de rizósfera entre Azospirillum y Azotobacter con las raíces de algunas gramíneas tropicales como maíz y arroz, y a pesar de la gran variabilidad en la magnitud del N2 fijado, se le ha prestado mucha atención por su potencialidad en el suministro de N a algunos cultivos. En países como Brasil, se expenden comercialmente productos a base de estos microorganismos de vida libre. Las algas verde-azules también juegan un papel importante en la fijación de N2 en suelos inundados. Todos estos procesos, continúan bajo constante estudio y evaluación para tratar de mejorarlos, hacerlos más eficientes, y buscar vías para poder utilizarlos en lo que hemos denominado Fertilización Nitrogenada Biológica (FNB).

Pedro Raúl Solórzano Peraza
Enero de 2020


El tiempo cronológico y su organización



El tiempo es un artificio, un recurso, una herramienta, que ha utilizado el hombre para organizar, de una manera sencilla, los sucesos históricos por orden y fecha de ocurrencia. Posee la habilidad de transportar a un individuo al pasado, al presente y al futuro. Éste es el tiempo cronológico, pero la palabra tiempo también se utiliza en otros ámbitos como el tiempo verbal en la gramática, los tiempos en que se dividen los partidos de algunos deportes, los tiempos de la música, en los motores, el tiempo meteorológico, etc.

En la organización del tiempo cronológico se han separado dos grandes épocas, una que corresponde a los sucesos ocurridos antes de Cristo y que en español se indica como a.C., y otra que considera los sucesos ocurridos después del nacimiento de Cristo que se indica como d.C. La escala del tiempo a.C. es de orden descendente, es decir, viene desde un momento infinito y va descendiendo hasta llegar a un punto cero (0). Por ejemplo, el Período Neolítico de la Edad de Piedra, se considera que abarca desde el año 6.000 a.C. hasta el año 3.000 a.C. Año tras año esta escala va en descenso hasta llegar al último año o año 1 (uno) a.C., el cual termina el 31 de diciembre a las 12 de la noche cuando alcanza el punto cero (0), y a partir de allí, comienza el primer año o año 1 (uno) de la siguiente época, que es la Era Cristiana identificada como d.C.

En ese punto cero (0), la hora medida es 0h:0min:0s desde donde comienza el primer año o año 1 d.C., época que se extiende en una escala ascendente, que hasta el fin de año ocurrido hace unos días, ha recorrido el período desde 0h:0min:0s del 01/01/01 hasta las 24h:0min:0s del 31/12/2019. O sea, hasta ese momento que acabamos de celebrar como la Noche Vieja, cuando nos dimos el tradicional abrazo de fin de año, habían transcurrido 2019 años de la Era Cristiana o d.C.

Así, esta organización del tiempo cronológico no deja espacios vacíos, de tal manera que la primera década de la Era Cristiana (d.C.) va desde el 01/01/01 hasta el 31/12/10, ocupando los primeros diez años d.C. La segunda década comenzó el 01/01/11 (el cual es el día que sigue al 31/12/10), hasta el 31/12/20. Sucesivamente siguen las décadas, 3-4-5…..etc. Igualmente, el siglo I d.C. comienza el 01/01/01 hasta el 31/12/100; luego el primer milenio va desde el 01/01/01 hasta el 31/12/1000, el segundo milenio comenzó el 01/01/1001 hasta el 31/12/2000, y el recién comenzado tercer milenio se inició el 01/01/2001 del cual han transcurrido 19 años y unos días, por lo que la segunda década finalizará el 31/12/2020 después de que hayan transcurrido los 20 años completos, para que la tercera década de este tercer milenio o de este siglo XXI, comience el 01/01/2021 y se extienda hasta el 31/12/2030.

Este tema de la organización del tiempo por el hombre, trae diferencias de opiniones cada vez que comienza un año que termina en cero (0) como este 2020, ya que da la impresión de estar finalizando una década, cuando en realidad está comenzando el último año de una década. Por lo tanto, como ya se señaló, esta segunda década del siglo XXI terminará el 31/12/2020, es decir, una vez que hayan transcurrido completamente 20 años del mencionado siglo.

Volvamos a la primera década de la Era Cristiana (d.C.). El primer año comenzó el 01/01/01 y terminó el 31/12/01, el segundo año comenzó el 01/01/02 y terminó el 31/12/02, el décimo año o fin de la década comenzó el 01/01/10 y terminó el 31/12/10.

Pedro Raúl Solórzano Peraza
Enero de 2020