Este documento
es la parte III de otros que van a conformar el tema: “Conociendo la planta de
soya”, hasta completar la información sobre crecimiento y nutrición de esta
planta, aspectos muy importantes para el manejo del cultivo en el campo.
III.-La
nutrición de la soya.
Las plantas para desarrollarse normalmente, necesitan
disponer de una adecuada y oportuna suplencia de un grupo de elementos que se
conocen como nutrientes esenciales. Cada uno de ellos cumple una función
específica dentro del vegetal, y su ausencia, o aún su presencia a niveles
inferiores de los normales, impide que la planta logre expresar su máxima
capacidad de crecimiento.
Los nutrientes esenciales se han dividido en
macronutrientes y micronutrientes, dependiendo de las cantidades en que las
plantas los requieran. Los macronutrientes son nitrógeno (N), fósforo (P),
potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y azufre (S). Los micronutrientes son
hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), cobre (Cu), boro (B), molibdeno (Mo) y
cloro (Cl). Estos nutrientes se pueden encontrar en el suelo bajo diferentes
formas, se mueven hacia la raíz por distintos procesos y una vez que llegan a
la interfase suelo-raiz, pueden ser absorbidos por las plantas. Cuando los
suelos no están en capacidad de suministrar la cantidad suficiente de estos
nutrientes a las plantas, lo cual se puede conocer realizando un análisis de
suelos, estos nutrientes se deben aplicar por medio de fertilizantes en la
práctica de fertilización.
Para el manejo de la fertilización de las plantas
cultivadas una información valiosa es el conocimiento de los patrones de
acumulación de los nutrientes a lo largo de su ciclo de vida. En esta ocasión,
vamos a presentar los patrones de acumulación de N, P y K, en la variedad
Soyica P-31 procedente del ICA, Colombia, sembrada en el campo con una
eficiente inoculación con rizobios.
El nutriente que se acumuló en mayor cantidad es el
nitrógeno, el cual alcanzó un valor máximo de 217,76 kg de N/ha lo cual es
lógico dado el elevado nivel de proteína en el grano de soya, luego sigue el
potasio con un máximo acumulado de 74,4 kg de K2O/ha (62,02 kg de
K/ha), y finalmente el fósforo con 59 kg de P2O5/ha
(20,25 kg de P/ha). Pero es importante conocer cómo ocurrió esa acumulación en
las diferentes etapas del crecimiento y desarrollo de las plantas.
En los cuadros 1, 2 y 3 se presenta la acumulación de
N, P y K respectivamente en los diferentes órganos y en la planta entera, en
relación a la edad del cultivo. Se aprecia que la máxima acumulación de N
(217,76 kg/ha) ocurrió al momento de la cosecha, mientras que para P (20,25
kg/ha) y K (62,02 kg/ha) esa máxima acumulación ocurrió a los 74 días de edad
(estado R8), disminuyendo a partir de allí hasta la cosecha. Esta disminución
se puede explicar porque en esta etapa final del ciclo ya la absorción de estos
elementos es muy baja y no logra superar la pérdida que ocurre por el
desprendimiento de las hojas de las plantas.
Cuadro 1. Acumulación de nitrógeno en los diferentes
órganos de la planta de soya a lo largo de su ciclo de vida. Valores en kg de
N/ha.
Edad Hojas
Tallos Vainas Hojas
Granos Total
(días) viejas
18
|
4,42
|
1,35
|
5,77
|
|||
25
|
11,86
|
3,02
|
14,88
|
|||
32
|
19,23
|
4,27
|
23,50
|
|||
39
|
30,72
|
4,29
|
35,01
|
|||
46
|
42,90
|
15,10
|
58,00
|
|||
53
|
55,80
|
22,50
|
12,50
|
90,80
|
||
59
|
55,21
|
23,34
|
38,52
|
1,42
|
118,29
|
|
68
|
53,66
|
29,05
|
108,23
|
1,54
|
192,48
|
|
74
|
9,33
|
13,76
|
166,37
|
6,77
|
196,23
|
|
87
|
6,12
|
12,03*
|
199,54
|
217,76
|
*Vainas vacías
Cuadro 2. Acumulación de fósforo en los diferentes
órganos de la planta de soya a lo largo de su ciclo de vida. Valores en kg de
P/ha.
Edad Hojas
Tallos Vainas Hojas
Granos Total
(días)
viejas
18
|
0,39
|
0,06
|
0,45
|
|||
25
|
0,86
|
0,26
|
1,12
|
|||
32
|
2,59
|
0,49
|
3,08
|
|||
39
|
2,58
|
0,61
|
3,19
|
|||
46
|
4,29
|
2,52
|
6,81
|
|||
53
|
5,60
|
2,92
|
1,46
|
9,98
|
||
59
|
4,89
|
2,28
|
3,01
|
0,02
|
10,20
|
|
68
|
5,14
|
2,82
|
8,77
|
0,20
|
16,93
|
|
74
|
0,89
|
1,86
|
16,40
|
1,10
|
20,25
|
|
87
|
0,43
|
1,63*
|
14,05
|
16,11
|
*Vainas vacías
Cuadro 3. Acumulación de potasio en los diferentes
órganos de la planta de soya a lo largo de su ciclo de vida. Valores en kg de
K/ha.
Edad Hojas
Tallos Vainas Hojas
Granos Total
(días)
viejas
18
|
1,35
|
0,99
|
2,34
|
|||
25
|
3,07
|
2,16
|
5,23
|
|||
32
|
7,26
|
3,65
|
10,91
|
|||
39
|
10,98
|
5,29
|
16,27
|
|||
46
|
16,72
|
18,80
|
35,32
|
|||
53
|
16,46
|
15,24
|
7,16
|
38,86
|
||
59
|
15,46
|
12,11
|
18,32
|
0,41
|
46,30
|
|
68
|
9,85
|
6,65
|
37,80
|
0,32
|
54,62
|
|
74
|
1,12
|
5,58
|
53,99
|
1,33
|
62,02
|
|
87
|
1,31
|
15,92*
|
36,53
|
53,76
|
*Vainas vacías
Los resultados indican que al principio, cuando se
iniciaron las evaluaciones a los 18 días de edad y hasta los 32 días, la
acumulación de estos tres nutrientes es lenta y comienza a incrementarse según
el muestreo de los 39 días de edad, cuando ya las plantas están en pleno período
de floración. Se considera que entre los 32 y 39 días de edad las plantas
estaban en los estados R1 y R2. Estos valores se incrementan significativamente
después de los 46 días en la posfloración, cuando las plantas ya están en R3.
En lo que respecta a la acumulación de nitrógeno en
los diferentes órganos de la planta de soya (cuadro 1), vemos que durante las
primeras etapas de desarrollo la mayor acumulación de N ocurre en las hojas y
muy poca proporción en los tallos. Esto se mantiene hasta el inicio de la
formación de vainas a los 53 días (estado R4) cuando éstas comienzan a ser
importantes depósitos de nitrógeno y paralelamente, a partir de este momento se
inicia la pérdida de hojas, lo cual, junto a un posible transporte de N a las
vainas, influye en la drástica disminución de la acumulación del nutriente en
este órgano, a tal punto que para el momento de la cosecha no se reportan datos
porque las plantas están completamente desprovistas de follaje. Igualmente, la
acumulación de nitrógeno en los tallos es muy lenta después de los 53 días de
edad y hay una clara evidencia de que ocurre transporte de N desde los tallos
hacia las vainas a partir de los 68 días (R6). Para el momento de la cosecha,
en las vainas había 97% del total de N acumulado y solo 3% en los tallos.
La acumulación de nitrógeno es importante porque es
constante y creciente durante todo el ciclo de la planta y, además, en
cantidades relativamente altas. Por esta razón es necesario hacer una buena
inoculación de las semillas y asegurar que ocurra fijación de N atmosférico, lo
cual generalmente comienza a los 20 días de edad.
Fósforo y potasio siguen más o menos la misma
tendencia del nitrógeno, solo que en menores cantidades y las máximas
acumulaciones ocurren a los 74 días, después de lo cual tienden a disminuir por
la pérdida de hojas. Una diferencia interesante entre estos nutrientes se
refiere al destino final de ellos en los órganos de la planta. Nitrógeno y
fósforo se acumulan casi totalmente en los granos (92% de N y 87% de P),
mientras que el potasio se distribuye entre tallos más vainas vacías (32% de K)
mientras que en los granos permanece un 68% de K.
Quizás más importante sea analizar las tasas de
acumulación de N, P, K en la planta a lo largo del ciclo de vida, ya que nos
proporciona información en relación a los momentos críticos cuando los
requerimientos son mayores. Esos valores se presentan en el cuadro 4.
Cuadro 4. Tasas de acumulación de N-P-K en la planta
de soya a lo largo de su ciclo de vida.
Período Tasas de acumulación
(kg/ha/día)
(días) N P K
18-25 1,30 0,10 0,41
25-32 1,23 0,28 0,81
32-39 1,64 0,02 0,77
39-46 3,28 0,52 2,75
46-53 4,69
0,45 0,48
53-59 4,58 0,04 1,24
59-68 8,24 0,75 0,92
68-74 0,63 0,55 1,23
74-87 1,66
-0,32
-0,64
-------------------------------------------------------------------------
Las tasas de acumulación de estos nutrientes son bajas
al principio y hasta la posfloración e inicio de la formación de vainas,
observándose que para el período 39-46 días los valores se incrementan
significativamente. A partir de allí se alcanzan las tasas máximas de
acumulación llegando para el potasio a un valor de 2,75 kg de K/ha/día en este
período de 39-46 días (R2-R3), para el nitrógeno la máxima tasa de acumulación
se alcanza a los 59-68 días (R5-R6) con un valor altísimo de 8,24 kg de
N/ha/día, siendo este período el más activo en el llenado de los granos. Para
el fósforo la máxima tasa de acumulación también fue en este período y con un
valor de 0,75 kg de P/ha/día.
Evidentemente, las altas tasas de acumulación de
nitrógeno se logran en una gran proporción a través de la fijación biológica de
N atmosférico por el Bradyrhizobium
japonicum. De no realizarse una buena inoculación de la semilla antes de
sembrar, estos requerimientos tendrían que suplirse por medio de fertilizantes
que en el mejor de los casos equivaldría a casi 500 kg de urea/ha con una
eficiencia imposible de 100%, o más de 1 tonelada de sulfato de amonio/ha.
Además, habría que asegurar que para los 10 días del período 59-68 días se
encuentren unos 80 kg de N disponibles para las plantas, y poder suplir la alta
demanda de ese momento.
La acumulación de fósforo y potasio es constante
durante el ciclo, lo que implica que los fertilizantes fosfatados y potásicos se
deben aplicar al momento de la siembra en las dosis que se recomienden según el
análisis de suelo y con el conocimiento de estos requerimientos. Sin embargo,
si los suelos son de texturas gruesas donde se esperan pérdidas significativas
de nutrientes por lixiviación, el potasio se debe fraccionar, aplicando una
fracción al momento de la siembra y aplicar una segunda fracción un poco antes
de los 40 días de edad del cultivo o cuando apenas aparecen las primeras vainas
(estado R3), porque es la etapa con la mayor tasa de acumulación de este
nutriente.
De toda la información anterior, además, podemos
concluir que la soya en el ejemplo tuvo un rendimiento de 2.811 kg de
granos/ha, y si sobre esta base calculamos los requerimientos nutritivos para lograr
este rendimiento encontramos que se producen 12,9 kg de granos por cada kg de N
acumulado por el cultivo (2.811/217,76=12,9), se producen 47,6 kg de granos por
cada kg de P2O5 acumulado por el cultivo (2.811/59=47,6),
y se producen 37,8 kg de granos por cada kg de K2O acumulado por el
cultivo (2.811/74,4=37,8). Estos valores son muy parecidos a otros valores
reportados en la literatura para diferentes niveles de rendimiento.
Toda la información presentada permite al productor o
a su asesor si fuera el caso, junto al conocimiento de las condiciones de suelo
mediante un análisis reciente con fines de fertilidad, preparar un programa de
fertilización para el cultivo de la soya bastante ajustado a la realidad, para
lograr los rendimientos esperados.
Sin fertilizantes es imposible producir la cantidad de
alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.
En Amazon
está a la venta el libro del autor: “Fertilidad de suelos y su manejo en la
agricultura venezolana”. Tiene información muy útil para mejorar la práctica de
fertilización de los cultivos, con miras a una mayor productividad y a un mejor
trato a los suelos y al ambiente en general, https:/www.amazon.com/dp/1973818078/
Pedro Raúl Solórzano Peraza
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