El Realismo Mágico es una forma de escribir en la narrativa
hispanoamericana, y lo da a conocer Arturo Uslar Pietri en el año 1931 con su
novela Las Lanzas Coloradas. Luego, el mismo autor lo introduce en la
cuentística venezolana, y su cuento, La Lluvia, es su primer exponente.
Otros escritores destacados en el Realismo Mágico han sido Juan Rulfo
con Pedro Páramo, Laura Esquivel con Como Agua para Chocolate, Isabel Allende
con La Casa de los Espíritus, Mario Vargas Llosa con La Ciudad y los Perros,
Miguel Ángel Asturias con Hombres de Maiz, Julio Cortázar con Rayuela, Gabriel
García Márquez con Cien Años de Soledad, y otros.
En el Realismo Mágico se incorporan aspectos mágicos a la realidad, allí
la realidad coexiste con la fantasía, se presentan episodios insólitos con
tanta naturalidad que parece que fueran reales.
Pues bien, el régimen venezolano, enmarcado en lo que han denominado
socialismo del siglo XXI, es un ejemplo interminable del Realismo Mágico
llevado a una manera de gobernar, caracterizado por la presentación de hechos
insólitos con un estilo tal que pretenden hacer creer que son ciertos, que
pertenecen a la realidad.
Comencemos con Hugo Chávez, quien desde su campaña en el año 1998
expresó asuntos más o menos como éstos:
-No tengo nexos con Fidel Castro ni nada que tenga que ver con
socialismo o comunismo.
-Eliminaremos ese exceso de ministerios, vamos a acabar con una
burocracia exagerada.
-Venderemos esa innecesaria flota de aviones de los organismos
oficiales.
-Reivindicaremos y protegeremos a la población indígena venezolana.
-Construiremos una red ferroviaria que una todo el país.
-Utilizaremos el eje Orinoco-Apure como vía fluvial para impulsar el
comercio, el turismo, la industria, en general, el desarrollo regional.
-Disfrutaremos de baños en las limpias aguas del río Guaire.
-Daremos un gran impulso a la producción agrícola e industrial.
-Respetaremos la propiedad privada.
-Resguardaremos celosamente la seguridad personal de los ciudadanos, así
como la soberanía nacional.
Y así como estos pocos ejemplos, Chávez expresó cientos de aspectos
insólitos, con tanta naturalidad, que logró hacerlos parecer reales para
engañar a un alto porcentaje de la población venezolana.
Desde el año 2013, el sucesor de Hugo Chávez e impuesto por éste, Nicolás
Maduro, parece haberle inyectado más fuerza al Realismo Mágico del régimen, con
anuncios propios y de sus ministros, tales como:
-Venezuela, país potencia.
-Este año sembraremos más de un millón de hectáreas de maíz.
-Hemos superado a Brasil en la producción de soya.
-Pulverizaremos al dólar paralelo.
-Todos los problemas por malos servicios públicos, escasa alimentación,
deficiente atención médica y otros que padece la población venezolana, se deben
a la “guerra económica”, a las “sanciones impuestas por el imperio”.
-La Vicepresidenta de la República, acaba de manifestar estar impactada
por la represión de las fuerzas del orden público en los recientes episodios de
saqueos y destrucción, vividos por la población colombiana.
-Desde el año 2013, Maduro ha expresado en sus mensajes al pueblo, que
él, personalmente, va a encargarse de solucionar los problemas de la economía,
porque este año (al igual que cada año) será el de la gran recuperación
económica de Venezuela. Acaba de sentenciar que el 2020 será el gran año.
Estos son algunos ejemplos de las fantasías del Realismo Mágico del
régimen venezolano socialista del siglo XXI. Todas ellas, acompañadas por
inmensas asignaciones presupuestarias, que en el mejor de los casos fueron
parcialmente ejecutadas pero ninguna llegó a concretarse totalmente, sembrando
al país de elefantes blancos, inútiles, a costa del empobrecimiento y
endeudamiento de la nación.
Para los que aún creen en las fantasías del régimen tienen que ver las
monstruosas estructuras de concreto, abandonadas, que se erigen a lo largo de
la Autopista Regional del Centro y del ramal que se dirige hacia Puerto
Cabello, de lo que debería ser un tramo importante de la red ferroviaria
nacional. Para completar la fantasía del Realismo Mágico socialista,
recientemente acondicionaron parte de una estación del tren cercana a la
población de Guacara, y sobre los rieles colocaron un moderno tren que
pareciera desplazarse hacia Maracay. Esto lo han complementado con un video que
trasmiten por la televisora del estado, promocionando los viajes hacia Puerto
Cabello por medio del ferrocarril de Venezuela. En lo personal, considero que
esta fantasía debe ser galardonada con el Primer Premio al mejor episodio del
Realismo Mágico socialista del siglo XXI, hecho en Venezuela.
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