miércoles, 21 de septiembre de 2016

RECUPERACIÓN DE LA AGRICULTURA VENEZOLANA POSTSOCIALISMO DEL SIGLO XXI
Pedro Raúl Solórzano Peraza

V.-INSUMOS BÁSICOS PARA LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA

Además de la tierra, maquinarias y equipos, orientación profesional o asistencia técnica y los operadores y trabajadores de diferente nivel, en  agricultura se requiere de otro grupo de insumos básicos. Estos comienzan con la semilla, luego fertilizantes, herbicidas, insecticidas, fungicidas, acaricidas, nematicidas, defoliantes, reguladores del crecimiento. Todos esos productos deben estar en las fincas para ser utilizados oportunamente, pero en la actualidad, en Venezuela, tenemos una crisis muy grande en su suministro y algunas de las causas de esa crisis son las siguientes:

-Expoliación de Agroisleña, C.A., empresa líder en la producción, importación y suministro de insumos para la agricultura en Venezuela, además de haber sido el principal ente financiero para esta actividad en los años más recientes. Luego de su expoliación en octubre de 2010, su administración y manejo gerencial pasó a manos del Estado, comprometiendo la calidad de su servicio y convirtiéndola en una empresa más, llevada a la quiebra, por la ignorancia para hacer una buena gestión de gerencia o por el deseo de destruirla.

-Suministro de semillas. Los cultivos que ocupan mayores superficies y por lo tanto tienen mayores requerimientos de insumos son los cereales. En el país, por mucho tiempo, se ha producido o se ha tenido disponible oportunamente toda la semilla requerida por los programas de arroz, maiz y sorgo granífero, pero últimamente se ha complicado el suministro de semillas de cereales a los agricultores, algunas veces no es suficiente la cantidad disponible, o no es de la calidad deseable, o no son los cultivares mejor adaptados a determinadas regiones, todo lo cual conlleva a disminución de la producción.

En adición a los cereales, se debe tratar el problema de suministro de semillas de hortalizas y de algunos frutos, cuya producción es de tecnología complicada y generalmente son ofrecidas por empresas trasnacionales, especializadas en la producción y comercialización de estos materiales.

Las empresas venezolanas que evalúan e importan los materiales de hortalizas, que son de amplia aceptación por los agricultores, confrontan muchos  problemas para la adquisición de las divisas que les permitiría realizar las negociaciones para traer estas semillas de otros países. Lo mismo sucede con algunos frutos, como es el caso de melón, patilla, y las semillas de lechosa de pulpa roja. Otros rubros que presentan problemas para la obtención de semillas de calidad son las leguminosas de grano comestible como caraota negra y frijol, y algunas oleaginosas como los casos de soya y girasol.

Es común la ausencia de semillas de estas leguminosas de grano comestible cuando llega la época de siembra, no hay programas para la producción de semillas certificadas y algunas veces se importan semillas de materiales que no son los mejores para nuestras condiciones. En el caso de la soya,  muchas siembras se han realizado con semillas de contrabando y algunos de los programas más recientes de girasol se han realizado con híbridos sin evaluación previa en nuestras condiciones.

En cultivos permanentes o semipermanentes los problemas de suministro de semillas son de carácter menos urgente, porque se requiere semilla solo cuando se van a realizar nuevas plantaciones o a renovar otras después de varios años. Además, muchas de estas especies son de propagación asexual como el caso de mango, guayaba, vid, níspero, cítricos, café, cacao, caña de azúcar y musáceas (cambur y plátano).

Especies forrajeras: el crecimiento de la ganadería bovina camina paralelo a la disponibilidad de suficiente alimento para los rebaños. La base de esta alimentación son las especies forrajeras y, para incrementar la producción de ganado bovino, son necesarias las pasturas establecidas por el productor, las cuales se realizan con especies forrajeras de alta capacidad de rendimiento y elevado valor nutritivo. Para eso se requiere disponer de semillas certificadas de buena calidad y darle al pastizal un manejo agronómico acorde con la calidad del forraje a producir. En los momentos actuales en el país hay una marcada escasez de semilla certificada de especies forrajeras lo cual frena el desarrollo de la ganadería; además, esta situación de escasez ha permitido que con  estas especies se desarrolle un mercado con semillas de mala calidad, falsificadas, con una pobre germinación y vigor, y muchas veces contaminadas con semillas de malezas.

Otra situación de las semillas como insumo básico para la agricultura, en este caso contradictoria, es la posición del Gobierno Nacional en relación a la prohibición del uso, por parte de nuestros agricultores, de materiales genéticamente modificados o transgénicos. La contradicción se debe a que Venezuela importa una elevada cantidad de los alimentos que consume debido a la pobre producción interna, buena parte de esas importaciones corresponde a productos generados por materiales transgénicos, pero nuestros agricultores no pueden aprovechar las ventajas de este extraordinario hallazgo científico y tecnológico. La prohibición del uso en el territorio nacional de cultivares genéticamente modificados o transgénicos, ha sido ratificada en la nueva Ley de Semillas vigente desde marzo de este año 2016. Por supuesto que esto limita la producción agrícola nacional.
-Suministro de fertilizantes. Se pueden señalar al menos dos tipos de fertilizantes, los de aplicación edáfica convencional y los fertilizantes especiales, y en cada uno de ellos las condiciones actuales de suministro a los agricultores son diferentes.

-Fertilizantes de aplicación edáfica convencional: tradicionalmente han sido subsidiados por el gobierno e incluyen complejos N-P-K, mezclas físicas, y fertilizantes simples, y representan el grupo de fertilizantes que se consumen en grandes cantidades. Por lo menos durante los últimos diez años el suministro de estos fertilizantes ha sido escaso, inoportuno, de pocas opciones y algunas veces poco recomendables. La responsabilidad por esas irregularidades es exclusiva del Gobierno Nacional, ya que aproximadamente desde el año 2006 controla en forma absoluta todo lo correspondiente a producción, importación y distribución de este tipo de fertilizantes de aplicación edáfica convencional.

En Venezuela hay una industria de fertilizantes iniciada en 1956 que produce parte de la demanda interna y comercializa los fertilizantes que se importan, actualmente con movimientos de 800.000 ton/año, que resultan insuficientes. Tenemos una capacidad potencial de producción de fertilizantes nitrogenados y fosfatados muy grande, pero la producción real ha venido disminuyendo progresivamente por problemas en las plantas productoras, especialmente falta de mantenimiento oportuno y escasez de materia prima. Esto indica el deterioro que ha sufrido la industria de fertilizantes químicos en el país, la cual en lugar de continuar creciendo ha disminuido su capacidad de producción.

Desde los años noventa hasta el 2006, empresas privadas participaron en el abastecimiento de fertilizantes, lo cual permitía amplia oferta de fertilizantes, aplicar recomendaciones de fertilización ajustadas a las necesidades y nos aproximamos bastante a una alta eficiencia en su uso. Esa participación de las empresas privadas  hizo posible comenzar a utilizar fertilizantes con inhibidores de la nitrificación. A partir del 2006, las funciones de producción, importación y distribución de los fertilizantes en el país pasan a ser responsabilidad exclusiva de PEQUIVEN.

Otra opción de fertilizantes de aplicación edáfica convencional son las mezclas físicas. Hay plantas mezcladoras en diferentes regiones, pero muchas de ellas no han recibido un adecuado y oportuno servicio de mantenimiento, lo que ha conducido a su deterioro progresivo.

Todas esas situaciones planteadas marcan la ruta que conduce hacia el futuro de la fertilización de los cultivos en Venezuela y de la industria de los fertilizantes, futuro que es una merma progresiva de la producción y mayor dependencia de importaciones, tanto de fertilizantes como de alimentos, a menos que se produzca un cambio en las políticas que definen esta materia.

-Fertilizantes especiales: en su gran mayoría han sido manejados por particulares en cuanto a su producción, importación previa autorización oficial, y comercialización. Son fertilizantes especiales porque son hidrosolubles, libres de cloruros y de calcio, y se aplican por medio de uno de los métodos de fertilización más eficiente como es la “fertirrigación”. Otro grupo de fertilizantes especiales son los específicamente elaborados para aplicación foliar, es decir, para asperjarlos sobre el follaje de las plantas y ser absorbidos translaminarmente o a través de los estomas de las hojas.

La demanda por estos productos hidrosolubles va en franco ascenso en la medida que aumentan los sistemas de riego localizado y sus áreas servidas, ya que bajo este manejo es fundamental la fertirrigación. Sin embargo, en muchas oportunidades la oferta de estos fertilizantes no ha estado a la altura de la demanda, ya que siendo en su mayoría productos importados, se confrontan problemas de suministro de divisas que retardan o entorpecen, de alguna manera, la disponibilidad oportuna de estos fertilizantes.

-Suministro de plaguicidas. Plaguicidas son insecticidas, herbicidas, acaricidas, fungicidas, nematicidas, raticidas; en fin, todos los biocidas que se puedan utilizar en agricultura. Hoy en día es común escuchar el reclamo de los agricultores por la falta de plaguicidas para poder llevar sus cultivos a un final de buenos resultados. Insecticidas y herbicidas son los dos plaguicidas más utilizados en la producción agrícola y, actualmente, con el uso de suelos durante varios años en forma consecutiva y en muchos casos con monocultivo, la aplicación de estos productos en los campos cultivados es imprescindible, ya que las poblaciones de insectos y malezas se pueden incrementar considerablemente, y los agricultores tienen que tener seguro y fácil acceso a la adquisición de los plaguicidas, para su aplicación correcta y oportuna. Otros plaguicidas de amplio uso son los fungicidas, para el combate de hongos patógenos que pueden causar la destrucción total de campos cultivados. El resto de plaguicidas no es de aplicación generalizada

ALGUNAS SOLUCIONES

-Semillas. Para mejorar la producción agrícola, lo primero que debemos tener presente es que se necesitan semillas de excelente calidad, de materiales de alta capacidad de rendimientos y de comprobada adaptabilidad en nuestros sistemas suelo-planta-clima-manejo. Si se comienza una siembra con semilla mala, la actividad se dirige al fracaso aún cuando se realice el resto de las prácticas agrícolas de la mejor manera posible.

En arroz es necesario que los organismos oficiales y algunas agrupaciones de productores, que han venido trabajando por años con el suministro de semillas para los programas arroceros, continúen e incrementen sus trabajos de producción de semilla certificada y el desarrollo y evaluación de cultivares para las principales zonas productoras del país. A estas organizaciones tiene que dársele el apoyo correspondiente para que no les falten las maquinarias y los equipos agrícolas necesarios, así como los insumos básicos requeridos.

En sorgo granífero la mayor producción se realiza con híbridos desarrollados por  empresas privadas y por el FONAIAP hoy INIA. Esos programas de mejoramiento y producción de semillas en el cultivo de sorgo deben continuar en todas sus instancias, especialmente si de nuevo este cereal recupera su importancia en algunas regiones agrícolas  del país.

El cultivo de maíz, es quizás el más importante del país por la superficie que se siembra y por ser de elevado consumo, tanto en la dieta diaria del venezolano como en las raciones de alimentos balanceados para animales, para lo cual actualmente se están importando más de 1.200.000 toneladas de maíz amarillo. Durante las pasadas décadas, por medio del FONAIAP y organizaciones privadas tuvimos una gran tradición en el mejoramiento genético del maíz; sin embargo, estos programas se han reducido mucho y algunas fincas dedicadas a la producción de semillas han sido expoliadas causando trabas a estos procesos. Toda esta organización para la producción de semillas de maíz debe recuperarse para asegurar que los agricultores dispongan de este insumo en la cantidad y calidad requeridas y, muy importante, oportunamente.

Con relación al suministro de semillas de hortalizas, de algunos frutos y de especies forrajeras, es necesario apoyar a las empresas que hasta ahora tienen tradición en este negocio, facilitándole las divisas que requieren para importar estos materiales. Con estos rubros, la producción de semillas, especialmente de híbridos, es sumamente especializada y complicada por lo que deben importarse.

Otros cultivos en los cuales la oferta de semillas de calidad puede ser limitante para su producción, son las leguminosas de grano comestible, especialmente caraota negra y frijol, y algunas oleaginosas, especialmente soya y girasol. En caraota negra y frijol hay que incentivar programas para la producción de semilla de variedades de comportamiento favorable en el país, y retomar algunos proyectos de mejoramiento genético en estas especies. En soya y girasol continuar evaluando permanentemente cultivares de diversos orígenes para seleccionar los mejores en cada sistema suelo-clima. En soya en particular, incentivar los programas de mejoramiento de organizaciones privadas como Protinal, C.A. y Fundación DANAC, entre otras.

-Fertilizantes. Los fertilizantes son insumos muy importantes en la agricultura moderna, ya que se trabaja con suelos pobres o empobrecidos que requieren el aporte de nutrientes para obtener cultivos de elevados rendimientos. Tenemos una industria de fertilizantes que se concentra en la producción de fertilizantes nitrogenados y fosfatados y el potasio debe ser importado.

La industria de fertilizantes nitrogenados en lugar de crecer en su producción  lo que ha hecho es decrecer en los últimos años. Una solución sería repotenciar las viejas plantas de amoníaco y urea de Morón y El Tablazo. La nueva planta de amoníaco y urea de Morón requiere el suministro de suficiente energía eléctrica para su cabal funcionamiento, lo cual es actualmente una crisis nacional. Se debe evaluar y, si fuera posible, concluir la infraestructura para producir fertilizantes nitrogenados con inhibidores de la nitrificación, dentro de los cuales la urea, tanto perlada como granulada, serían los productos líderes para el mercado nacional y para la exportación a otros países del continente.

La planta de producción de fosfatos ubicada en el Complejo Morón tiene problemas de mantenimiento y limitaciones en el suministro de roca fosfórica. Se debe buscar la alternativa al suministro de roca fosfórica al Complejo Morón y hacerle su mantenimiento permanente. Es urgente evaluar la situación actual del proyecto de la planta de fosfatos de Navay, y si se demuestra su conveniencia, intensificar su construcción.
Los laboratorios de suelos, de tejidos de plantas y de agua, que ofrecen resultados de diferentes variables, deben ofrecer una información homogénea, pero que contemple las determinaciones mínimas que puedan orientar unas buenas recomendaciones o programas de fertilización.
Una solución para mejorar el uso de los fertilizantes en nuestra agricultura se debe basar sobre el cambio de las actuales políticas (especialmente la de subsidios) por otras, que permitan que se apliquen planes de fertilización específicos para cada sistema suelo-planta-clima específico, que tengan sentido los análisis de suelo y que se consiga de manera oportuna una amplia gama de fertilizantes.

Es preciso ampliar el número de plantas de mezclas físicas, tanto oficiales como privadas, distribuirlas estratégicamente en las regiones agrícolas del país y establecer programas de mantenimiento y servicio a estas plantas, solicitar los análisis de suelo actualizados confiables y elaborar los programas de fertilización ajustados a cada caso.

En cuanto a los fertilizantes especiales, hidrosolubles y de aplicación foliar, se debe facilitar su importación a las empresas que tradicionalmente lo han hecho, con un suministro de divisas suficiente y oportuno. Además, apoyar a los empresarios que puedan producir algunos de estos fertilizantes en el país, utilizando algunas materias primas de origen nacional, para que aumente la actividad de la agroindustria  y se inviertan menos divisas por este concepto.

Plaguicidas. La solución a las limitaciones en el suministro de plaguicidas para la agricultura es apoyar a los empresarios que tengan experiencia en la importación, formulación, fabricación de estos insumos. Ese apoyo sería básicamente el suministro de divisas y aligerar todo lo correspondiente a los permisos necesarios para su importación, fabricación y comercialización, que la burocracia oficial cada vez complica más para este tipo de productos.

En cuanto al uso de plaguicidas en la agricultura, cuestionado por los ecologistas ya que su mala aplicación puede causar daños al ambiente y a los humanos, se recomienda un especial apoyo a la producción de plaguicidas biológicos, la cual es una actividad que en el país se ha venido desarrollando desde centros de investigación universitarios y oficiales, y hay particulares que han emprendido la producción comercial de estos productos.
Es recomendable también, que se realicen campañas para educar a los productores en el correcto uso de los plaguicidas, la disposición de empaques vacíos y residuos que pueden ser altamente contaminantes y dañinos para la salud de las familias campesinas.

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EJEMPLO HISTÓRICO DE UNIDAD Y  TOLERANCIA
Pedro  Raúl Solórzano Peraza


Actualmente, en Venezuela, la unidad está de moda para quererla o para maltratarla. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tiene su esencia en la unidad, por lo que al tratar de dividirla, de separarla en sus componentes, pierde toda su intención. El ser humano, por naturaleza tiende a convivir con sus semejantes, a excepción de algunos anacoretas o ermitaños a quienes reconforta la soledad o el aislamiento. En lo referente a nuestro comportamiento con la MUD, debemos manifestar esa convivencia, ese gregarismo, manteniéndonos en una interrelación monolítica, sin fisuras, caminando juntos para obtener lo que consideramos nos proporcionará el bienestar requerido para lograr una felicidad que nadie tiene el derecho de quitarnos.

La unidad es fundamental en la iglesia, en la escuela, en la familia, en los deportes de conjunto, en las orquestas sinfónicas, en la guerra. ¿Qué puede hacer un sacerdote o un pastor si los feligreses no están de acuerdo en sus sentimientos o creencias? ¿Qué es de una familia en la cual cada miembro actúa sin aceptar las normas de convivencia? ¿Qué puede hacer un manager o coach de un equipo desunido, donde no hay apoyo interpersonal para lograr el éxito? ¿Qué logra un director de orquesta si los músicos no están unidos para interpretar en conjunto la misma melodía? Pareciera que la unidad es entonces fundamental para alcanzar el éxito en todas las actividades humanas. Veamos un ejemplo histórico de unidad y tolerancia en la guerra:

Durante los años que duró la guerra para independizar a Venezuela de España, ocurrieron muchas batallas, escaramuzas de poca monta, donde participaban ejércitos aislados, liderados por algún caudillo local o regional, algunas veces se unían grupos cercanos para aumentar su poderío guerrero, hubo batallas importantes que se ganaron o se perdieron, el país era en general un campo de batalla permanente entre patriotas y realistas. Esta situación beligerante condujo a que ambos bandos acordaran firmar un armisticio para suspender la guerra durante seis meses, comenzando en noviembre de 1820, siete meses antes de la Batalla de Carabobo.

¿Para qué sirvió aquel armisticio? Para que Simón Bolívar, el gran estratega de la época, comprendiera la necesidad de unirse para poder enfrentar, con elevadas probabilidades de éxito, a un ejército que lo aventajaba en número de soldados y en calidad de armamentos. De esta manera, El Libertador comienza a reunir el más grande y eficiente ejército para enfrentar al poderoso ejército de la corona española, del cual, casualmente, el General Morillo comenzó a quejarse porque no lo estaban apoyando suficientemente y esto había comenzado a diezmar sus filas, comenzaron fisuras en ese gran ejército con que aún contaba España a comienzos de 1821.

En su intención de unificación de un ejército sólido para la lucha, Bolívar logra reunir en las cercanías de la ciudad de San Carlos ejércitos tan disímiles como el suyo, el de Páez y el de Urdaneta. Páez venía desde Apure con sus llaneros y Urdaneta venía de Maracaibo con su disciplinado ejército, los cuales junto a los soldados de Bolívar van a constituir un grupo unido con un objetivo común: la victoria por la independencia. Además de estos tres grupos, se contaba con la colaboración de otros, que como el General José Francisco Bermúdez, tenía que atacar Caracas para impedir la unión de  las tropas realistas. Qué gran ejemplo de unidad y tolerancia entre esos paladines de la libertad americana.

No fue tarea fácil reunir y convencer a aquellos personajes tan diferentes. Páez era un hombre indómito cuya escuela fueron los llanos apureños, su cotidianidad fue lidiar con bestias y aprender todas las labores del llano para lo cual se tuvo que convertir en un espectacular jinete, que le sirvió en las luchas independentistas y le valió el mote de “Centauro de los llanos”.  Por su parte, Urdaneta tenía una sólida formación académica en lo político y en lo militar, y desde muy joven estuvo incorporado a los ejércitos patriotas. Ahora, estaba movilizando su división desde Maracaibo hacia San Carlos para la unidad, a la concentración dispuesta por Bolívar para la ofensiva final contra los ejércitos realistas. Y Bolívar, caraqueño de clase noble y distinguida, se formó con las lecturas de los grandes pensadores y viajando con frecuencia por Europa. Sin formación militar, con su espada llegó a ser líder de los ejércitos emancipadores de Hispanoamérica y, con su pluma, líder en el establecimiento de la base ideológica del movimiento independentista por medio de innumerables documentos escritos y discursos.

Esos esfuerzos de unidad, de unificación, condujeron ineluctablemente a la victoria en Carabobo y a la huída y desmembramiento del ejército realista.

Después de la batalla y del triunfo patriota, Bolívar da un honroso  trato a los prisioneros de guerra, pero también con las necesarias consecuencias de la justicia que el momento requería. A esta actitud de El Libertador, el Mariscal La  Torre le dice: “Excelentísimo Señor: ha llegado a mí noticia que por V.E. han sido tratados con toda consideración los individuos del ejército de mi mando que han tenido la desgracia de ser prisioneros de guerra. Doy a V.E. las debidas gracias por este rasgo de humanidad, que me hace disminuir el sentimiento de la suerte de dichos individuos; esperando que continuará V.E. de este modo dando pruebas nada equívocas de que hace renacer las virtudes sociales que habían desaparecido por el enardecimiento de las pasiones que han desolado estos fértiles países”.

La unidad nos dio ayer la victoria en Carabobo, esperamos que los venezolanos de hoy  liderados por lo que representa la MUD, nos mantengamos unidos, tolerantes, sin fisuras, ante un adversario que se está desmembrando pero que tiene que ser enfrentado con todas las fuerzas de nuestra unión. Estamos a las puertas de la palingenesia de nuestra independencia y libertad. No desperdiciemos esta oportunidad.

Septiembre de 2016.

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viernes, 2 de septiembre de 2016

CAPÍTULO IV:  MAQUINARIAS Y EQUIPOS AGRÍCOLAS

RECUPERACIÓN DE LA AGRICULTURA VENEZOLANA POSTSOCIALISMO DEL SIGLO XXI
Pedro Raúl Solórzano Peraza

IV.-MAQUINARIAS Y EQUIPOS AGRÍCOLAS

En la actividad agrícola moderna, se tiene que producir grandes cantidades de alimentos para una creciente población mundial y por lo tanto, utilizar inmensas superficies de terrenos que deben ser acondicionados, labrados y sembrados, luego recolectar la cosecha y despacharla. Sin los recursos mecánicos, de maquinarias y equipos agrícolas, sería imposible lograr abarcar áreas tan extensas. En cada unidad de producción, en cada programa de producción agrícola, tiene que estar disponible suficiente cantidad de estos recursos, en buenas condiciones, que puedan brindar un servicio oportuno y eficiente según las necesidades de cada caso.

En terrenos ya cultivados, las labores para la producción agrícola comienzan con la labranza de los terrenos, o con el combate de malezas si se aplica el concepto de labranza reducida o cero labranza; mientras  que en terrenos nuevos, se comienza con el acondicionamiento de los campos que incluye deforestación, desraizado, amontonamiento y quema de la vegetación tumbada y pases de rastra pesada para luego repasar el desraizado.

Se requieren equipos de maquinarias pesadas para deforestar y amontonar los materiales tumbados; luego tractores de alta potencia para los pases de rastra pesada y desraizado y, a partir de este punto, se requiere la maquinaria y equipos tradicionales utilizados en agricultura como son tractores agrícolas, arados, rastras y rastras pesadas (Big Rome), abonadoras, encaladoras, trompos, cultivadoras, sembradoras, asperjadoras, zorras, cosechadoras combinadas, elevadores y otros)

En el caso de terrenos para riego, los cuales generalmente requieren ser nivelados, se necesitan niveladoras, las cuales existen en gran variedad de modelos y pueden ser moto traillas, traillas de tiro, patroles, niveladoras y palas convencionales accionadas con tractores. Cuando se acondicionan terrenos para riego, lo más común es que también se deban construir canales para el avenamiento de los terrenos, labores para las cuales son muy útiles los patroles y las palas accionadas por tractores. En algunos casos para mejorar el drenaje de los campos se pueden construir bancales, para lo que los arados y los patroles vuelven a ser muy útiles.

Durante los picos de cosecha, especialmente en el caso de la recolección de cereales, es frecuente observar escasez de maquinarias y equipos agrícolas; sin embargo, siempre se hacen grandes esfuerzos redistribuyendo esos recursos para evitar la pérdida de producto en el campo por retraso en las labores de recolección. En la actualidad, esa situación es peor debido al alto grado de deterioro que están sufriendo tanto las maquinarias como los equipos, por la falta de repuestos y de un adecuado servicio por escasez de lubricantes y otros.



A lo anterior se suma el hecho de  que se han realizado importaciones, especialmente de tractores, de marcas novedosas pero sin la responsabilidad del suministro de repuestos y de los servicios especiales si los tuvieran, que eventualmente ha originado lo que conocemos como cementerios de maquinarias y equipos agrícolas.

Adicionalmente, las fábricas y ensambladoras de equipos agrícolas existentes en el país o han cerrado o han disminuido sustancialmente su producción, bien sea por falta de materiales, o por falta de divisas para importar partes necesarias, o por la inseguridad jurídica, que impide que los empresarios dediquen  mayores esfuerzos e inversiones a sus negocios.

ALGUNAS SOLUCIONES

Definitivamente, una flota de maquinarias suficiente y de calidad, es imprescindible para que las actividades de producción agrícola se puedan realizar bien y, algo muy importante, en forma oportuna. Recordemos que la agricultura comprende una seguidilla de pasos o etapas, las cuales se deben realizar en momentos muy específicos de coincidencia con condiciones externas favorables, ya que al desfasarse esas etapas se puede afectar negativamente el rendimiento final, el cual es lo que en definitiva determina la posible ganancia del agricultor y la producción total en un ciclo o temporada.

Para mejorar la situación actual de la disponibilidad  de  maquinarias y equipos agrícolas requeridos para la producción, algunas acciones serían las siguientes:

-Inventariar existencia de maquinarias y equipos agrícolas. Con los productores organizados, determinar cantidades y tipos necesarios.

-Convenir con empresas fabricantes de marcas de conocida calidad, su suministro con la seguridad del aporte de servicios y repuestos.

-Evaluar fábricas y ensambladoras locales y decidir la conveniencia de apoyarlas financieramente, para que fabriquen lo necesario y de acuerdo a las normas de calidad correspondiente.

-Estudiar crear empresas de servicio de mecanización agrícola a través de asociaciones de productores o particulares, con apoyo financiero suficiente para que puedan prestar un servicio oportuno.


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Un ciudadano venezolano actualmente avergonzado
Pedro Raúl Solórzano Peraza

Vergüenza es, según el DRAE: “turbación del ánimo, ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena”. Nací en Lagunillas, estado Zulia, el año 1943 y en lo personal, me considero un ciudadano venezolano avergonzado. Siento vergüenza propia porque mi pasividad por los problemas del país, que siempre dejamos en manos de los dirigentes políticos, me hace cómplice del establecimiento de este nefasto sistema de gobierno que hoy azota a Venezuela. Sin querer justificar esa insensatez, esa torpeza al no contribuir para evitar que llegase al gobierno un militar que lideró un golpe de estado contra un gobierno democrático y, por lo tanto, sin buenas intenciones en la dirección de un país, creo que esa actitud fue consecuencia de mi inmadurez política.

Por supuesto, no era yo solo. Buena parte de mi generación evolucionó con marcado desinterés por el activismo político, debido quizás a que vivíamos en la comodidad de la renta petrolera y debido también, a que los líderes del momento no supieron cómo atraernos hacia ese campo y, en su lugar, nos desmotivaron con sus acciones que poco a poco fueron desprestigiando la democracia, cuando los gobernantes comenzaron a perder su interés por el bienestar de la población.

También soy un ciudadano avergonzado debido a que siento vergüenza ajena por la acción deshonrosa y humillante que cada día realiza el actual presidente Nicolás Maduro. Éste es un personaje con un verbo tan insignificante que diariamente ofende a sus opositores, que somos la gran mayoría de los venezolanos, con las vulgaridades más insultantes y degradantes posibles. Esto debido a que no es capaz de ir más allá, ya que cuando es ineludible que tenga que hablar en público, comete las mayores barbaridades imaginables. Esto está ocurriendo desde el primer día, cuando señaló que a su toma de posesión asistirían personas desde las “cuatro” latitudes del planeta; esas barbaridades  han continuado día tras día, cada vez peores, para vergüenza de todos.

El colmo de la vulgaridad del presidente Nicolás Maduro ocurrió el primero de septiembre, día de la espectacular marcha del pueblo venezolano hacia la Toma de Caracas en demostración de estar unidos con un objetivo común: la recuperación de la democracia y de los valores del país, cuando refiriéndose al Presidente de la Asamblea Nacional en medio de su demostrado analfabetismo y con su asqueroso lenguaje, le profirió lo que es considerado por nuestro pueblo como la mayor ofensa del mundo. Deseamos que nuestros líderes no caigan nunca en estas manifestaciones vulgares para enfrentar al oponente y aquellos que se han expresado alguna vez de manera soez, corrijan el rumbo para no tener que avergonzarnos de ellos.

También avergüenza del presidente su actitud chabacana, de mal gusto, cuando aparece bailando burdamente en público en momentos en que la sociedad venezolana atraviesa por períodos de tristeza y dolor ante tanta inseguridad, que diariamente se lleva la vida de numerosos compatriotas. O cuando aparece mostrando su gordura y diciendo que su mujer y él comen arepas todos los días, dando una bofetada a tantas familias que no tienen cómo alimentar a sus hijos, que hasta llegan a perder personas que mueren por inanición.

La gran mayoría de los ciudadanos del mundo contempla con orgullo a sus presidentes, tal como lo hacíamos nosotros con los presidentes demócratas del siglo XX en Venezuela, cuando se dirigen a la nación en los casos en que aceptan una situación irregular en su país, como la reaparición de una enfermedad (p.e. malaria) con cuantiosas personas afectadas, disertan sobre sus causas y consecuencias, y exponen las medidas que tomará el gobierno para tratar de solucionar dicha situación. O cuando aparecen en trasmisiones internacionales defendiendo el territorio y la soberanía nacionales. También esa gran mayoría de ciudadanos del mundo se muestra orgullosa de su historia y de sus símbolos patrios.

Cómo voy a estar orgulloso de unos gobernantes que no aceptan que tenemos una crisis gravísima en salud por falta de medicinas y de equipamientos y suministros  adecuados en los  hospitales, que está conduciendo a la muerte de cientos de ciudadanos. Que no aceptan que hay una agobiante crisis alimentaria cuando día tras día se forman colas interminables para tratar de adquirir algo de alimento en supermercados, mercados y otros centros de distribución de productos alimenticios y, las compras, cuando la oferta alcanza para muchos, son insignificantes porque existe una especie de cupo por persona. O cuando ocurre una avalancha de venezolanos cruzando las fronteras con las Repúblicas de Colombia y Brasil, corriendo desesperados en la búsqueda de comida y otros bienes que desaparecieron del mercado nacional. Que no aceptan la crisis económica en que estamos inmersos, cuando la inflación para este año se estima que alcanzará la increíble cifra del 1.000%.

Cómo no me voy a sentir avergonzado de unos gobernantes que prácticamente regalan el Esequibo, territorio que nos pertenece históricamente y que ha estado en disputa durante mucho tiempo en acciones manejadas por verdaderos patriotas. De unos gobernantes que regalan nuestra riqueza petrolera para conseguir votos en instancias internacionales, que le permitan mantener este disfraz de democracia; y que regalan el oro destruyendo nuestra mayor riqueza hidrológica, para seguir obteniendo divisas que se reciben y distribuyen de una manera incontrolada.

Cómo no sentir vergüenza de unos gobernantes que han profanado, con fines inciertos, el sepulcro de nuestro Libertador, quien junto a otros patriotas del siglo XIX son el principal orgullo, no solo de los venezolanos, si no también de otros pueblos de América hacia donde los exportamos para contribuir con su libertad y con su engrandecimiento intelectual. Al Libertador Simón Bolívar en lo particular, han osado hasta intentar cambiar su rostro, la historia de su apacible muerte en Santa Marta-República de Colombia, y hasta su selecto origen español. Han querido destruir a Cristóbal Colón, adalid y pionero de la transformación cultural del Nuevo Mundo. Han transformado, sin ninguna justificación y de manera inconsulta, la Bandera y el Escudo, que tendremos que volver a sus formas originales para nuevamente sentirnos orgullosos de ellos.

Afortunadamente, la actual generación de jóvenes venezolanos ha evolucionado inmersa en la lucha política. Ha tenido al menos  tres quinquenios con unos vivenciales muy duros, que le ha permitido comprender la importancia de tener una sociedad físicamente y emocionalmente sana, para lograr un país productivo y feliz. Ellos dirigen la actual lucha política que nos conduce hacia la nueva emancipación de nuestra patria, la cual manejarán sabiamente para que nosotros y las generaciones futuras lleguemos nuevamente a sentirnos orgullosos de ser venezolanos.


Septiembre de 2016.


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