ALGUNAS
IDEAS PARA LA PRODUCCIÓN DE SOYA EN VENEZUELA
(TERCERA
PARTE DE UN TOTAL DE CUATRO)
Pedro
Raúl Solórzano Peraza
Mayo
de 2017.
III/4.-CON
QUÉ VAMOS A SEMBRAR SOYA (primera parte)
Una vez que se ha definido qué, cuánto, con quién, dónde
y cuándo sembrar, queda por establecer con qué se realizarán esos programas.
Esto incluye los insumos fundamentales para la adecuada atención a los
cultivos, asumiendo que se tiene asegurado un financiamiento suficiente y
oportuno, y un destino para la venta del producto a precios razonables. Esos
insumos son básicamente semillas certificadas de variedades de comprobado buen
comportamiento en nuestros sistemas suelo-clima, inoculantes a base de Bradyrhizobium japonicum que pueden
incluir molibdeno (Mo), fertilizantes,
insecticidas, herbicidas, fungicidas y otros biocidas, maquinarias y
equipos agrícolas, y transporte para el ingreso de insumos a las fincas y la
salida de la cosecha hacia los centros de recepción.
Semillas:
durante los años más recientes, en las
siembras de soya que se han realizado en el país se ha utilizado casi
exclusivamente un par de variedades provenientes de Brasil, identificadas como
Tracajá y Sambaiba, y pequeñas áreas con otras variedades. Especialmente en
Brasil, permanentemente están liberando nuevas y mejoradas variedades; así
mismo, en el país aún hay instituciones como Fundación DANAC, Universidad
Centro Occidental Lisandro Alvarado y otras, trabajando en evaluación y mejoramiento
genético de esta especie, por lo que se espera que otros cultivares de más
reciente desarrollo puedan ofrecer características favorables para ser
utilizados en siembras comerciales.
Hasta hace poco tiempo, la mejor
orientación que tenía el agricultor para la escogencia de la variedad a sembrar
era la información producida por los Ensayos Regionales de Soya realizados por
el FONAIAP desde 1987; después de varios años fueron suspendidos y luego el
INIA trató de reiniciarlos en coordinación con SENASEM. Posteriormente se
denominaron Ensayos Regionales Uniformes (ERU), y para la soya se suspendieron
después de 1994 haciendo intentos por reactivarlos a partir del año 2004.
Durante los años 2000 al 2002 se realizaron otras evaluaciones de variedades de
soya, sin el carácter de ensayos regionales pero que sirvieron para introducir
algunos materiales como las variedades Conquista, Suprema, DOKO, Prosoya 1 y 2,
Celeste y otras. Posteriormente se evaluaron extraoficialmente las variedades
Tracajá y Sambaiba, desarrolladas por EMBRAPA en Brasil para el estado de
Tocantis y las regiones norte y noreste de dicho país.
En
la actualidad, no se están realizando los ERU, y como se señaló anteriormente, solamente
se utilizan las variedades Tracajá y Sambaiba en los programas comerciales que
se llevan a cabo en el país para la producción de soya. La implicación de esto,
es que las siembras comerciales de soya en Venezuela están expuestas a los
grandes riesgos que implica utilizar solamente dos variedades, riesgos que
pueden conducir al fracaso total de los programas, si llegara a ocurrir la
aparición de algunas plagas o enfermedades ante las cuales estos materiales muestren
una gran sensibilidad.
Para
este primer año se debe utilizar en una mayor superficie, quizás en un 80%, las
variedades Tracajá y Sambaiba debido a las experiencias previas, pero es
necesario incluir algunas áreas con otras variedades de comprobada excelencia,
para lo cual se debe consultar a Fundación DANAC, UCLA, INIA y alguna otra
institución que disponga de materiales de soya previamente evaluados en
nuestras condiciones. Además, para los ciclos de
Norte-Verano se requieren variedades poco sensibles al fotoperíodo y que sean de
ciclo corto o intermedio (alrededor de 90 días a cosecha) para un mejor
aprovechamiento de lo reducido de esta parte de la temporada de lluvias.
Entonces, hay un arduo trabajo por delante para lograr poner a disposición de
los agricultores suficientes cultivares según las necesidades de cada sistema
suelo-clima.
Fertilización
de la soya: no se debe recomendar una dosis
generalizada de fertilizantes, ya que la cantidad de nutrientes a aplicar va a
depender de las condiciones de cada sistema suelo-clima que se utilice para la
producción de soya. A continuación se presenta una forma de calcular un
adecuado programa de fertilización para el cultivo de la soya, partiendo de un
análisis de suelo:
1.-Si el suelo tiene problemas por excesos de sales
solubles se debe consultar con un especialista para su recuperación o no
sembrar soya en esas condiciones.
2.-pH del suelo
>5,5, no hay problema de acidez. Si el pH del suelo < 5,5 corregir según
las siguientes instrucciones:
2.1.-Contenido de
arena superior a 50% y contenido de arcilla igual o inferior a 20%:
-pH entre 4,7 y 5,4: aplicar 400 kg de
caliza agrícola/ha
-pH inferior a 4,7: aplicar 600 kg de
caliza agrícola/ha
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del
suelo húmedo y se incorpora con los
implementos de labranza. En este tipo de suelos, esperar al menos una semana para fertilizar y sembrar.
2.2.-Contenido de
arcilla igual o inferior a 30%, con excepción de suelos arenosos, areno
francosos y franco arenosos:
-pH
entre 4,7 y 5,4: aplicar 800 kg de caliza agrícola/ha
-pH inferior a 4,7: aplicar 1.000 kg de
caliza agrícola/ha
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del
suelo húmedo y se incorpora con los
implementos de labranza. En este tipo de suelos esperar al menos dos semanas para fertilizar y sembrar.
2.3.-Contenido de
arcilla superior a 30%:
-pH
entre 4,7 y 5,4: aplicar 1.200 kg de caliza agrícola/ha
-pH inferior a 4,7: aplicar 1.800 kg de
caliza agrícola/ha
La caliza se aplica uniformemente sobre la superficie del
suelo húmedo y se incorpora con los
implementos de labranza. En este tipo de suelos esperar al menos tres semanas para fertilizar y sembrar.
3.-Fertilización
con nitrógeno: la soya por medio de una simbiosis que se establece en las
raíces de la planta con bacterias del género Bradyrhizobium, es capaz de
fijar directamente el nitrógeno atmosférico para cubrir sus requerimientos.
Entonces, se debe aplicar la fertilización biológica haciendo una adecuada
inoculación de las semillas con las bacterias respectivas inmediatamente antes
de la siembra y, si el suelo es muy pobre, se recomienda aplicar una dosis
stándard de 20 kg de N/ha en una sola fracción al momento de la siembra, lo
cual permite asegurar el suministro de este nutriente hasta cuando se inicie el
proceso de fijación de N atmosférico por parte de las bacterias. En suelos
pobres, de baja fertilidad, se recomienda utilizar inoculantes que contengan
molibdeno.
4.-Fertilización
con fósforo:
4.1.-El análisis
de suelo indica nivel BAJO de P: como el suelo se encala o el pH>5,5,
aplicar 70 kg de P2O5/ha.
4.2.-El análisis
de suelo indica nivel MEDIO de P: como el suelo se encala o el pH>5,5, aplicar 50 kg de P2O5/ha.
4.3.-El análisis
de suelo indica nivel ALTO de P: como el suelo se encala o el pH>5,5,
aplicar 30 kg de P2O5/ha.
5.-Fertilización
con potasio:
5.1.-El análisis
de suelo indica nivel BAJO de K:
5.1.1.-El contenido
de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%:
aplicar 120 kg de K2O/ha, fraccionado, una fracción de 60 kg de K2O/ha
al momento de la siembra y otra fracción de 60 kg de K2O/ha a los
25-35 días de edad del cultivo.
5.1.2.-El contenido
de arcilla del suelo es inferior a 30%, excepto suelos arenosos, areno
francosos y franco arenosos: aplicar 140 kg de K2O/ha en una
sola fracción al momento de la siembra.
5.1.3.-El contenido
de arcilla del suelo es igual o superior a 30%: aplicar 160 kg de K2O/ha,
una sola fracción al momento de la siembra.
5.2.-El análisis
de suelo indica nivel MEDIO de K:
5.2.1.-El contenido
de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%:
aplicar 100 kg de K2O/ha, fraccionado, una fracción de 50 kg de K2O/ha
al momento de la siembra y otra fracción de 50 kg de K2O/ha a los
25-35 días de edad del cultivo.
5.2.2.-El contenido
de arcilla del suelo es inferior a 30%, excepto suelos arenosos, areno
francosos y franco arenosos: aplicar 110 kg de K2O/ha en una
sola fracción al momento de la siembra.
5.2.3.-El contenido
de arcilla del suelo es igual o superior a 30%: aplicar 120 kg de K2O/ha,
una sola fracción al momento de la siembra.
5.3.-El análisis
de suelo indica nivel ALTO de K:
5.3.1.-El contenido
de arena es superior a 50% y el contenido de arcilla es inferior a 20%:
aplicar 40 kg de K2O/ha, fraccionado, una fracción de 20 kg de K2O/ha
al momento de la siembra y otra fracción de 20 kg de K2O/ha a los
25-35 días de edad del cultivo.
5.3.2.-El contenido
de arcilla del suelo es inferior a 30%, excepto suelos arenosos, areno
francosos y franco arenosos: aplicar 70 kg de K2O/ha en una sola
fracción al momento de la siembra.
5.3.3.-El contenido
de arcilla del suelo es igual o superior a 30%: aplicar 100 kg de K2O/ha,
una sola fracción al momento de la siembra.
6.-Relación Ca/Mg:
en los programas de fertilización se debe mantener la relación Ca/Mg
intercambiables con valores entre 2 y 7. Cuando la relación es baja (<2)
porque hay poco Ca o mucho Mg y se encala, generalmente al encalar se corrige
la relación Ca/Mg; si no se encala porque el pH es adecuado, se debe corregir
la relación Ca/Mg aplicando 400 kg de caliza/ha. Cuando la relación Ca/Mg es
alta (>7) porque hay muy poco Mg, se corrige aplicando 50 kg de MgO/ha,
utilizando sulfato de magnesio o sulpomag.
7.-Fertilización con micronutrientes: en este caso, donde no
tenemos mucho espacio para explicar a fondo el manejo de los micronutrientes,
solo vamos a referirnos a las aspersiones preventivas. Si el análisis de suelo
indica que el suelo es pobre en micronutrientes, o si no se reportan los
niveles de micronutrientes pero el pH del suelo es de tendencia alcalina o
mayor que 7,0, o si el suelo es en general muy pobre y de texturas gruesas (a,
af y fa), las aspersiones preventivas de micronutrientes se consideran una
buena opción.
En esas aspersiones preventivas se deben utilizar fertilizantes foliares
que contengan mezcla de micronutrientes,
en dos aplicaciones, una en la primera etapa de alta tasa de crecimiento, que
ocurre más o menos a los 20-25 días de edad del cultivo y, la otra, dos semanas
después. Según la concentración de nutrientes en el fertilizante se aplican
dosis que varían entre 0,5 y 1,0 kg/ha disueltos en 100 a 200 litros de agua, o
puede seguir las instrucciones del fabricante, o puede consultar un
especialista.
Consideración final: en
las siembras de soya durante el ciclo Norte-Verano de los Llanos Occidentales,
si este cultivo sigue a un cultivo de maíz o arroz que fue adecuadamente
fertilizado y se realiza una correcta inoculación de las semillas, no es
necesario aplicar fertilizantes, ya que la soya aprovechará el efecto residual
de P y K, y el nitrógeno será suministrado por la mineralización de la materia
orgánica y la fijación biológica. Esto representa una disminución significativa
de los costos de producción, por lo que el punto de equilibrio de la gestión se
obtiene con rendimientos modestos de la soya, que son los más probables durante
estas siembras con poca lluvia y con variedades precoces.
Pedro
Raúl Solórzano Peraza.
Mayo
de 2017
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