RECUPERACIÓN DE LA AGRICULTURA
VENEZOLANA POSTSOCIALISMO DEL SIGLO XXI
Pedro Raúl Solórzano Peraza
V.-INSUMOS BÁSICOS
PARA LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
Además de la tierra,
maquinarias y equipos, orientación profesional o asistencia técnica y los
operadores y trabajadores de diferente nivel, en agricultura se requiere de otro grupo de
insumos básicos. Estos comienzan con la semilla, luego fertilizantes, herbicidas,
insecticidas, fungicidas, acaricidas, nematicidas, defoliantes, reguladores del
crecimiento. Todos esos productos deben estar en las fincas para ser utilizados
oportunamente, pero en la actualidad, en Venezuela, tenemos una crisis muy
grande en su suministro y algunas de las causas de esa crisis son las
siguientes:
-Expoliación de
Agroisleña, C.A., empresa
líder en la producción, importación y suministro de insumos para la agricultura
en Venezuela, además de haber sido el principal ente financiero para esta
actividad en los años más recientes. Luego de su expoliación en octubre de
2010, su administración y manejo gerencial pasó a manos del Estado,
comprometiendo la calidad de su servicio y convirtiéndola en una empresa más,
llevada a la quiebra, por la ignorancia para hacer una buena gestión de
gerencia o por el deseo de destruirla.
-Suministro de
semillas. Los
cultivos que ocupan mayores superficies y por lo tanto tienen mayores
requerimientos de insumos son los cereales. En el país, por mucho tiempo, se ha
producido o se ha tenido disponible oportunamente toda la semilla requerida por
los programas de arroz, maiz y sorgo granífero, pero últimamente se ha
complicado el suministro de semillas de cereales a los agricultores, algunas
veces no es suficiente la cantidad disponible, o no es de la calidad deseable,
o no son los cultivares mejor adaptados a determinadas regiones, todo lo cual
conlleva a disminución de la producción.
En adición a los
cereales, se debe tratar el problema de suministro de semillas de hortalizas y
de algunos frutos, cuya producción es de tecnología complicada y generalmente
son ofrecidas por empresas trasnacionales, especializadas en la producción y
comercialización de estos materiales.
Las empresas
venezolanas que evalúan e importan los materiales de hortalizas, que son de
amplia aceptación por los agricultores, confrontan muchos problemas para la adquisición de las divisas
que les permitiría realizar las negociaciones para traer estas semillas de
otros países. Lo mismo sucede con algunos frutos, como es el caso de melón,
patilla, y las semillas de lechosa de pulpa roja. Otros rubros que presentan
problemas para la obtención de semillas de calidad son las leguminosas de grano
comestible como caraota negra y frijol, y algunas oleaginosas como los casos de
soya y girasol.
Es común la ausencia
de semillas de estas leguminosas de grano comestible cuando llega la época de
siembra, no hay programas para la producción de semillas certificadas y algunas
veces se importan semillas de materiales que no son los mejores para nuestras
condiciones. En el caso de la soya,
muchas siembras se han realizado con semillas de contrabando y algunos
de los programas más recientes de girasol se han realizado con híbridos sin
evaluación previa en nuestras condiciones.
En cultivos
permanentes o semipermanentes los problemas de suministro de semillas son de
carácter menos urgente, porque se requiere semilla solo cuando se van a
realizar nuevas plantaciones o a renovar otras después de varios años. Además,
muchas de estas especies son de propagación asexual como el caso de mango,
guayaba, vid, níspero, cítricos, café, cacao, caña de azúcar y musáceas (cambur
y plátano).
Especies forrajeras:
el crecimiento de la ganadería bovina camina paralelo a la disponibilidad de
suficiente alimento para los rebaños. La base de esta alimentación son las
especies forrajeras y, para incrementar la producción de ganado bovino, son
necesarias las pasturas establecidas por el productor, las cuales se realizan
con especies forrajeras de alta capacidad de rendimiento y elevado valor
nutritivo. Para eso se requiere disponer de semillas certificadas de buena
calidad y darle al pastizal un manejo agronómico acorde con la calidad del
forraje a producir. En los momentos actuales en el país hay una marcada escasez
de semilla certificada de especies forrajeras lo cual frena el desarrollo de la
ganadería; además, esta situación de escasez ha permitido que con estas especies se desarrolle un mercado con
semillas de mala calidad, falsificadas, con una pobre germinación y vigor, y
muchas veces contaminadas con semillas de malezas.
Otra situación de las semillas como insumo básico para la
agricultura, en este caso contradictoria, es la posición del Gobierno Nacional
en relación a la prohibición del uso, por parte de nuestros agricultores, de
materiales genéticamente modificados o transgénicos. La contradicción se debe a
que Venezuela importa una elevada cantidad de los alimentos que consume debido
a la pobre producción interna, buena parte de esas importaciones corresponde a
productos generados por materiales transgénicos, pero nuestros agricultores no
pueden aprovechar las ventajas de este extraordinario hallazgo científico y
tecnológico. La prohibición del uso en el territorio nacional de cultivares
genéticamente modificados o transgénicos, ha sido ratificada en la nueva Ley de
Semillas vigente desde marzo de este año 2016. Por supuesto que esto limita la
producción agrícola nacional.
-Suministro de
fertilizantes. Se
pueden señalar al menos dos tipos de fertilizantes, los de aplicación edáfica
convencional y los fertilizantes especiales, y en cada uno de ellos las
condiciones actuales de suministro a los agricultores son diferentes.
-Fertilizantes de
aplicación edáfica convencional: tradicionalmente han sido subsidiados por el
gobierno e incluyen complejos N-P-K, mezclas físicas, y fertilizantes simples,
y representan el grupo de fertilizantes que se consumen en grandes cantidades.
Por lo menos durante los últimos diez años el suministro de estos fertilizantes
ha sido escaso, inoportuno, de pocas opciones y algunas veces poco
recomendables. La responsabilidad por esas irregularidades es exclusiva del
Gobierno Nacional, ya que aproximadamente desde el año 2006 controla en forma
absoluta todo lo correspondiente a producción, importación y distribución de
este tipo de fertilizantes de aplicación edáfica convencional.
En Venezuela hay una industria de fertilizantes iniciada en 1956 que
produce parte de la demanda interna y comercializa los fertilizantes que se
importan, actualmente con movimientos de 800.000 ton/año, que resultan
insuficientes.
Tenemos una capacidad potencial de producción de fertilizantes
nitrogenados y fosfatados muy grande, pero la producción real ha venido
disminuyendo progresivamente por problemas en las plantas productoras,
especialmente falta de mantenimiento oportuno y escasez de materia prima. Esto
indica el deterioro que ha sufrido la industria de fertilizantes químicos en el
país, la cual en lugar de continuar creciendo ha disminuido su capacidad de
producción.
Desde los años noventa
hasta el 2006, empresas privadas participaron en el abastecimiento de
fertilizantes, lo cual permitía amplia oferta de fertilizantes, aplicar
recomendaciones de fertilización ajustadas a las necesidades y nos aproximamos
bastante a una alta eficiencia en su uso. Esa participación de las empresas
privadas hizo posible comenzar a
utilizar fertilizantes con inhibidores de la nitrificación. A partir del 2006, las funciones de producción, importación y
distribución de los fertilizantes en el país pasan a ser responsabilidad
exclusiva de PEQUIVEN.
Otra opción de fertilizantes de aplicación edáfica convencional son las
mezclas físicas. Hay plantas mezcladoras en diferentes regiones, pero muchas de
ellas no han recibido un adecuado y oportuno servicio de mantenimiento, lo que
ha conducido a su deterioro progresivo.
Todas esas situaciones planteadas marcan la ruta que conduce hacia el
futuro de la fertilización de los cultivos en Venezuela y de la industria de
los fertilizantes, futuro que es una merma progresiva de la producción y mayor
dependencia de importaciones, tanto de fertilizantes como de alimentos, a menos
que se produzca un cambio en las políticas que definen esta materia.
-Fertilizantes especiales: en su gran mayoría han sido manejados por
particulares en cuanto a su producción, importación previa autorización
oficial, y comercialización. Son fertilizantes especiales porque son
hidrosolubles, libres de cloruros y de calcio, y se aplican por medio de uno de
los métodos de fertilización más eficiente como es la “fertirrigación”. Otro
grupo de fertilizantes especiales son los específicamente elaborados para
aplicación foliar, es decir, para asperjarlos sobre el follaje de las plantas y
ser absorbidos translaminarmente o a través de los estomas de las hojas.
La demanda por estos productos hidrosolubles va en franco ascenso en la
medida que aumentan los sistemas de riego localizado y sus áreas servidas, ya
que bajo este manejo es fundamental la fertirrigación. Sin embargo, en muchas
oportunidades la oferta de estos fertilizantes no ha estado a la altura de la
demanda, ya que siendo en su mayoría productos importados, se confrontan
problemas de suministro de divisas que retardan o entorpecen, de alguna manera,
la disponibilidad oportuna de estos fertilizantes.
-Suministro de plaguicidas. Plaguicidas
son insecticidas, herbicidas, acaricidas, fungicidas, nematicidas, raticidas;
en fin, todos los biocidas que se puedan utilizar en agricultura. Hoy en día es
común escuchar el reclamo de los agricultores por la falta de plaguicidas para
poder llevar sus cultivos a un final de buenos resultados. Insecticidas y
herbicidas son los dos plaguicidas más utilizados en la producción agrícola y,
actualmente, con el uso de suelos durante varios años en forma consecutiva y en
muchos casos con monocultivo, la aplicación de estos productos en los campos
cultivados es imprescindible, ya que las poblaciones de insectos y malezas se
pueden incrementar considerablemente, y los agricultores tienen que tener
seguro y fácil acceso a la adquisición de los plaguicidas, para su aplicación
correcta y oportuna. Otros plaguicidas de amplio uso son los fungicidas,
para el combate de hongos patógenos que pueden causar la destrucción total de
campos cultivados. El resto de plaguicidas no es de aplicación
generalizada
ALGUNAS SOLUCIONES
-Semillas. Para mejorar la
producción agrícola, lo primero que debemos tener presente es que se necesitan
semillas de excelente calidad, de materiales de alta capacidad de rendimientos
y de comprobada adaptabilidad en nuestros sistemas suelo-planta-clima-manejo.
Si se comienza una siembra con semilla mala, la actividad se dirige al fracaso
aún cuando se realice el resto de las prácticas agrícolas de la mejor manera
posible.
En arroz es necesario que los organismos oficiales y algunas
agrupaciones de productores, que han venido trabajando por años con el
suministro de semillas para los programas arroceros, continúen e incrementen
sus trabajos de producción de semilla certificada y el desarrollo y evaluación
de cultivares para las principales zonas productoras del país. A estas
organizaciones tiene que dársele el apoyo correspondiente para que no les
falten las maquinarias y los equipos agrícolas necesarios, así como los insumos
básicos requeridos.
En sorgo granífero la mayor producción se realiza con híbridos
desarrollados por empresas privadas y
por el FONAIAP hoy INIA. Esos programas de mejoramiento y producción de
semillas en el cultivo de sorgo deben continuar en todas sus instancias,
especialmente si de nuevo este cereal recupera su importancia en algunas
regiones agrícolas del país.
El cultivo de maíz, es quizás el más importante del país por la
superficie que se siembra y por ser de elevado consumo, tanto en la dieta
diaria del venezolano como en las raciones de alimentos balanceados para animales,
para lo cual actualmente se están importando más de 1.200.000 toneladas de maíz
amarillo. Durante las pasadas décadas, por medio del FONAIAP y organizaciones
privadas tuvimos una gran tradición en el mejoramiento genético del maíz; sin
embargo, estos programas se han reducido mucho y algunas fincas dedicadas a la
producción de semillas han sido expoliadas causando trabas a estos procesos.
Toda esta organización para la producción de semillas de maíz debe recuperarse
para asegurar que los agricultores dispongan de este insumo en la cantidad y
calidad requeridas y, muy importante, oportunamente.
Con relación al suministro de semillas de hortalizas, de algunos frutos
y de especies forrajeras, es necesario apoyar a las empresas que hasta ahora
tienen tradición en este negocio, facilitándole las divisas que requieren para
importar estos materiales. Con estos rubros, la producción de semillas,
especialmente de híbridos, es sumamente especializada y complicada por lo que
deben importarse.
Otros cultivos en los cuales la oferta de semillas de calidad puede ser
limitante para su producción, son las leguminosas de grano comestible,
especialmente caraota negra y frijol, y algunas oleaginosas, especialmente soya
y girasol. En caraota negra y frijol hay que incentivar programas para la
producción de semilla de variedades de comportamiento favorable en el país, y
retomar algunos proyectos de mejoramiento genético en estas especies. En soya y
girasol continuar evaluando permanentemente cultivares de diversos orígenes
para seleccionar los mejores en cada sistema suelo-clima. En soya en
particular, incentivar los programas de mejoramiento de organizaciones privadas
como Protinal, C.A. y Fundación DANAC, entre otras.
-Fertilizantes. Los
fertilizantes son insumos muy importantes en la agricultura moderna, ya que se
trabaja con suelos pobres o empobrecidos que requieren el aporte de nutrientes
para obtener cultivos de elevados rendimientos. Tenemos una industria de
fertilizantes que se concentra en la producción de fertilizantes nitrogenados y
fosfatados y el potasio debe ser importado.
La industria de fertilizantes nitrogenados en lugar de crecer en su
producción lo que ha hecho es decrecer
en los últimos años. Una solución sería repotenciar las viejas plantas de
amoníaco y urea de Morón y El Tablazo. La nueva planta de amoníaco y urea de
Morón requiere el suministro de suficiente energía eléctrica para su cabal
funcionamiento, lo cual es actualmente una crisis nacional. Se debe evaluar y,
si fuera posible, concluir la infraestructura para producir fertilizantes
nitrogenados con inhibidores de la nitrificación, dentro de los cuales la urea,
tanto perlada como granulada, serían los productos líderes para el mercado
nacional y para la exportación a otros países del continente.
La planta de
producción de fosfatos ubicada en el Complejo Morón tiene problemas de mantenimiento
y limitaciones en el suministro de roca fosfórica. Se debe
buscar la alternativa al suministro de roca fosfórica al Complejo Morón y
hacerle su mantenimiento permanente. Es urgente evaluar la situación actual del
proyecto de la planta de fosfatos de Navay, y si se demuestra su conveniencia,
intensificar su construcción.
Los
laboratorios de suelos, de tejidos de plantas y de agua, que ofrecen resultados
de diferentes variables, deben ofrecer una información homogénea, pero que
contemple las determinaciones mínimas que puedan orientar unas buenas
recomendaciones o programas de fertilización.
Una solución
para mejorar el uso de los fertilizantes en nuestra agricultura se debe basar
sobre el cambio de las actuales políticas (especialmente la de subsidios) por
otras, que permitan que se apliquen planes de fertilización específicos para
cada sistema suelo-planta-clima específico, que tengan sentido los análisis de
suelo y que se consiga de manera oportuna una amplia gama de fertilizantes.
Es preciso ampliar el número de plantas de mezclas físicas, tanto
oficiales como privadas, distribuirlas estratégicamente en las regiones
agrícolas del país y establecer programas de mantenimiento y servicio a estas
plantas, solicitar los análisis de suelo actualizados confiables y elaborar los
programas de fertilización ajustados a cada caso.
En cuanto a los
fertilizantes especiales, hidrosolubles y de aplicación foliar, se debe
facilitar su importación a las empresas que tradicionalmente lo han hecho, con
un suministro de divisas suficiente y oportuno. Además, apoyar a los
empresarios que puedan producir algunos de estos fertilizantes en el país,
utilizando algunas materias primas de origen nacional, para que aumente la
actividad de la agroindustria y se inviertan
menos divisas por este concepto.
Plaguicidas. La solución a las limitaciones en el
suministro de plaguicidas para la agricultura es apoyar a los empresarios que
tengan experiencia en la importación, formulación, fabricación de estos
insumos. Ese apoyo sería básicamente el suministro de divisas y aligerar todo
lo correspondiente a los permisos necesarios para su importación, fabricación y
comercialización, que la burocracia oficial cada vez complica más para este
tipo de productos.
En cuanto al uso de plaguicidas en la agricultura,
cuestionado por los ecologistas ya que su mala aplicación puede causar daños al
ambiente y a los humanos, se recomienda un especial apoyo a la producción de
plaguicidas biológicos, la cual es una actividad que en el país se ha venido
desarrollando desde centros de investigación universitarios y oficiales, y hay
particulares que han emprendido la producción comercial de estos productos.
Es recomendable también, que se realicen campañas para educar
a los productores en el correcto uso de los plaguicidas, la disposición de
empaques vacíos y residuos que pueden ser altamente contaminantes y dañinos
para la salud de las familias campesinas.
pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com
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