Venezuela es un país con ingentes recursos naturales,
no solamente mineros como ha sido la fuente de nuestras riquezas durante el
siglo pasado, sino que además dispone de excelentes recursos para la
agricultura. Es el caso de suelos aptos para una variada gama de cultivos,
abundante agua y de buena calidad en ríos y acuíferos, y un clima con muchas
ofertas de condiciones según la ubicación de las regiones en los paisajes, como
son los casos de las montañas con sus bajas temperaturas, los llanos, las zonas
semidesérticas, las costas, las áreas con dos picos de lluvia o las que tienen
una prolongada y abundante estación de lluvias, etc. Es decir, tenemos recursos
para alcanzar una agricultura próspera y capaz de proporcionar todos los
alimentos básicos para mantener a una población sana, bien nutrida.
Los recursos mineros se están explotando de una manera
incontrolada, y en cierto modo malgastándolos, ya que no representan beneficios
para los ciudadanos del país. Además, con una destrucción bárbara de los recursos
naturales renovables. El petróleo que ha sido la base de nuestra riqueza no se
explota adecuadamente, y en la actualidad, su producción se ha reducido a unos
pocos barriles diarios que no alcanzan para cubrir las obligaciones del
gobierno, razón por la cual, entre otras, hemos entrado en una gran crisis que
nos hace miserables, tanto físicamente como emocionalmente.
Los recursos para la agricultura están allí, pero el
arte de producir alimentos es sumamente complejo y requiere la contribución de
muchos factores para que esos recursos sean correctamente utilizados y ésta sea
una actividad eficiente. En el contexto actual, con el gobierno del socialismo
del siglo XXI, es imposible producir abundantes alimentos y contribuir con la
soberanía alimentaria. Para ello, es necesario restaurar la democracia en el
país y comenzar a reconstruirlo en todos sus ámbitos, donde la agricultura es
solo uno de ellos. En lo personal, considero que algunos de los aspectos que se
deben considerar para la recuperación de la agricultura venezolana son los
siguientes:
-Inseguridad personal y jurídica, lo cual debe
resolverse a profundidad especialmente en lo personal, ya que las unidades de
producción, en cierto modo, son sitios aislados de los centros donde hay
vigilancia y actuación de los organismos de seguridad ciudadana. Control de
invasiones, guerrillas nacionales y extranjeras, abigeato, etc.
-Uso adecuado de los recursos suelo-agua para que
brinden sus frutos y perduren en el tiempo infinito.
-Reparación y ampliación de la infraestructura de
apoyo a la agricultura, en lo referente a vialidad, electrificación, sistemas
de riego y centros de recepción, tratamiento y almacenamiento de cosechas.
-Renovación de parte del parque de maquinarias y
equipos agrícolas. Reparación y servicio de lo que pueda recuperarse y
repotenciarse. Suministro oportuno y suficiente de partes y lubricantes.
-Suministro suficiente, oportuno y de calidad, de los
insumos básicos como semillas, fertilizantes y plaguicidas para la siembra de
los cultivos, y transporte de los productos.
-Mejorar la capacitación, a todos los niveles
(obreros, maquinistas, productores, profesionales y otros) de los que
intervienen en el proceso de producción agrícola.
-Disponer de un adecuado servicio de extensión agrícola
de competencia en todas las regiones agrícolas, que permita que los productores
se sientan apoyados y atendidos.
-Por supuesto, incrementar y en lo posible
correlacionar la investigación en el mundo agronómico con las necesidades más
críticas de los productores o de las regiones agrícolas.
Indudablemente, todo eso en el marco de una adecuada
selección de qué cultivos vamos a sembrar, superficies o cuánto debemos
producir, dónde se van a producir, con quien, cuándo, y otras interrogantes que
se pudieran plantear para orientar los programas de producción agrícola y
contribuir con la soberanía alimentaria.
Recordemos que: SIN FERTILIZANTES es imposible producir la cantidad de
alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.
En Amazon
está a la venta el libro del autor: “Fertilidad de suelos y su manejo en la
agricultura venezolana”. Tiene información muy útil para mejorar la práctica de
fertilización de los cultivos, con miras a una mayor productividad y a un mejor
trato a los suelos y al ambiente en general,
https:/www.amazon.com/dp/1973818078/
Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Septiembre de 2018.
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