lunes, 25 de febrero de 2019

Los aborígenes en nuestro territorio, de Colón a Maduro.



A principios del año 1492, el navegante genovés Cristoforo Colombo, o Cristóbal Colón en español, andaba en la búsqueda de apoyo para emprender un viaje, con el fin de navegar por el Océano Atlántico hacia el oeste hasta alcanzar parte del continente asiático. Finalmente consiguió el apoyo y financiamiento de parte de los Reyes Católicos de España, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Enseguida Colón se dedicó a la búsqueda de embarcaciones y tripulantes, pudo reunir tres naves y noventa marinos lanzándose al mar, partiendo del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492, llegando a la Isla de Guanahaní (actualmente perteneciente a Bahamas) el 12 de octubre, setenta días después de haber zarpado.

Rápidamente, Colón y su tripulación establecieron relaciones amistosas con los pobladores de la isla, los aborígenes, posiblemente los habitantes primitivos de aquel lugar, a los que erróneamente llamaron “indios” porque Colón creía que había llegado a la India. Estaban en el “Nuevo Mundo”, como se conoció esta parte del planeta hasta que se percataron que este lugar no estaba conectado por tierra con Europa y tampoco con la India, por lo que a partir de 1507 a este nuevo continente se le llamó América, en honor a Amerigo Vespucci, o Américo Vespucio en español, quien fue protagonista del descubrimiento del Nuevo Mundo y de su identificación como un nuevo continente.

Posterior al Descubrimiento de América, gracias a la valiente y extraordinaria aventura Colombina de cruzar el mar océano viajando desde España hacia el oeste, vinieron la conquista y la colonización del nuevo continente en las cuales intervinieron, además de España, potencias europeas como Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda, entre otras.

Esas etapas: descubrimiento, conquista y colonización de América, iban a ocurrir, tenían que ocurrir. Cualquier navegante de la época, en la búsqueda de nuevas rutas marítimas podía llegar por primera vez a estas tierras desconocidas, pero a Cristóbal Colón le correspondió la gloria de haberlo conseguido, por lo que históricamente es considerado el “Descubridor de América”, y en la mayor parte del nuevo continente, se celebra el 12 de octubre como el “Día del Descubrimiento de América”.

Después del descubrimiento vino la barbarie de la conquista. Esta etapa enfrentó la resistencia de numerosas tribus de aborígenes, dirigidas por valientes caciques, que le dificultaron el trabajo a los invasores. Con sus lanzas y flechas, durante muchos años, resistieron ante expertos guerreros, quienes estaban protegidos por fuertes vestiduras, montando amaestradas cabalgaduras, utilizando arcabuces y armas blancas metálicas bien diseñadas para la guerra.

En estas confrontaciones destacaron caciques como Guaicaipuro, Chacao, Tamanaco, Arichuna, Maracay, Baruta, Guaicamacuto, Manaure, Mara, Paramacay, Paramaconi, Tamanaco, Tiuna, Nigale y muchos otros. En Venezuela se le ha rendido tributo permanente a estos héroes de aquellos episodios. Muchos puntos de importancia de nuestro territorio han sido bautizados con sus nombres, como un recuerdo imperecedero de sus glorias. Por cierto, Nigale, cacique de los Zaparas y guardián de la entrada al Lago de Maracaibo, iba a ser honrado colocando su nombre al segundo puente sobre el lago ofrecido por el régimen chavista, y como todos sus actos, no pasó de las intenciones y posiblemente del mal gasto de cuantiosas cantidades de dinero.

Cristóbal Colón no tuvo nada que ver con la barbarie de la conquista, sin embargo, desde que llegó al poder en Venezuela el socialismo del siglo XXI, con su característica actitud populista, se inició una campaña contra Colón, la cual terminó en la destrucción de los monumentos erigidos en honor a tan especial personaje de la Historia Universal, y en el bautizo como “Día de la Resistencia Indígena” al 12 de octubre de cada año.

Ese amor por los aborígenes, fue utilizado por el actual régimen chavista-madurista como pantalla de su hipócrita acercamiento con estos ancestros de nuestro mestizaje, actitud que también ha mostrado con la población más pobre de nuestra sociedad, aparentando ayudarlos a progresar, y al final, condicionándolos a una total dependencia o moderna esclavitud.

En la medida que esos aborígenes y pobres se cansan de su permanente y precaria situación, y comienzan a protestar y a reclamar derechos ciudadanos, en esa misma medida comienzan a ser agredidos por las fuerzas represoras del régimen. Al dejar de obedecer y abandonar el comportamiento sumiso ante la voluntad del régimen, los acosan, los hostigan, los asesinan. Ejemplo de esto ha ocurrido en las recientes protestas en el país, promovidas y lideradas desde las barriadas populares de nuestras ciudades, cuando los chismosos, correveidiles, adulantes del régimen, delataron a jóvenes que participaron en estas protestas y fueron buscados por los opresores para apresarlos, torturarlos y hasta asesinarlos.

Sin embargo, quizás lo más triste es lo que está ocurriendo con los aborígenes en los momentos actuales. La ayuda humanitaria que necesita Venezuela con urgencia, ha llegado a las fronteras del territorio. El régimen se ha opuesto a su ingreso al país donde hace tanta falta para salvar vidas. Infinidad de voluntarios se han ofrecido para colaborar en la entrada de esa ayuda humanitaria y su distribución hacia los sitios, donde alimentos y medicinas, son requeridos con mayor urgencia. Uno de esos grupos de voluntarios han sido los Pemones, quienes habitan en la Gran Sabana, pero han sido reprimidos con saña, asesinados a mansalva. Nuevamente nuestros aborígenes enfrentan sus lanzas y flechas al moderno armamento de este vergonzoso ejército venezolano, que acepta la barbarie ordenada por el régimen a través de cubanos, quienes han invadido con autorización de Chávez y ahora de Maduro, nuestro ejército y otras instituciones del país.

¿Qué le puede importar a un cubano de éstos o a otros invasores autorizados, que sea asesinado un venezolano? Le ha tocado el turno al Pueblo Pemón, quienes dignamente han enfrentado a sus agresores, a costa de sus vidas y de su tranquilidad en estas tierras que han habitado por siglos. La barbarie de los conquistadores contra los aborígenes, tan criticada por Chávez, Maduro y todo su círculo de “jala bolas”, parece que se queda pequeña ante la actual masacre contra los pemones, en pleno siglo XXI, sobre todo cuando estos venezolanos han querido contribuir con una causa tan noble, como la entrada de la ayuda humanitaria a nuestro territorio.

Pedro Raúl Solórzano Peraza
Febrero de 2019.



domingo, 24 de febrero de 2019

Planes para el día después. Agricultura XVI: Un servicio de extensión y de asistencia técnica


 


Para el día después, que será el primer día de un nuevo período democrático para Venezuela, se debe tener un plan de acción para recuperar los sectores productivos del país. Uno de ellos es la agricultura, donde hay que considerar muchos aspectos, y en esta oportunidad trataremos el tema de la necesidad de un servicio de extensión agrícola y de asistencia técnica.

Un servicio de extensión agrícola y de asistencia técnica


La extensión agrícola y la asistencia técnica en el campo ha sido ofrecida en Venezuela por diversas organizaciones y, en los últimos años, ante la ausencia de un organismo oficial que pudiera coordinar todas estas actividades, lo poco que se brinda a los productores es aportado por algunas universidades e institutos tecnológicos, y por las pocas empresas privadas que aún permanecen suministrando insumos para la agricultura y realizando labores de asistencia técnica.

Se considera que las Demostradoras del Hogar Campesino, fueron de los primeros grupos que fungieron como agentes de extensión en los hogares campesinos y, aunque su labor estaba dirigida hacia el mejoramiento de las amas de casa y el bienestar de las familias campesinas, no dejan de ser importantes como extensionistas en nuestro mundo agrícola.

En la estructura del antiguo Ministerio de Agricultura y Cría (MAC) existía una Dirección General de Extensión Agrícola, la cual tenía secciones y personal entrenado para las actividades de extensión en todas las oficinas del MAC, distribuidas en todo el territorio nacional. Esa Dirección General fue eliminada hace varios años y nadie tomó la responsabilidad de esta actividad tan importante para la agricultura.

La extensión, el extensionista o agente de extensión agrícola, representa la conexión directa de los centros donde se imparte educación e investigación agrícola y de las empresas que ofrecen insumos para esta actividad, con los productores. La extensión es la ligazón de los avances de la ciencia y la tecnología con los productores, la cual funciona en ambos sentidos. Por un lado el agricultor informa al extensionista de algún problema en sus cultivos y éste le busca solución, personalmente o acudiendo a los centros donde puede conseguir las respuestas correspondientes, llevando luego al agricultor la solución encontrada. Por otro lado, el agente de extensión le informa al agricultor acerca de las novedades que van apareciendo en los centros de investigación agrícola para el mejoramiento de la productividad, para administrar mejor su negocio, para proteger cada vez más el ambiente, trata de convencerlo y el agricultor pone en práctica esos avances.

Las labores de extensión agrícola no solo son beneficiosas para el agricultor y la agricultura, sino también para la programación de actividades en los centros de investigación. La búsqueda de respuesta a problemas particulares de un productor, o problemas que afectan a un cultivo, o a una región o al país entero, lleva al agente de extensión a informar en los centros de investigación agrícola del problema en cuestión. Si existe la solución, el extensionista la lleva al productor, de lo contrario el instituto de investigación puede programar algunas líneas que le permitan tratar de encontrar esa solución. Es una labor coordinada, donde la presencia del agente de extensión es fundamental, lo que significa que para tener una agricultura próspera debe existir en el país un efectivo servicio de extensión agrícola.

Una vez que el extensionista tiene una respuesta para un problema particular de un agricultor, procura explicarle la solución de manera teórica o práctica, o teórica-práctica según sea la naturaleza de dicha solución. Cuando la respuesta es a un problema que va más allá de un agricultor aislado, el extensionista debe explicar la solución recurriendo a opciones de información multipersonal, como talleres, seminarios, demostraciones, días de campo, donde él participa en conjunto con los especialistas e investigadores que sean necesarios y donde el público que asiste son los agricultores interesados. También se recurre a esas herramientas, en especial a los días de campo, cuando se quiere mostrar a los productores nuevos cultivares o material genético de una determinada especie cultivada, o nuevos productos para la protección de sus cultivos, o nuevas metodologías para la realización de una determinada labor, etc.

Otra herramienta de la extensión agrícola lo constituye un buen material divulgativo, que explique de la manera más sencilla posible, tanto en forma escrita como gráfica, cómo realizar determinadas actividades agrícolas, que pueden ir desde la labor más sencilla hasta la descripción de todo el ciclo de cultivo de una determinada especie vegetal. También deben existir órganos divulgativos de publicación periódica, que informen sobre lo cotidiano de la actividad agrícola nacional y mundial.

Actualmente en Venezuela, la poca actividad que se puede considerar de extensión en el campo agrícola por parte de entes oficiales, está orientada más que todo hacia el adoctrinamiento de la población en un esquema de gobierno y no hacia lo que realmente es específicamente importante para la agricultura. Para apoyar la producción agrícola interna tiene que existir una verdadera actividad de extensión, que abarque todos los aspectos de su competencia de una manera formal y eficiente.

Definitivamente, ante la ausencia de un organismo oficial dedicado a la extensión agrícola, es perentorio organizar en el país un verdadero Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica, que permita crear un vínculo fuerte y permanente entre el productor del campo y las instituciones de investigación y educación agrícola, así como con todas las actividades comerciales que van desde la adquisición de los recursos para la producción hasta la venta de la cosecha.

El Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica pudiera ser una dependencia del Ministerio de Agricultura, o pudiera ser un instituto autónomo, o vinculado a cualquier otra instancia gubernamental, pero lo importante es que tenga una estructura y una organización que le permita cumplir cabalmente su misión. Debe existir una oficina central donde se encuentren sus directivos y donde se produzcan las políticas que van a orientar esta actividad en el país. Además, en las oficinas regionales del ministerio que funcionan en cada estado, o en un local independiente, debe existir una sección o departamento del Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica que pueda atender con prontitud las necesidades presentadas por los productores, en forma individual o por medio de sus asociaciones respectivas.

En estas oficinas regionales, o en grupos de oficinas afines, debe contarse con el apoyo de especialistas en disciplinas comunes a los cultivos, como por ejemplo especialistas en combate de malezas, fitopatólogos, entomólogos, especialistas en fertilización de cultivos, en mecanización, etc. Si en las oficinas regionales del ministerio no existieran tales especialistas, debe recurrirse a las universidades u otras instituciones de investigación cercanas que cuenten con personal de esta categoría. Lo importante es que todos aquellos que participen en este servicio estén convencidos de la proyección e influencia que deben tener hacia los agricultores, especialmente los agentes de extensión, que tienen que ser preparados técnicamente y en sus relaciones interpersonales para ganarse la confianza de los productores asistidos.

El personal técnico que va a laborar en el Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica debe ser minuciosamente seleccionado. Para las posiciones directivas y de coordinación deben ser profesionales de comprobada experiencia e intachable trayectoria profesional. Los que van a desempeñarse como  agentes de extensión, tienen que recibir una instrucción específica para que puedan cumplir cabalmente sus funciones. Esa instrucción debe contemplar cursos para el desarrollo de relaciones interpersonales que favorezcan su trato con los productores y luego la instrucción técnica necesaria.

El desarrollo o afianzamiento de actitudes personales para el trato del extensionista con los agricultores, se implementa con alguna institución de educación que se especialice en esta área y es la misma para todos los individuos seleccionables para trabajar en el servicio. Se pueden organizar cursos por regiones para facilidad de la asistencia y atención de los candidatos. La instrucción técnica o ampliación de los conocimientos para los candidatos preseleccionados, se debe realizar contratando los servicios de las universidades regionales, o de organizaciones privadas, o de especialistas independientes, que puedan ofrecer este servicio.

Durante el avance de esta etapa de instrucción se realiza una evaluación continua de los candidatos, que permita seleccionar sobre la marcha a los más adecuados, a los que muestren mejores condiciones personales y técnicas para el trabajo que realizarán, para evitar la pérdida de tiempo y esfuerzo en una actividad que es por demás costosa para el gobierno.

En la oficina central del Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica se debe realizar todo lo relativo a publicaciones y material divulgativo en general, para lo cual es preciso contar con personal capacitado en esta materia, o contratar este servicio con alguna oficina especializada. En el país existe experiencia en esto, basta con recordar ejemplos como la publicación El Agricultor Venezolano o toda la trayectoria que tuvo el Consejo de Bienestar Rural (CBR) en estas actividades. Por supuesto, hoy en día, es fundamental incluir el mundo virtual de internet para estas actividades de instrucción y divulgación.

Una opción para que el Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica no represente una organización burocrática en exceso, sería combinarlo con oficinas privadas de asistencia técnica a los agricultores. Esto se ha practicado con anterioridad en el país con evidente éxito por lo que vale la pena revisarlo y considerarlo.

Un ejemplo de la asistencia técnica privada en la agricultura venezolana se implementó como parte del PRA, que son las siglas de Programa Racional Agrícola. Recuerdo que éste fue un programa llevado a cabo por la empresa Protinal, C.A., e instrumentado para la producción de sorgo granífero principalmente en los estados Guárico y Barinas en los años setenta del siglo pasado. En estos casos la asistencia técnica debe ser pagada por el agricultor, se considera un costo de producción y así se incluye en los programas crediticios.

Esas empresas de asistencia técnica estarían conformadas por un grupo de agrotécnicos, quienes también recibirían la debida instrucción para poder apoyar adecuadamente a los agricultores. Para poder ejercer sus funciones, la calidad de los profesionales que forman parte de estas empresas será evaluada y aprobada por el Servicio de Extensión Agrícola y Asistencia Técnica y la supervisión de sus actividades pudiera ser responsabilidad de las oficinas regionales del mismo servicio.

Si en algún momento se llegase a establecer que la venta de los biocidas de uso en agricultura, que tienen restricciones debido a su elevado grado de toxicidad para la vida de humanos, animales domésticos y fauna silvestre, tiene que estar autorizada por personal profesional del agro, debidamente acreditado ante las instancias oficiales que se seleccionasen para ello, estas empresas de asistencia técnica también pudiesen realizar estas funciones una vez que sean autorizadas.

Finalmente, es recomendable estudiar el funcionamiento de algunos servicios de extensión exitosos en el mundo como es el caso del Servicio de Extensión del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, o lo existente en países vecinos como Brasil, o cualquier otro conocido que pueda ser de interés para la agricultura venezolana.



Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Febrero de 2019.



jueves, 14 de febrero de 2019

Pequiven reactivó planta de urea. Eureka.



Para el sector agrícola venezolano es una buena noticia que Pequiven haya anunciado la reactivación de la planta de producción de urea de Morón, para producir 50 toneladas de urea por hora. Suponiendo que dicha planta va a trabajar en promedio 16 horas por día, la producción diaria promedio sería de 800 toneladas de urea, que pudieran servir para abonar 3.200 hectáreas/día a razón de 250 kg de urea/ha, equivalente a una dosis de 115 kg de N/ha, suficiente para cubrir los requerimientos de la mayoría de los cultivos.

Si se baja la dosis de urea a 200 kg/ha, equivalente a 92 kg de N/ha, que sigue siendo una dosis aceptable aunque insuficiente para muchos sistemas suelo-planta, con esas 800 toneladas de urea que se producen diariamente se pudieran fertilizar 4.000 hectáreas/día. En este caso, para abonar 2.000.000 de hectáreas se necesita la producción de urea durante 500 días. Para abonar 1.500.000 hectáreas con esa dosis de 200 kg/ha, se necesitaría la producción de urea durante 375 días, es decir, un poco más de un año y las siembras deben comenzar en la segunda quincena de abril, o sea, 60 días a partir de este momento.

Si lo analizamos desde otro punto de vista, podemos apreciar que con la producción de urea desde ahora (digamos 15 de febrero) hasta finales de mayo, cuando han transcurrido 105 días, se habría producido fertilizante para cubrir 420.000 hectáreas, que es quizás un tercio de lo que ya se debería haber sembrado por esa fecha. Todo esto, aplicando una dosis de N un poco baja en muchos casos, y suponiendo que la planta trabaje a un buen ritmo y toda esa urea se destine al campo venezolano.

Lo que se quiere mostrar es que esas informaciones de 50 toneladas/hora impresionan a las personas que no conocen el proceso agrícola. Esa información ha debido venir acompañada con una explicación, como por ejemplo “sabemos que esa es una cantidad de urea insuficiente en relación a nuestras necesidades, pero estamos trabajando para repotenciar y aumentar la producción de abonos nitrogenados en las otras plantas que tiene Pequiven”. Con una explicación como esa, por supuesto que la urea sigue siendo insuficiente, pero es una manifestación de sinceridad y de que al menos tienen idea de cuáles son las necesidades reales de los agricultores.

Es importante señalar, según la noticia difundida, que la señora María Eugenia Noroño indicó que “la mayor parte de esta producción de urea está dirigida al mercado nacional”. La otra parte, seguramente, es para regalarla a Cuba, Nicaragua y algunos de los pequeños países caribeños.

Otro detalle a considerar, es que para distribuir esa urea a las unidades de producción se debe ensacar. Éste es otro proceso que consume tiempo y requiere de ciertos materiales y equipos. Por ejemplo, se necesitan sacos con capacidad para 50 kg, por lo que desde ahora hasta finales de mayo se necesitarían más de 1.600.000 sacos. La pregunta es ¿Dónde están esos sacos?

Recordemos que hace un poco más de un año, se reportó que las plantas de olefinas y poliolefinas de Pequiven, no estaban trabajando porque no había suministro de propano y etano, que son las materias primas para producir propileno y etileno. La polimerización de estas olefinas permite producir poliolefinas, que son las fibras de polipropileno y polietileno, utilizadas, entre otras cosas, para fabricar los sacos que sirven de envase a los fertilizantes. Esta situación paralizó a las empresas fabricantes de sacos para los fertilizantes. Si este problema con las plantas de olefinas y poliolefinas no se ha solucionado, estamos ante otro obstáculo para que la urea llegue oportunamente y en buenas condiciones a las fincas de las diferentes regiones agrícolas del país.

Sería de interés nacional, que en unos 40 días, digamos alrededor del 25 de marzo, Pequiven informe sobre la marcha de la producción de urea y su distribución a las fincas venezolanas. Esperemos que con buenas noticias y para el éxito de nuestra agricultura, podamos gritar como lo hizo Arquímedes, ¡¡Eureka!!, lo hemos logrado. Aunque eso sea una anormalidad para el régimen socialista del siglo XXI.

Es bueno destacar que con esta información oficial, se está considerando solamente la producción de urea y el suministro de parte del nitrógeno requerido en nuestros campos agrícolas, cuando para un buen programa de fertilización se debe aplicar además fertilizantes a base de fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre, hierro, manganeso, cobre, zinc, boro y molibdeno. Los fosfatados también deberían ser producidos por Pequiven, y el resto de nutrientes con excepción del calcio, se deben importar para procesarlos en las plantas nacionales y producir fertilizantes complejos de los que se llaman popularmente fórmulas NPK. Es un trabajo enorme que va mucho más allá de esta información.

Esperemos….

Sin fertilizantes es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.

En Amazon está a la venta el libro del autor: “Fertilidad de suelos y su manejo en la agricultura venezolana”. Tiene información muy útil para mejorar la práctica de fertilización de los cultivos, con miras a una mayor productividad y a un mejor trato a los suelos y al ambiente en general, https:/www.amazon.com/dp/1973818078/


Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Febrero de 2019.

jueves, 7 de febrero de 2019

Planes para el día después. Agricultura XV: Pequiven tiene una ardua tarea con los fertilizantes.



La industria de fertilizantes en Venezuela comenzó en 1956, cuando se creó el Instituto Venezolano de Petroquímica (IVP) a partir de la recién fundada Industria Petroquímica Nacional en 1953. El IVP comienza la producción interna de fertilizantes sobre la base de la existencia de los recursos gas natural y roca fosfórica, que son fundamentales para la elaboración de fertilizantes nitrogenados y fosfatados.

Efectivamente, para producir los fertilizantes nitrogenados disponemos de gas natural que contiene más de 80% de metano (CH4) como fuente de hidrógeno (H) y abunda en nuestro subsuelo libre o asociado a la extracción de petróleo; y disponemos del aire que respiramos que contiene alrededor de 79% de nitrógeno (N) por lo que se considera una fuente inagotable de este elemento. Con H y N se sintetiza amoníaco, a partir del cual se produce el resto de fertilizantes nitrogenados y otros productos. Para producir los fertilizantes fosfatados disponemos de inmensas reservas de roca fosfórica ubicadas en más de 50 localidades del país, con los yacimientos más importantes en los estados Barinas, Falcón, Mérida, Táchira y Zulia.

La evolución de la industria de fertilizantes ha llevado a que Venezuela tenga una capacidad potencial de producción de fertilizantes nitrogenados y fosfatados bastante grande, pero es muy desalentador ver como la producción real ha venido disminuyendo progresivamente por problemas en las plantas productoras, especialmente falta de mantenimiento oportuno y escasez de materia prima, como ha ocurrido en el caso de suministro insuficiente de gas natural a la planta de nitrogenados de El Tablazo. Así, para el año 2004, Venezuela llega a tener una capacidad potencial de producción de abonos nitrogenados de 2.510.000 toneladas, que representa el 32% de la capacidad de producción de toda Latinoamérica, pero ese año solamente se produjeron unas 370.000 toneladas, lo que representó aproximadamente el 15% del potencial de producción. Ese mismo año, solamente se llegó a procesar 350.000 toneladas de roca fosfórica micronizada para producir ácido fosfórico, fosfato diamónico especial (conocido en el mercado como DAPITO), y roca fosfórica parcialmente acidulada (conocida en el mercado como Superphosfertil), cifras que están muy por debajo de la capacidad potencial de producción de fertilizantes fosfatados.

La industria de fertilizantes nitrogenados de Venezuela, en lugar de crecer en su producción como lo demandaría una agricultura creciente, lo que ha hecho es decrecer en los últimos años, a pesar que recientemente se ha puesto en funcionamiento parcial una nueva planta de amoníaco y urea en Morón, estado Carabobo. Posiblemente una solución sería repotenciar las plantas de amoníaco y urea más antiguas de Morón y El Tablazo, para incrementar la producción de urea, así como la de Fertinitro en Barcelona, estado Anzoátegui, para incrementar la capacidad de exportación de este producto, y en conjunto, para que se pueda colocar la urea oportunamente en la regiones agrícolas del país. La nueva planta de amoníaco y urea de Morón, de una gran capacidad de producción, aparentemente requiere el suministro de suficiente energía eléctrica para su cabal funcionamiento, lo cual es actualmente una crisis nacional.

La roca fosfórica es la materia prima para la producción de los fertilizantes fosfatados. Se han realizado diversos estudios para estimar y conocer las reservas de rocas fosfóricas en nuestros yacimientos, encontrándose que en Venezuela existen recursos fosfáticos indicados e inferidos del orden de 2.652 millones de toneladas. Si estimamos un consumo deseable de fosfatos en unas 400.000 toneladas de P2O5 por año, los recursos posibles serían capaces de cubrir la demanda actual de P2O5 durante más de 1.432 años estimando un tenor de 21,6% de P2O5 en las rocas. La mayor parte de estas rocas se encuentran en el estado Táchira en los yacimientos de Montefresco, Navay y Lobatera, siendo los más importantes los de San Joaquín de Navay que se estiman en 115 millones de toneladas de reservas probadas, por lo que solo estos yacimientos de Navay cubrirían toda la demanda nacional actual durante unos 65 años.

En el estado Falcón se encuentran las minas de Riecito, cuya roca es utilizada en la planta de fertilizantes del Complejo Morón, en el estado Carabobo, pero solo tienen reservas probadas por unos 17 millones de toneladas por lo que están resultando insuficientes para satisfacer la demanda de esta planta. La gran reserva de roca fosfórica de las minas de Navay, se proyecta utilizarlas con un gran complejo petroquímico en las cercanías de San Joaquín de Navay, municipio Abejales en el sur este del estado Táchira.

Como vemos, en Venezuela tenemos recursos de materia prima y algo de infraestructura que nos proporcionan un gran potencial para la producción de fertilizantes fosfatados, que pudieran cubrir la demanda interna y hasta pudieran exportarse los excedentes. Sin embargo, importamos fertilizantes fosfatados para cubrir buena parte de la demanda interna porque a pesar de tanto potencial para su fabricación la industria es muy ineficiente, entre otros, por los dos siguientes aspectos:

1.-Complejo Morón: esta planta no puede trabajar a total capacidad ya que por años no se le ha dado el mantenimiento que requiere y su futuro está muy comprometido porque las reservas de las minas de Riecito están escaseando y no se le ha buscado solución. Aparentemente, se debe hacer algunas modificaciones a nivel de las minas para ampliar su vida útil, y otra opción sería utilizar otras minas cercanas como el caso de Lizardo, en el mismo estado Falcón. Por supuesto, es impostergable reponteciar la planta en su totalidad.

2.-Complejo Petroquímico Navay: la primera piedra para la construcción de este complejo fue colocada el 23 de septiembre del año 2007, y dos años más tarde, el entonces presidente de la república, anunciaba su progreso y sus bondades alabando la tecnología de los bielorusos que estaban encargados de adelantar dicho proyecto, que pronto estaría en funcionamiento.

Con todos estos beneficios de disponer de inmensos depósitos de fosforita de buena calidad para su procesamiento y cientos de millones de dólares aportados para la construcción y puesta en marcha del complejo industrial de Navay, con capacidad proyectada para procesar 2,5 millones de toneladas de roca anualmente, en diciembre del año 2013 el gobernador del estado Táchira anunciaba apoyar la culminación de esta importante obra. A pesar de todas esas acciones, que no van más allá de su proclamación propagandística, llegamos al año 2019 sin la conclusión de la construcción del complejo y sin esperanza de una fecha cierta para su culminación.

Por esas dos razones mencionadas, entre otras, la industria nacional de fertilizantes fosfatados no es capaz de satisfacer la demanda interna, perdiéndose todo ese potencial que tenemos y recurriendo a la importación de un insumo tan importante para el tratamiento de nuestros suelos ácidos y pobres en este nutriente esencial.

En el corto y mediano plazo, para la recuperación de la agricultura venezolana, se deben sembrar  con los cultivos más importantes, sin incluir forrajes, unos 3,5 millones de hectáreas. Para fertilizar esa superficie se requiere como mínimo unas 700.000 toneladas de fertilizantes nitrogenados y alrededor de 1.250.000 toneladas de fertilizantes NPK. En estos últimos se puede incluir un 60% o 750.000 toneladas de fosfatos de amonio o de superfosfatos, para aplicarlos como fertilizantes simples o para producir complejos NPK y mezclas físicas. Si consideramos que la producción nacional actual de nitrogenados más fosfatados está alrededor de 480.000 toneladas, tenemos un déficit en estos dos tipos de productos del orden de 970.000 toneladas, que resulta de restar 1.450.000 (700.000+750.000) que pudiéramos producir, menos 480.000 toneladas que es lo que aparentemente se está produciendo.

Los recursos naturales constituidos por gas natural, nitrógeno atmosférico y los yacimientos de roca fosfórica, son más que suficientes para producir esas 970.000 toneladas de nitrogenados y fosfatados faltantes, pero la limitante es la capacidad de las plantas para producir dichos insumos. Entonces, Pequiven tiene el gran reto de acondicionar y completar su infraestructura para que esos fertilizantes se produzcan en el país y aprovechemos los recursos naturales disponibles.


Pedro Raúl Solórzano Peraza
Febrero de 2019

pedroraulsolorzano@yahoo.com

www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com

viernes, 1 de febrero de 2019

Planes para el día después. Agricultura XIV: Pronto comenzaremos a recuperar la agricultura.



Para el día después, que será el primer día de un nuevo período democrático para Venezuela, se debe tener un plan de acción para recuperar los sectores productivos del país. Uno de ellos es la agricultura, y creo que su día después está muy cerca. Nuestros agricultores, quienes bregan día tras día produciendo comida para la población, labrando la tierra, abonando los suelos para mejorarle su vida, abriendo surcos, sembrando las semillas para que germinen y comience a ocurrir el milagro salvador de la fotosíntesis, cuidando sus cultivos, recogiendo los frutos de su esfuerzo y llevándolos adonde puedan saciar las necesidades nutritivas de la gente, están felices porque, parodiando al insigne Don Andrés Bello,…….

-Los ganaderos se regocijan cuando:

……”y greyes van sin cuento
paciendo su verdura, desde el llano
que tiene por lindero el horizonte,
hasta el erguido monte,
de inaccesible nieve siempre cano”…..

-Los cañicultores brincan de alegría porque:

…..”Abrigo den los valles
a la sedienta caña……
…..Tú das la caña hermosa
de do la miel se acendra,
por quien desdeña el mundo los panales”….

-Los fruticultores nos brindarán exquisitos frutos:

…..”y el ananás sazona su ambrosía.
Tendida para ti la fresca parcha
en enramadas de verdor lozano,
cuelga de sus sarmientos trepadores
nectáreos globos y franjadas flores…..
…..y para ti el banano
desmaya al peso de su dulce carga…..
…..la manzana y la pera
en la fresca montaña
el cielo olviden de su madre España”…..

-Los cultivadores de café y cacao celebrarán cuando:

…..”adorne la ladera
el cafetal; ampare
a la tierna teobroma en la ribera
la sombra maternal de su bucare”…..

-Los productores de raíces y tubérculos se alegrarán cuando sus plantas produzcan:

…..”su blanco pan la yuca;
sus rubias pomas la patata educa”…..

-Los que siembran esperanzas disfrutarán:

…..”y para ti el maíz, jefe altanero
de la espigada tribu, hincha su grano…..
…..y el algodón despliega el aura leve
las rosas de oro y el vellón de nieve”…..

-Y a los agricultores, Don Andrés Bello les dijo:

…..”Id a gozar la suerte campesina;
la regalada paz, que ni rencores
al labrador, ni envidias acibaran;
la cama que mullida le preparan
el contento, el trabajo, el aire puro,
y el sabor de los fáciles manjares,
que dispendiosa gula no le aceda;
y el asilo seguro
de sus patrios hogares
que a la salud y al regocijo hospeda”…..

Están llegando los días en los que cuando el sol comienza a despertar, ya rugen los motores de los tractores, ya el humeante café sobre el fogón perfuma la mañana, ya el ordeño está en progreso y las aves han iniciado su concierto matutino, anunciando que está comenzando la recuperación de la agricultura venezolana.

Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Febrero de 2019.