JÓVENES
VENEZOLANOS: DEMOCRACIA Y DICTADURA
Pedro
Raúl Solórzano Peraza
Mayo
2017
Los
jóvenes venezolanos nacidos y desarrollados en la democracia del siglo XX
tuvimos libertad para decidir la orientación política de nuestra preferencia,
resultando en que de esas generaciones hoy tenemos simpatizantes y militantes
de una variada gama de partidos políticos tales como Acción Democrática, Copei,
Partido Comunista de Venezuela, Unión Republicana Democrática, Movimiento
Electoral del Pueblo, Movimiento al Socialismo, Causa R, entre otros.
Muchos
de quienes participaron en el PCV y otros movimientos de los denominados de
tendencia izquierdista, se adoctrinaron y creyeron que cosas como la URSS,
Europa Oriental, Cuba, Fidel y el Che Guevara, eran buenas, porque así se lo
hicieron creer ya que solo las veían desde lejos. Un buen grupo de ellos sigue
creyendo en lo mismo a pesar que la URSS ya no existe, los países de Europa
Oriental ya no son comunistas como antes, Fidel desapareció pero previamente y
según algunos expertos parece ser que envió al Che Guevara a su destino final
cuando ya no era útil para su revolución, y Cuba se ha degradado social y
económicamente desde que triunfó ese movimiento popular. Siguen creyendo y
buscan justificación a su pensamiento a pesar de haber sido testigos a
distancia, por ejemplo, que los cubanos prefieren morir en el mar lanzándose a
la aventura de llegar a Florida en rústicas y frágiles embarcaciones y los
alemanes que quedaron del lado oriental exponían sus vidas tratando de cruzar
la frontera hacia la libertad que se vivía del lado occidental, antes que
permanecer viviendo en esos infiernos, donde no se respeta nada ni a nadie que
piense de manera diferente y donde se tortura y hasta se asesina sin piedad a
los opositores como lo demostraba el Che, donde no hay independencia de poderes
y por lo tanto el destino de todo lo deciden el dictador y su séquito sin
ningún tipo de limitación jurídica.
En
Venezuela, algunos han abandonado al gobierno socialista del siglo XXI aceptando
su fracaso, pero otros, los que tienen más ambición material y de poder que
convicción de su pensamiento político y moral, y han llegado a acumular una
inmensa y fraudulenta riqueza o han cometido demasiados desmanes contra los
ciudadanos y las propiedades, continúan en el gobierno, enchufados como han
sido denominados popularmente, y mantienen en esa posición a la mayor parte de
sus familias. Pero han perdido el apoyo de los ciudadanos, pobres y ricos, ya
que éstos han sido testigos de todos estos desbarajustes que han conducido a la
miseria, a la hambruna crónica, a la muerte por falta de atención hospitalaria
debido a escasez de recursos, a la ausencia o pésima calidad de los servicios
básicos, en fin, a una increíble pobreza en un país inmensamente rico.
A
los jóvenes venezolanos que han crecido y se han desarrollado con la única
vivencia del socialismo del siglo XXI y creen que es bueno, no se les puede
poner como ejemplos a la Unión Soviética o el muro de Berlín, ni la realidad
cubana a menos que visiten y convivan con el pueblo cubano, pero deberían
revisar sus fanatismos al ver los desastres que realiza el gobierno contra la
vida y las propiedades de los ciudadanos, especialmente en estos días tristes
de abril y mayo del año en curso. Algunos han cambiado su manera de pensar y de
actuar, pero otros se han dejado convencer de que esos desastres son buenos,
que se realizan dentro de la constitución, que sus respuestas agresivas se
deben a que quieren darle un golpe de Estado a este Estado forajido, y como no
tienen mayores puntos de comparación, siguen creyendo que estos gobernantes,
quienes sí son el producto de un golpe de Estado, son demócratas y quieren el
bienestar de la población. No se dan cuenta que los gobernantes controlan todo,
disponen de todo y se apoderan de todo, y como consecuencia de su incapacidad
para gobernar y de sus habilidades para delinquir han arruinado al país, pero todos
sus fracasos se los achacan a una supuesta guerra económica, orquestada y
dirigida desde la oposición con apoyo del imperio norteamericano.
Hace
pocos días me embargó una enorme tristeza porque un joven sobrino, recién
graduado de abogado, escribió en las redes justificando nuestra pobreza y
miseria con la existencia de la famosa guerra económica, todo debido quizás a
que es un enchufado más. Así como él, existen otros familiares nuestros y
familiares de algunos amigos que andan en la misma onda, y al justificar estas
barbaridades no creo que puedan dormir tranquilos. A ellos les voy a exponer un
ejemplo nuestro, que muestra el respeto a la constitución, a la vida, a la
decencia por parte de un gobierno democrático y el irrespeto por parte de un
gobierno autoritario, forajido, tramposo:
Cuando
Hugo Chávez fue apresado, junto a otros militares que dieron un golpe de Estado
contra un gobierno de elección popular y que actuaba dentro de las normas de
convivencia que dicta nuestra constitución, donde había separación de poderes;
fue enjuiciado y enviado a una prisión especial, no por razones de seguridad si
no porque se trataba de un privado de libertad por causas muy especiales y muy
graves. A pesar de la gravedad de su delito, por haber intentado derrocar un
gobierno democrático causando la muerte de muchos ciudadanos venezolanos, fue
tratado respetando sus derechos humanos. Disfrutaba de una vida confortable y
lo único que le faltaba era poder salir a la calle. Lo visitaban sus amigos y
admiradores pasando momentos de alegría compartiendo sus emociones y,
posiblemente conspirando, ya que no se esperaban que el reo, además, iba a ser
beneficiado con un increíble indulto. Como prueba de esto, recientemente ha circulado
una fotografía de esa situación, mostrando en su reclusión a un reído Chávez,
rodeado por su esposa y sus alegres amigos tales como Tarek William Saab, Luisa
Ortega Díaz, Nicolás Maduro, Cilia Flores, Freddy Bernal y otros, que hoy han
llegado a ocupar posiciones insospechadas en el gobierno venezolano.
Veamos
la otra cara de la moneda. Leopoldo López se entregó a la justicia luego de
dictársele auto de detención, se hicieron arreglos ilegales para enjuiciarlo,
se le acusó de falsos delitos sin pruebas, con testigos fantasmas, se dictó
sentencia totalmente irregular, se envió a una cárcel donde disfruta de lo
mínimo para sobrevivir, donde es torturado físicamente y emocionalmente, donde
no se le permite visitas ni siquiera de sus familiares más cercanos si no
cuando a los cancerberos les provoca; es decir, se violan todos los derechos
humanos de una persona injustamente e ilegalmente privada de su libertad. Esto
que ocurre con Leopoldo López también lo hacen con otros detenidos de carácter
político, igualmente sin considerar las etapas reglamentarias para arrestarlos
y sentenciarlos, los cuales en su mayoría son salvajemente torturados como ha
ocurrido en los peores regímenes comunistas y fascistas que han existido en la
historia de la humanidad.
Jóvenes,
creo que es momento de revisar sus actuaciones y ver el ejemplo de infinidad de
jóvenes que representan una gran mayoría de esas generaciones que denominan X y
Y, de unírseles para que en conjunto puedan aspirar a un verdadero futuro de
desarrollo y de decencia.
Pedro
Raúl Solórzano Peraza
Mayo
2017
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