jueves, 31 de mayo de 2018

Conociendo la planta de soya. IV.-Manejo de la fertilización



Este documento es la parte IV (IV/IV) de otros que conforman el tema: “Conociendo la planta de soya”, completando así la información sobre crecimiento y nutrición de esta planta, aspectos muy importantes para el manejo de la fertilización del cultivo en el campo.

IV.-Manejo de la fertilización de la soya.

En mayo de 2017 publiqué en mi blog: www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com un documento titulado “Instructivo para la producción de soya en Venezuela”, recomendándose a los interesados en producir soya en el país, revisarlo en su totalidad, ya que presenta una secuencia de consideraciones para el manejo del cultivo en las áreas potenciales para su producción. En esta oportunidad, vamos a hacer énfasis solamente en el manejo de la fertilización.

Una buena proporción de los suelos que en Venezuela se han dedicado a la producción de soya, donde se incluye el noreste del estado Guárico y las sabanas orientales de Anzoátegui y Monagas, son de pobre fertilidad natural y en muchos casos asociada a problemas de acidez. También se señala como zona de un gran potencial para la producción de este cultivo, el sector maicero de los Llanos occidentales, donde la soya se puede sembrar como segundo cultivo después de cosechar el maíz que es el cultivo principal (también se puede evaluar la posibilidad de sembrar después de un ciclo de arroz). En cada caso, y en otras regiones potenciales para la siembra de soya, el problema de la fertilización es completamente diferente, ya que por ejemplo en las sabanas orientales se debe afinar muy bien los programas de fertilización por su pobreza y frecuente acidez de los suelos, mientras que en los Llanos Occidentales, la soya generalmente se ubica como segundo cultivo y se aprovecha total o parcialmente el efecto residual de los fertilizantes aplicados al maíz (o al arroz) que es el cultivo principal.

Lo importante es saber que para proporcionar a las plantas sus requerimientos nutritivos, se deben aplicar aquellos elementos deficientes a través de programas de fertilización, procurando que estén disponibles especialmente cuando la planta los absorbe a las mayores tasas. De esta manera, para establecer programas de fertilización eficientes se debe conocer la fertilidad del suelo por medio de los análisis de suelo, el patrón de acumulación de nutrientes por la planta, el estado nutritivo de la planta en momentos críticos de su ciclo de vida por medio de análisis de tejidos, y los requerimientos nutritivos de la variedad para un determinado nivel de rendimiento.

Entonces, no se debe recomendar una dosis generalizada de fertilizantes, ya que la cantidad de nutrientes a aplicar va a depender de las condiciones de cada sistema suelo-clima que se utilice para la producción de soya. A continuación se presenta una forma de calcular un adecuado programa de fertilización para el cultivo de la soya, partiendo de un análisis de suelo y utilizando la “Clave para elaborar programas de fertilización de los cultivos” (aún no publicada):

1.-Si el suelo tiene problemas por excesos de sales solubles, se debe consultar con un especialista para su recuperación o no sembrar soya en esas condiciones.

2.-pH del suelo >5,5, no hay problema de acidez. Si el pH del suelo < 5,5 corregir según las siguientes instrucciones:

2.1.-Contenido de arena superior a 50% y contenido de arcilla igual o inferior a 20%:
          -pH entre 4,7 y 5,4: aplicar 400 kg de caliza agrícola/ha
          -pH inferior a 4,7: aplicar 600 kg de caliza agrícola/ha
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del suelo húmedo y se incorpora con los implementos de labranza. En este tipo de suelos, esperar al menos una semana para fertilizar y sembrar.

2.2.-Contenido de arcilla igual o inferior a 30%, con excepción de suelos arenosos, areno francosos y franco arenosos:
-pH entre 4,7 y 5,4: aplicar 800 kg de caliza agrícola/ha
          -pH inferior a 4,7: aplicar 1.000 kg de caliza agrícola/ha
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del suelo húmedo y se incorpora con los implementos de labranza. En este tipo de suelos esperar al menos dos semanas para fertilizar y sembrar.

2.3.-Contenido de arcilla superior a 30%:
-pH entre 4,7 y 5,4: aplicar 1.200 kg de caliza agrícola/ha
          -pH inferior a 4,7: aplicar 1.800 kg de caliza agrícola/ha
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del suelo húmedo y se incorpora con los implementos de labranza. En este tipo de suelos esperar al menos tres semanas para fertilizar y sembrar.

3.-Fertilización con nitrógeno: la soya por medio de una simbiosis que se establece en las raíces de la planta con bacterias del género  Bradyrhizobium, es capaz de fijar directamente el nitrógeno atmosférico para cubrir sus requerimientos. Entonces, se debe aplicar la fertilización biológica haciendo una adecuada inoculación de las semillas con las bacterias respectivas, inmediatamente antes de la siembra, y si el suelo es muy pobre, se recomienda aplicar una dosis stándard de 20 kg de N/ha en una sola fracción al momento de la siembra, lo cual permite asegurar el suministro de este nutriente hasta cuando se inicie el proceso de fijación de N atmosférico por parte de las bacterias. En suelos pobres, de baja fertilidad, se recomienda utilizar inoculantes que contengan molibdeno.

4.-Fertilización con fósforo:
         
4.1.-El análisis de suelo indica nivel BAJO de P: como el suelo se encala o el pH>5,5, aplicar 70 kg de P2O5/ha.

4.2.-El análisis de suelo indica nivel MEDIO de P: como el suelo  se encala o el pH>5,5, aplicar 50 kg de P2O5/ha.

4.3.-El análisis de suelo indica nivel ALTO de P: como el suelo se encala o el pH>5,5, aplicar 30 kg de P2O5/ha.

5.-Fertilización con potasio:

5.1.-El análisis de suelo indica nivel BAJO de K:

5.1.1.-El contenido de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%: aplicar 120 kg de K2O/ha, fraccionado, una fracción de 60 kg de K2O/ha al momento de la siembra y otra fracción de 60 kg de K2O/ha a los 30-35 días de edad del cultivo.

5.1.2.-El contenido de arcilla del suelo es inferior a 30%, excepto suelos arenosos, areno francosos y franco arenosos: aplicar 140 kg de K2O/ha en una sola fracción al momento de la siembra.

5.1.3.-El contenido de arcilla del suelo es igual o superior a 30%: aplicar 160 kg de K2O/ha, una sola fracción al momento de la siembra.

5.2.-El análisis de suelo indica nivel MEDIO de K:

5.2.1.-El contenido de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%: aplicar 100 kg de K2O/ha, fraccionado, una fracción de 50 kg de K2O/ha al momento de la siembra y otra fracción de 50 kg de K2O/ha a los 30-35 días de edad del cultivo.

5.2.2.-El contenido de arcilla del suelo es inferior a 30%, excepto suelos arenosos, areno francosos y franco arenosos: aplicar 110 kg de K2O/ha en una sola fracción al momento de la siembra.

5.2.3.-El contenido de arcilla del suelo es igual o superior a 30%: aplicar 120 kg de K2O/ha, una sola fracción al momento de la siembra.

5.3.-El análisis de suelo indica nivel ALTO de K:

5.3.1.-El contenido de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%: aplicar 40 kg de K2O/ha, fraccionado, una fracción de 20 kg de K2O/ha al momento de la siembra y otra fracción de 20 kg de K2O/ha a los 30-35 días de edad del cultivo.

5.3.2.-El contenido de arcilla del suelo es inferior a 30%, excepto suelos arenosos, areno francosos y franco arenosos: aplicar 70 kg de K2O/ha en una sola fracción al momento de la siembra.

5.3.3.-El contenido de arcilla del suelo es igual o superior a 30%: aplicar 100 kg de K2O/ha, una sola fracción al momento de la siembra.

6.-Relación Ca/Mg: en los programas de fertilización se debe mantener la relación Ca/Mg intercambiables con valores entre 2 y 7. Cuando la relación es baja (<2) porque hay poco Ca o mucho Mg y se encala, generalmente al encalar se corrige la relación Ca/Mg; si no se encala porque el pH es adecuado, se debe corregir la relación Ca/Mg aplicando 400 kg de caliza/ha. Cuando la relación Ca/Mg es alta (>7) porque hay muy poco Mg, se corrige aplicando 50 kg de MgO/ha, utilizando sulfato de magnesio o sulpomag.

7.-Fertilización con micronutrientes: en este caso, donde no tenemos mucho espacio para explicar a fondo el manejo de los micronutrientes, solo vamos a referirnos a las aspersiones preventivas. Si el análisis de suelo indica que el suelo es pobre en micronutrientes, o si no se reportan los niveles de micronutrientes pero el pH del suelo es de tendencia alcalina o mayor que 7,0, o si el suelo es en general muy pobre y de texturas gruesas (a, af y fa), las aspersiones preventivas de micronutrientes se consideran una buena opción.

En esas aspersiones preventivas se deben utilizar fertilizantes foliares que contengan mezcla de  micronutrientes, en dos aplicaciones, una en la primera etapa de alta tasa de crecimiento, que ocurre después del inicio de la floración (estados R1-R2) y, la otra, dos semanas después. Según la concentración de nutrientes en el fertilizante se aplican dosis que varían entre 0,5 y 1,0 kg/ha disueltos en 100 a 200 litros de agua, o puede seguir las instrucciones del fabricante, o puede consultar un especialista.

Consideración final: en las siembras de soya durante el ciclo Norte-Verano de los Llanos Occidentales, si este cultivo sigue a un cultivo de maíz o arroz que fue adecuadamente fertilizado y se realiza una correcta inoculación de las semillas, no es necesario aplicar fertilizantes, ya que la soya aprovechará el efecto residual de P y K, y el nitrógeno será suministrado por la mineralización de la materia orgánica y la fijación biológica. Esto representa una disminución significativa de los costos de producción, por lo que el punto de equilibrio de la gestión se obtiene con rendimientos modestos de la soya, que son los más probables durante estas siembras con poca lluvia y con variedades precoces.

A continuación se presenta un ejemplo, para que el productor o su asesor tengan una mejor orientación en la elaboración de los programas de fertilización, partiendo de un análisis de suelo y utilizando la “Clave para elaborar programas de fertilización de los cultivos”.

PROGRAMA DE FERTILIZACIÓN EN SOYA (Ejemplo)

Suelo ubicado en el Sector El Caruto, Municipio Maturìn, estado Monagas.

Profundidad de la muestra: 0-20 cm
Arena: 76,7%
Limo: 15,3%
Arcilla: 8,0%
Clase textural (Bouyoucos modificado): franco arenoso (Fa) lìmite con areno francoso (aF)
Suspensión 1:2:
          pH: 4,96
          CEs mS/cm: 0,07
Carbono orgánico (W. and B.): 0,33%
Fósforo (Olsen): 3 ppm
Potasio (NH4OAc 1 N): 12 ppm
Al+++intercambiable: 0,10 me/100 g de suelo
Ca++intercambiable: 0,52 me/100 g de suelo
Mg++intercambiable: 0,36 me/100 g de suelo
Fe (Mehlich 1): 44,0 ppm
Cu (Mehlich 1): 0,4 ppm
Zn (Mehlich 1): 0,4 ppm
Mn (Mehlich 1): 9,5 ppm
CEs mS/cm multiplicado por 100 equivale a antiguo CE x 105

INGRESO A LA CLAVE (con los valores del análisis de suelo):

1.I.-VALORES DE CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA (CE expresada en mS/cm = dS/m = mmhos/cm)

1.I.1.-CE en suspensión 1:2 = 0,07 mS/cm <1,0, el suelo no tiene problemas de excesos de sales solubles, pasar directamente al punto 1.II

1.II.-REQUERIMIENTO DE ENCALADO (Se aplica para corregir el pH de los suelos ácidos)

1.II.2.-pH del suelo = 4,96, < 5,5: ingrese aquí según las indicaciones siguientes:

1.II.2.a.-Contenido de arena superior a 50% y contenido de arcilla igual o inferior a 20%:

          -pH entre 4,7 y 5,4: aplicar 400 kg de caliza agrícola/ha
         
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del suelo húmedo y se incorpora con los implementos de labranza. En este tipo de suelos, arenosos, esperar al menos una semana para fertilizar y sembrar.

1.III.1.a.-Cultivos de ciclo corto leguminosas: las especies de plantas pertenecientes a la familia leguminosas o fabáceas (como por ejemplo soya, caraotas, frijol y otras), por medio de una simbiosis que se establece en las raíces de la planta con bacterias del género Rhizobium o Bradyrhizobium, son capaces de fijar directamente el nitrógeno atmosférico para cubrir sus requerimientos. En estos casos, si el suelo es muy pobre, se recomienda aplicar una dosis stándard de 20 kg de N/ha en una sola fracción al momento de la siembra, lo cual permite asegurar el suministro de este nutriente hasta cuando se inicie el proceso de fijación de N atmosférico por parte de las bacterias.

Para que la simbiosis entre la planta leguminosa y la bacteria específica sea efectiva, es preciso aplicar la “fertilización biológica nitrogenada”, haciendo una adecuada inoculación de las semillas inmediatamente antes de la siembra. En estos suelos pobres se recomienda utilizar inoculantes que contengan molibdeno.

Aplicar 20 kg de N/ha al momento de la siembra, si utiliza urea:

          -Aplicar 20/0,46 = 43,5 kg de urea/ha (se puede aproximar a 50 kg de urea/ha)
         
1.IV.1.a.-El análisis de suelo indica nivel BAJO de P:

1.IV.1.a.2.-El pH del suelo es < 5,0 y encala: aplicar 70 kg P2O5/ha. Si utiliza:

                   -Fosfato diamónico, aplicar 70/0,46=152 kg/ha
                  
1.V.1.a.-El análisis de suelo indica nivel BAJO de K:

1.V.1.a.1.-El contenido de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%: aplicar 120 kg de K2O/ha, fraccionado, una primera fracción de 60 kg de K2O/ha al momento de la siembra y otra fracción de 60 kg de K2O/ha a los 30-35 días de edad del cultivo. Si utiliza en cada fracción:

                   -Cloruro de potasio, aplicar 60/0,6=100 kg/ha
                  
1.VI.1.a.-El análisis de suelo indica nivel BAJO de Ca o de Mg:

1.VI.1.a.1.-El análisis de suelo indica nivel BAJO de Ca:

En este caso, como  se está encalando el suelo para corregir la acidez aplicando 400 kg de caliza/ha, y como el suelo es de textura gruesa (arenoso) con baja capacidad amortiguadora, se considera que esa cantidad de caliza es suficiente para corregir también la insuficiencia de Ca.

1.VI.1.a.2.-El análisis de suelo indica nivel BAJO de Mg:

-Aplicar 50 kg de MgO/ha. Si utiliza:

-Sulfato de magnesio con 24% de MgO, aplicar 50/0,24=208 kg/ha.

-Sulpomag con 18% de MgO, aplicar 50/0,18=278 kg/ha; este fertilizante a la vez contiene 22% de K2O, por lo que además de suministrar 50 kg de MgO/ha, también  aporta 278 x 0,22=61 kg de K2O/ha.

1.VI.2.-VALORES DE LA RELACIÓN Ca/Mg PARA ESTIMAR DOSIS DE CALCIO O MAGNESIO A APLICAR.

1.VI.2.3.-Relación Ca/Mg = 0,52/0,36 = 1,44 < 2:

-Indica que hay excesos de Mg en relación al Ca y se debería aplicar caliza o yeso para mejorar esa relación.

Nota: en este caso hay que hacer una consideración que no aparece en la clave pero que es necesario tomar en cuenta y es en cierta forma subjetiva. La situación es que al corregir pH aplicando 400 kg de caliza/ha, se está corrigiendo también la insuficiencia de Ca y, consecuentemente, se considera que a pesar de aplicar Mg para corregir su insuficiencia, con ese encalado del suelo se está corrigiendo también la relación Ca/Mg, y no sería necesario aplicar más calcio al sistema porque se puede elevar mucho esta relación.

1.VIII.3.1.-El análisis de suelo indica niveles insuficientes de algún micronutriente: para este suelo el análisis indica que el nivel de Fe es MEDIO y los niveles de Cu, Zn y Mn son BAJOS. Debido a otras características del suelo, como su textura gruesa, lo más probable es que también sea BAJO el nivel de boro (B). Para la corrección de esta condición de insuficiencia de micronutrientes se presentan dos opciones:

1.VIII.3.1.a.-Aplicar al suelo antes de la siembra, una fuente de los micronutrientes insuficientes, preferiblemente mezclado lo más uniformemente posible con el fertilizante utilizado en el abonamiento de base:

          -Hierro: aplicar 40 kg de FeSO4.7H2O/ha
          -Cobre: aplicar 10 kg de CuSO4.5H2O/ha
          -Manganeso: aplicar 20 kg de MnSO4/ha
          -Zinc: aplicar 30 kg de ZnSO4/ha
          -Boro: aplicar 10 kg de bórax/ha
          -Molibdeno: no se recomiendan aplicaciones al suelo. En este cultivo, se recomienda aplicar Mo con el inoculante para tratar la semilla.

1.VIII.3.1.b.-Aspersiones preventivas: en este caso sabemos, porque lo indica el análisis, que el suelo es pobre en micronutrientes, por lo tanto, las aspersiones preventivas de micronutrientes se consideran una buena opción. Se utilizan fertilizantes foliares que contienen mezcla de esos micronutrientes ya que los niveles de todos ellos están en categoría BAJO. Estos fertilizantes foliares con mezclas de micronutrientes en concentraciones relativamente altas, generalmente se ofrecen como productos sólidos de alta solubilidad, con los nutrientes en forma quelatada o no. La recomendación es la siguiente:

Se hacen dos aplicaciones, una en la primera etapa de alta tasa de crecimiento, que ocurre en el período de floración (estados R1-R2), y la otra, dos semanas después. Según la concentración de nutrientes en el fertilizante se aplican dosis que varían entre 0,5 y 1,0 kg/ha, disueltos en 100 a 200 litros de agua, o se pueden utilizar las recomendaciones del fabricante. Se pueden combinar estas aplicaciones con plaguicidas si fuese necesario algún combate de plagas.

Queda a decisión del productor o de su asesor la opción a aplicar.

RESUMEN DEL PROGRAMA DE FERTILIZACIÓN.

1.-Encalar: con el suelo húmedo se esparce sobre la superficie del suelo 400 kg de caliza agrícola/ha. Incorporar la caliza con los implementos de labranza y esperar al menos una semana para continuar las labores.

2.-Una semana después de la incorporación de la caliza y que el suelo haya tenido suficiente humedad para una buena reacción entre la caliza y los componentes del suelo, se aplican los fertilizantes recomendados.

3.-Realizar inoculación de las semillas inmediatamente antes de la siembra siguiendo el punto 1.III.1.a de la clave. Procurar que no quede semilla tratada de un día para otro.

4.-Los fertilizantes a aplicar al momento de la siembra, considerando los productos más frecuentes en el mercado nacional, serían:

Opción 1:

a.-Fosfato diamónico (DAP): 152 kg/ha. Este producto aporta los 70 kg de P2O5/ha  estimados más 27 kg de N/ha.
b.-Urea: Si se utiliza fosfato diamónico, no es necesario aplicar los 50 kg de urea/ha que fueron estimados previamente.
c.-Sulpomag: 278 kg/ha. Esta cantidad de sulpomag cubre los 50 kg de MgO/ha requeridos, más 61 kg de K2O/ha que cubrirían la primera fracción de potasio que se estimó en 60 kg de K2O/ha.
d.-Sulfato ferroso heptahidratado 40 kg + sulfato de cobre pentahidratado 10 kg + de sulfato de manganeso 20 kg +  sulfato de zinc 30 kg + bórax 10 kg.

Todos estos productos se pueden mezclar (152 + 278 + 40 +10 + 20 + 30 + 10 = 540 kg de mezcla de fertilizante/ha), con el inconveniente de que las fuentes de micronutrientes son en polvo y los otros fertilizantes son granulados.

Opción 2: Es la misma opción anterior pero no se aplican los micronutrientes al suelo si no en aspersiones preventivas según la recomendación 1.VIII.3.1.b. De esta manera, la cantidad de fertilizante a aplicar al momento de la siembra (en el abonamiento de base) se reduce a 430 kg/ha.

Opción 3:

a.-Fosfato diamónico (DAP): 152 kg/ha. Este producto aporta los 70 kg de P2O5/ha  estimados más 27 kg de N/ha.
b.-Urea: si se utiliza fosfato diamónico, no es necesario aplicar los 50 kg de urea/ha que fueron estimados previamente.
c.-Cloruro de potasio: 100 kg/ha.
d.-Sulfato de magnesio monohidratado: 208 kg/ha.
e.-Los micronutrientes se aplican en aspersiones preventivas según lo recomendado en 1.VIII.3.1.b.

Estos productos se mezclan y resultan en 152 + 100 + 208 = 460 kg de fertilizante/ha, que se deben aplicar al momento de la siembra como abonamiento de base.

5.-Los fertilizantes a aplicar en los reabonos serían los siguientes:

a.-A los 30 días de edad del cultivo aplicar cloruro de potasio 100 kg/ha.

Buena suerte con su cultivo.

Sin fertilizantes es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.

En Amazon está a la venta el libro del autor: “Fertilidad de suelos y su manejo en la agricultura venezolana”. Tiene información muy útil para mejorar la práctica de fertilización de los cultivos, con miras a una mayor productividad y a un mejor trato a los suelos y al ambiente en general, https:/www.amazon.com/dp/1973818078/

Pedro Raúl Solórzano Peraza



domingo, 20 de mayo de 2018

Conociendo la planta de soya. III.-La nutrición de la soya.



Este documento es la parte III de otros que van a conformar el tema: “Conociendo la planta de soya”, hasta completar la información sobre crecimiento y nutrición de esta planta, aspectos muy importantes para el manejo del cultivo en el campo.

III.-La nutrición de la soya.

Las plantas para desarrollarse normalmente, necesitan disponer de una adecuada y oportuna suplencia de un grupo de elementos que se conocen como nutrientes esenciales. Cada uno de ellos cumple una función específica dentro del vegetal, y su ausencia, o aún su presencia a niveles inferiores de los normales, impide que la planta logre expresar su máxima capacidad de crecimiento.

Los nutrientes esenciales se han dividido en macronutrientes y micronutrientes, dependiendo de las cantidades en que las plantas los requieran. Los macronutrientes son nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y azufre (S). Los micronutrientes son hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), cobre (Cu), boro (B), molibdeno (Mo) y cloro (Cl). Estos nutrientes se pueden encontrar en el suelo bajo diferentes formas, se mueven hacia la raíz por distintos procesos y una vez que llegan a la interfase suelo-raiz, pueden ser absorbidos por las plantas. Cuando los suelos no están en capacidad de suministrar la cantidad suficiente de estos nutrientes a las plantas, lo cual se puede conocer realizando un análisis de suelos, estos nutrientes se deben aplicar por medio de fertilizantes en la práctica de fertilización.

Para el manejo de la fertilización de las plantas cultivadas una información valiosa es el conocimiento de los patrones de acumulación de los nutrientes a lo largo de su ciclo de vida. En esta ocasión, vamos a presentar los patrones de acumulación de N, P y K, en la variedad Soyica P-31 procedente del ICA, Colombia, sembrada en el campo con una eficiente inoculación con rizobios.

El nutriente que se acumuló en mayor cantidad es el nitrógeno, el cual alcanzó un valor máximo de 217,76 kg de N/ha lo cual es lógico dado el elevado nivel de proteína en el grano de soya, luego sigue el potasio con un máximo acumulado de 74,4 kg de K2O/ha (62,02 kg de K/ha), y finalmente el fósforo con 59 kg de P2O5/ha (20,25 kg de P/ha). Pero es importante conocer cómo ocurrió esa acumulación en las diferentes etapas del crecimiento y desarrollo de las plantas.

En los cuadros 1, 2 y 3 se presenta la acumulación de N, P y K respectivamente en los diferentes órganos y en la planta entera, en relación a la edad del cultivo. Se aprecia que la máxima acumulación de N (217,76 kg/ha) ocurrió al momento de la cosecha, mientras que para P (20,25 kg/ha) y K (62,02 kg/ha) esa máxima acumulación ocurrió a los 74 días de edad (estado R8), disminuyendo a partir de allí hasta la cosecha. Esta disminución se puede explicar porque en esta etapa final del ciclo ya la absorción de estos elementos es muy baja y no logra superar la pérdida que ocurre por el desprendimiento de las hojas de las plantas.

Cuadro 1. Acumulación de nitrógeno en los diferentes órganos de la planta de soya a lo largo de su ciclo de vida. Valores en kg de N/ha.

   Edad     Hojas    Tallos  Vainas    Hojas   Granos    Total
   (días)                                        viejas
18
4,42
1,35
5,77
25
11,86
3,02
14,88
32
19,23
4,27
23,50
39
30,72
4,29
35,01
46
42,90
15,10
58,00
53
55,80
22,50
12,50
90,80
59
55,21
23,34
38,52
1,42
118,29
68
53,66
29,05
108,23
1,54
192,48
74
9,33
13,76
166,37
6,77
196,23
87
6,12
12,03*
199,54
217,76
*Vainas vacías

Cuadro 2. Acumulación de fósforo en los diferentes órganos de la planta de soya a lo largo de su ciclo de vida. Valores en kg de P/ha.

     Edad     Hojas    Tallos  Vainas    Hojas   Granos    Total
    (días)                                        viejas   
18
0,39
0,06
0,45
25
0,86
0,26
1,12
32
2,59
0,49
3,08
39
2,58
0,61
3,19
46
4,29
2,52
6,81
53
5,60
2,92
1,46
9,98
59
4,89
2,28
3,01
0,02
10,20
68
5,14
2,82
8,77
0,20
16,93
74
0,89
1,86
16,40
1,10
20,25
87
0,43
1,63*
14,05
16,11
*Vainas vacías
Cuadro 3. Acumulación de potasio en los diferentes órganos de la planta de soya a lo largo de su ciclo de vida. Valores en kg de K/ha.

     Edad     Hojas    Tallos  Vainas    Hojas   Granos    Total
    (días)                                        viejas   

          18
1,35
0,99
2,34
25
3,07
2,16
5,23
32
7,26
3,65
10,91
39
10,98
5,29
16,27
46
16,72
18,80
35,32
53
16,46
15,24
7,16
38,86
59
15,46
12,11
18,32
0,41
46,30
68
9,85
6,65
37,80
0,32
54,62
74
1,12
5,58
53,99
1,33
62,02
87
1,31
15,92*
36,53
53,76
*Vainas vacías

Los resultados indican que al principio, cuando se iniciaron las evaluaciones a los 18 días de edad y hasta los 32 días, la acumulación de estos tres nutrientes es lenta y comienza a incrementarse según el muestreo de los 39 días de edad, cuando ya las plantas están en pleno período de floración. Se considera que entre los 32 y 39 días de edad las plantas estaban en los estados R1 y R2. Estos valores se incrementan significativamente después de los 46 días en la posfloración, cuando las plantas ya están en R3.

En lo que respecta a la acumulación de nitrógeno en los diferentes órganos de la planta de soya (cuadro 1), vemos que durante las primeras etapas de desarrollo la mayor acumulación de N ocurre en las hojas y muy poca proporción en los tallos. Esto se mantiene hasta el inicio de la formación de vainas a los 53 días (estado R4) cuando éstas comienzan a ser importantes depósitos de nitrógeno y paralelamente, a partir de este momento se inicia la pérdida de hojas, lo cual, junto a un posible transporte de N a las vainas, influye en la drástica disminución de la acumulación del nutriente en este órgano, a tal punto que para el momento de la cosecha no se reportan datos porque las plantas están completamente desprovistas de follaje. Igualmente, la acumulación de nitrógeno en los tallos es muy lenta después de los 53 días de edad y hay una clara evidencia de que ocurre transporte de N desde los tallos hacia las vainas a partir de los 68 días (R6). Para el momento de la cosecha, en las vainas había 97% del total de N acumulado y solo 3% en los tallos.

La acumulación de nitrógeno es importante porque es constante y creciente durante todo el ciclo de la planta y, además, en cantidades relativamente altas. Por esta razón es necesario hacer una buena inoculación de las semillas y asegurar que ocurra fijación de N atmosférico, lo cual generalmente comienza a los 20 días de edad.

Fósforo y potasio siguen más o menos la misma tendencia del nitrógeno, solo que en menores cantidades y las máximas acumulaciones ocurren a los 74 días, después de lo cual tienden a disminuir por la pérdida de hojas. Una diferencia interesante entre estos nutrientes se refiere al destino final de ellos en los órganos de la planta. Nitrógeno y fósforo se acumulan casi totalmente en los granos (92% de N y 87% de P), mientras que el potasio se distribuye entre tallos más vainas vacías (32% de K) mientras que en los granos permanece un 68% de K.

Quizás más importante sea analizar las tasas de acumulación de N, P, K en la planta a lo largo del ciclo de vida, ya que nos proporciona información en relación a los momentos críticos cuando los requerimientos son mayores. Esos valores se presentan en el cuadro 4.

Cuadro 4. Tasas de acumulación de N-P-K en la planta de soya a lo largo de su ciclo de vida.

                   Período                           Tasas de acumulación (kg/ha/día)
                    (días)                                   N               P             K

                   18-25                                  1,30         0,10        0,41
                   25-32                                  1,23         0,28        0,81
                   32-39                                  1,64         0,02        0,77
                   39-46                                  3,28         0,52        2,75
                   46-53                                  4,69         0,45        0,48
                   53-59                                  4,58         0,04        1,24
                   59-68                                  8,24         0,75        0,92
                   68-74                                  0,63         0,55        1,23
                   74-87                                  1,66       -0,32       -0,64
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Las tasas de acumulación de estos nutrientes son bajas al principio y hasta la posfloración e inicio de la formación de vainas, observándose que para el período 39-46 días los valores se incrementan significativamente. A partir de allí se alcanzan las tasas máximas de acumulación llegando para el potasio a un valor de 2,75 kg de K/ha/día en este período de 39-46 días (R2-R3), para el nitrógeno la máxima tasa de acumulación se alcanza a los 59-68 días (R5-R6) con un valor altísimo de 8,24 kg de N/ha/día, siendo este período el más activo en el llenado de los granos. Para el fósforo la máxima tasa de acumulación también fue en este período y con un valor de 0,75 kg de P/ha/día.

Evidentemente, las altas tasas de acumulación de nitrógeno se logran en una gran proporción a través de la fijación biológica de N atmosférico por el Bradyrhizobium japonicum. De no realizarse una buena inoculación de la semilla antes de sembrar, estos requerimientos tendrían que suplirse por medio de fertilizantes que en el mejor de los casos equivaldría a casi 500 kg de urea/ha con una eficiencia imposible de 100%, o más de 1 tonelada de sulfato de amonio/ha. Además, habría que asegurar que para los 10 días del período 59-68 días se encuentren unos 80 kg de N disponibles para las plantas, y poder suplir la alta demanda de ese momento.

La acumulación de fósforo y potasio es constante durante el ciclo, lo que implica que los fertilizantes fosfatados y potásicos se deben aplicar al momento de la siembra en las dosis que se recomienden según el análisis de suelo y con el conocimiento de estos requerimientos. Sin embargo, si los suelos son de texturas gruesas donde se esperan pérdidas significativas de nutrientes por lixiviación, el potasio se debe fraccionar, aplicando una fracción al momento de la siembra y aplicar una segunda fracción un poco antes de los 40 días de edad del cultivo o cuando apenas aparecen las primeras vainas (estado R3), porque es la etapa con la mayor tasa de acumulación de este nutriente.

De toda la información anterior, además, podemos concluir que la soya en el ejemplo tuvo un rendimiento de 2.811 kg de granos/ha, y si sobre esta base calculamos los requerimientos nutritivos para lograr este rendimiento encontramos que se producen 12,9 kg de granos por cada kg de N acumulado por el cultivo (2.811/217,76=12,9), se producen 47,6 kg de granos por cada kg de P2O5 acumulado por el cultivo (2.811/59=47,6), y se producen 37,8 kg de granos por cada kg de K2O acumulado por el cultivo (2.811/74,4=37,8). Estos valores son muy parecidos a otros valores reportados en la literatura para diferentes niveles de rendimiento.

Toda la información presentada permite al productor o a su asesor si fuera el caso, junto al conocimiento de las condiciones de suelo mediante un análisis reciente con fines de fertilidad, preparar un programa de fertilización para el cultivo de la soya bastante ajustado a la realidad, para lograr los rendimientos esperados.

Sin fertilizantes es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.

En Amazon está a la venta el libro del autor: “Fertilidad de suelos y su manejo en la agricultura venezolana”. Tiene información muy útil para mejorar la práctica de fertilización de los cultivos, con miras a una mayor productividad y a un mejor trato a los suelos y al ambiente en general, https:/www.amazon.com/dp/1973818078/

Pedro Raúl Solórzano Peraza