UN MODELO AGRÍCOLA Y LOS SISTEMAS SUELO-PLANTA-CLIMA
Pedro Raúl Solórzano Peraza
Es por todos conocido que la agricultura
venezolana atraviesa por una crisis sin precedentes, por lo que para intentar superar
la carestía de los alimentos básicos necesarios para cubrir las necesidades de
la población, la producción agrícola tiene que ser recuperada. A pesar de todo
esto, en Venezuela hace mucho tiempo que dejamos la agricultura de subsistencia
y tenemos una agricultura moderna, gracias entre otros, a los centros de
investigación y a un buen número de agricultores de avanzada que han estado
pendientes de los últimos adelantos para mejorar esta actividad. Por supuesto,
estos años de indolencia e ignorancia por parte de los gobernantes, han
deteriorado ese modelo que tenemos que actualizar de manera generalizada. Cualquier
camino que se tome en ese sentido, cualquier modelo agrícola que se intente
establecer para el país, tiene que basarse sobre el cabal conocimiento de los
diferentes sistemas suelo-planta-clima de nuestras regiones
agrícolas y cómo manejarlos adecuadamente para obtener la mayor
productividad posible de dichos sistemas. Todo ese esfuerzo acompañado de
políticas agrícolas que abarquen aspectos sociales, económicos y geopolíticos.
¿Qué es un
sistema suelo-planta-clima? Es una aproximación donde concurren una serie de factores de suelo y de
clima que pueden afectar el crecimiento de las plantas. El crecimiento de una planta no puede considerarse en una forma
aislada, ya que el mismo va a depender tanto de sus características propias
determinadas por su código genético, como de los factores externos de suelo y
clima predominantes en un momento y un lugar determinados. Se debe considerar
entonces el crecimiento como una resultante de las interacciones que ocurren
dentro del sistema suelo-planta-clima, donde concurre un cuarto factor que es
el manejo que se le pueda brindar a esos factores, con el objeto de lograr las
mejores condiciones para el desarrollo de las plantas.
La planta: en agricultura,
nuestro fin primordial es lograr los mayores rendimientos y beneficios de un
cultivo, lo cual va a depender de que las plantas se puedan desarrollar
normalmente, y para lograrlo, es necesario conocer los factores que afectan su
crecimiento. La planta es un producto de su constitución genética y el ambiente
que la rodea, el patrón genético es fijo para una planta dada y determina su
potencial para un máximo crecimiento en medio de un ambiente favorable. Por
esto se puede decir que el crecimiento de la planta es una función de los
factores ambientales o factores de
crecimiento externos, los cuales pueden ser considerados como variables,
y cuya magnitud y combinación determinarán el crecimiento que pueda alcanzar dicha
planta. Simbólicamente, esto puede ser expresado de la siguiente manera:
C = f(X1,X2,X3,...Xn)
Donde:
C= Medida del crecimiento
X1,X2,X3,...Xn = Factores que
afectan el crecimiento
Por otro lado, los factores genéticos van a determinar la máxima capacidad
de crecimiento de una planta y pueden ser modificados por medio del
mejoramiento genético, para darle al vegetal una serie de características que
le permitan tolerar mejor las condiciones ambientales. El aporte de la genética
a la agricultura ha sido muy amplio y vemos como cada día se liberan al mercado
nuevos híbridos con alta capacidad de rendimiento, productos de mejor calidad,
plantas con mayor amplitud de resistencia a plagas y enfermedades, de mayor
eficiencia en el uso de nutrientes, con mayor resistencia a la sequía y a las condiciones
de acidez de los suelos, etc.
La genética continúa con la posibilidad de seguir dando aportes
significativos al desarrollo agrícola a través de la biotecnología, que permite
la propagación clonal para la multiplicación rápida de plantas con características
deseables; la obtención de plantas libres de virus; la producción de plantas
haploides a partir del cultivo de granos de polen y anteras; la fusión de
protoplastos procedentes de diferentes plantas para lograr la hibridación
interespecífica. Otra vía importante está basada en recombinaciones del ADN
para manipular directamente, en fitomejoramiento, el material hereditario. En
el campo de la microbiología se suceden logros importantes en el desarrollo de
nuevos tipos de microorganismos, especialmente bacterias y micorrizas, que en
asociación con las plantas cultivadas o libres en el suelo, permitan una más
eficiente fijación y utilización del nitrógeno atmosférico y del suelo, y de
otros nutrientes esenciales. Directamente en plantas, la producción de
organismos genéticamente modificados que han servido para mejorar las prácticas
agrícolas en algunos cultivos, siendo uno de los más conocidos el de variedades
de soya a las que se le ha incorporado el carácter de resistencia a los
herbicidas del grupo de los glifosatos, facilitando el combate de malezas en
este cultivo con su efecto directo en el mejoramiento de los rendimientos y en
la disminución de los costos de producción.
En relación a la planta, como centro de estos sistemas, podemos decir que
la agricultura venezolana utiliza, con excepción de las variedades
transgénicas, los mejores cultivares del mundo que se adaptan mejor a nuestras
condiciones. En maíz tenemos cultivares, en su mayoría híbridos, propios y
foráneos, con las mayores capacidades de rendimiento en nuestros sistemas; en
sorgo granífero hemos desarrollado cultivares tan excelentes que hasta han sido
requeridos por países vecinos para su siembra; en arroz me he llevado la
sorpresa de que la Fundación DANAC está desarrollando híbridos, lo cual implica
una tecnología bastante complicada y novedosa para mejorar la productividad de
este cultivo, que se están sembrando en nuestras regiones arroceras con mucho
éxito; en soya los persistentes agricultores de Portuguesa están abriendo lo que
han llamado la “ruta de la soya”, en unas condiciones que siempre se han
considerado difíciles para este cultivo pero con variedades creadas en UCLA y
en DANAC, además de una variedad brasilera, que se muestran promisorias para
este proyecto; en hortalizas se emplean las mejores semillas y cultivares con
un buen número de híbridos, lo mismo ocurre con algunos frutos como melón,
patilla y lechosa; en forrajes se han estado sembrando un gran número de
cultivares, híbridos y variedades, cada uno ubicado en condiciones muy
particulares por su adaptabilidad. Así como estos casos, podemos encontrar
otros ejemplos del modernismo de nuestra agricultura en lo que se refiere a la
planta como centro de los sistemas suelo-planta-clima.
Estamos a la expectativa de que ocurra un cambio en la legislación que
impide a los agricultores venezolanos utilizar semillas de cultivares
transgénicos, para comenzar a evaluarlos, producirlos y utilizarlos en nuestras
siembras.
Las plantas, además, necesitan ser protegidas de la competencia o daño por
malezas, insectos plaga y enfermedades, para lo cual en nuestra agricultura se
utilizan todo tipo de biocidas, de última generación, complementado con un
desarrollo nacional de productos biológicos basados principalmente en el uso de
insectos que parasitan otros insectos y hongos que parasitan insectos y pueden también
controlar otros hongos.
El clima: en el componente clima se incluyen algunos
factores que van a determinar el entorno donde se desarrolla la planta,
exceptuando el suelo. Los más importantes para la agricultura son temperatura,
lluvias y luz o radiación, los cuales no son totalmente controlables para la
producción agrícola, pero se pueden manejar con algunas acciones directas o
indirectas para tratar de adaptarlos a los requerimientos de las plantas
cultivadas.
La temperatura afecta directamente las funciones de fotosíntesis,
respiración, absorción de agua y nutrientes, transpiración, actividad
enzimática, entre otras, lo cual se refleja en el crecimiento de las plantas.
En nuestras condiciones tropicales, aparentemente no existen limitaciones de
temperatura para el crecimiento de las plantas, ya que sus rangos de variación
están entre límites normales. Para aquellas especies que requieren bajas
temperaturas para la inducción de la floración y la consecuente fructificación,
se busca ubicarlas en zonas donde por razones de altitud se logran esas
condiciones. Es el caso de importantes centros de producción de flores, fresas,
duraznos, algunas hortalizas, etc., ubicados en la Región Andina y sectores
montañosos de las Regiones Central y Centro Occidental. En este caso, se está
manejando el factor temperatura con la ubicación de los cultivos en el paisaje.
Las lluvias van a ser determinantes de la
disponibilidad de humedad edáfica. El crecimiento de las plantas, con algunas excepciones de plantas acuáticas
o aquellas tolerantes a condiciones de sequía, tiende a reducirse por excesos o
por defectos de humedad edáfica. Las plantas necesitan el agua para la
producción de carbohidratos, mantener la hidratación del protoplasma y como un
vehículo para el transporte interno.
La mayor parte de la producción agrícola del país proviene de la
agricultura de secano, que es la que depende de la cantidad y distribución de
las lluvias en cada ciclo anual. En este tipo de agricultura, pueden ocurrir
irregularidades en la suplencia de agua a las plantas por exceso o
insuficiencia de las lluvias; por mala distribución de las mismas en el tiempo;
o porque los suelos tengan una baja capacidad de almacenamiento de agua y
lleguen fácilmente a niveles de marchitez permanente, o sean muy pesados con
mal drenaje y se aguachinen en períodos cortos de tiempo.
El mejor aprovechamiento de los ciclos de lluvia
en la agricultura de secano, se logra con adecuadas fechas de siembra y
poblaciones de plantas, según la humedad edáfica disponible durante el ciclo de
vida. Cuando hay excesos se construyen drenajes para avenar convenientemente
los campos y cuando hay defectos se busca mejorar la infiltración del agua en el suelo.
La agricultura bajo riego proporciona una gran
seguridad para el éxito de la producción de los cultivos. En Venezuela
disponemos de sistemas de riego para cientos de miles de hectáreas que se
utilizan principalmente en arroz y caña de azúcar. Muchos de nuestros
productores de arroz utilizan modernos sistemas de nivelación, con rayos laser,
para lograr sembrar con pendientes mínimas y el mínimo gasto de agua posible,
lo cual permite incrementar las áreas de siembra con la misma disponibilidad de
agua. También existen desarrollos de riego recientes, en su mayoría por
particulares y especialmente para la producción de hortalizas, que se han
orientado hacia el uso del concepto de riego localizado, con la aplicación
simultánea de la fertirrigación, que es uno de los métodos de aplicación de
fertilizantes más modernos y eficientes que existen en la actualidad. Estos sistemas
de riego localizado se han instalado tanto para agricultura a cielo abierto
como para agricultura protegida en invernaderos, donde también es posible
controlar luz y temperatura. En muchos de ellos se han instalado los
dispositivos para automatizar todo el manejo del sistema, aportando eficiencia
y disminución de costos por menor cantidad de mano de obra empleada.
La luz es un factor muy importante ya que es determinante para que ocurra
la fotosíntesis, y por consiguiente, para el crecimiento de las plantas. Por
supuesto, existen diferencias en los requerimientos de luz de las plantas ya
que hay especies que tienen un punto de saturación de luz muy bajo y otras muy
alto. En la producción de cultivos es importante lograr poblaciones de plantas
adecuadas en cada uno de ellos, para obtener una eficiente intercepción y
utilización de la luz por las plantas. Cuando las poblaciones son muy bajas,
una buena proporción de la energía radiante incidente no puede ser interceptada
por las hojas y se pierde; por otro lado, existe un punto por encima del cual
un incremento en la población de plantas de un cultivo no produce mayores
rendimientos, entre otras cosas, porque ocurre una fuerte competencia entre las
plantas por agua, luz y nutrientes.
Hay un aspecto asociado a la suplencia de luz de gran importancia en
agricultura, el cual se refiere a la duración diaria del período de claridad u
oscuridad, o lo que se ha denominado longitud del día o de la noche. El
comportamiento de la planta en relación a la longitud del día es llamado
fotoperíodo, y en nuestras condiciones, aún cuando a lo largo del año la
diferencia entre el día más largo y el más corto es aproximadamente una hora,
tiene gran trascendencia en el comportamiento de muchas especies,
particularmente en lo que se refiere a la inducción de la floración. Por eso es
un factor que se toma en consideración para establecer las fechas de siembra de
los cultivos.
El suelo: es un cuerpo natural donde se arraigan
las plantas, y entre otras cosas, es
fuente de los nutrientes que éstas necesitan para su normal desarrollo. El
suelo tiene características que se agrupan en físicas, químicas,
físico-químicas y biológicas, las cuales en una u otra forma afectan el
crecimiento de las plantas.
Las características físicas textura, estructura y porosidad del suelo son
determinantes en el almacenamiento de agua y nutrientes, movilidad de iones en
la fase líquida, y principalmente, en las pérdidas de nutrientes (contenidos en
el suelo o adicionados con los fertilizantes) por los procesos de lixiviación o
de arrastre por acción de la erosión.
Las características químicas están relacionadas con la naturaleza de los
minerales y la disponibilidad de nutrientes del suelo, tanto en forma
intercambiable como en solución. El instrumento de diagnóstico más utilizado
con la finalidad de conocer estas características y por ende, el estado
nutritivo del suelo, es el análisis químico de suelos lo cual se realiza en
laboratorios especializados.
Las características físico-químicas se refieren principalmente a la
capacidad de intercambio catiónico (CIC) y al pH del suelo. La CIC refleja la
capacidad del suelo para retener cationes y se relacionan con ella la CIC
efectiva, CIC a pH 7,0, saturación con aluminio, saturación con bases, acidez
potencial.
Con el conocimiento o la consideración del sistema suelo-planta-clima, se
pueden establecer las prácticas de manejo para mantener niveles adecuados de
nutrientes en la solución del suelo, hacer un uso eficiente de los
fertilizantes, y asegurar una nutrición adecuada y balanceada para las plantas.
Desafortunadamente, por lo menos durante los últimos diez años, en Venezuela no
se ha podido aplicar cantidades suficientes de fertilizantes, ya que el
gobierno asigna una dosis única, de una fórmula única, para todos los sistemas
suelo-planta-clima del país. Esas dosis son erradas e insuficientes.
Finalmente, todo ese manejo de los sistemas agrícolas, la realización de
muchas labores, se realiza con el concurso de maquinarias y equipos agrícolas,
que en la mayoría de los casos son de los más modernos del mercado
internacional, pero deben recuperarse por encontrarse en mal estado por falta
de repuestos y mantenimiento adecuado
En relación al clima en particular, vale la pena mencionar que por lo menos
en Acarigua, los agricultores organizados disponen diariamente de la
información meteorológica al momento, así como el pronóstico para el futuro
inmediato, de tal manera que puedan programar mejor sus actividades.
Igualmente, ya se encuentran utilizando drones para la evaluación de los campos
cultivados, de una forma más rápida y económica que la forma tradicional de
visitar los diferentes confines de cada finca.
En conclusión, podemos decir que en Venezuela hay una agricultura moderna,
que necesita el apoyo de políticas adecuadas para su recuperación y crecimiento
tanto vertical como horizontal. Hemos visto la complejidad de la agricultura, los riesgos que existen en
la actividad, y hemos visto que solo se logra producir alimentos, fibras y
otros bienes provenientes del mundo vegetal, conociendo los factores de
producción y manejándolos en el campo. No se produce alimentos diagnosticando
las calorías necesarias por las personas ya que eso es asunto de los
nutricionistas, ni se produce alimentos asignando recursos monetarios que luego
son mal invertidos o no se invierten en el sector, solo se produce alimentos
trabajando en el campo con dedicación, con apoyo financiero suficiente y
oportuno, y con apoyo científico y tecnológico.
Agosto de 2016
pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com
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