SI
USTED NO CAPITULA, MONDA.
Pedro Raúl Solórzano Peraza
Febrero
de 2017
La
mujer venezolana, tradicionalmente y entre otros atributos, se ha caracterizado
por su hidalguía que le proviene de su corazón amplio y generoso, y por su
valentía puesta a prueba desde la época de nuestra independencia de las
legiones españolas. Hay innumerables ejemplos de valerosas mujeres, verdaderas
heroínas que de alguna manera participaron en las luchas independentistas, unas
más conocidas que otras, pero todas dispuestas a arriesgarlo todo por la causa
patriótica. Una de esas mujeres fue la zuliana Ana María Campos.
En
las postrimerías de la lucha armada por nuestra emancipación, por allá por el
año 1823, cuando se fraguaba la Batalla Naval del Lago de Maracaibo como sello
a la reafirmación de la independencia de Venezuela, era mariscal de campo en
las líneas españolas Francisco Tomás Morales, jefe de la campaña de occidente y
último en ocupar el cargo de Capitán General de Venezuela. En ese entonces insurge
Ana María Campos, una joven natural de Los Puertos de Altagracia que andaba en
sus veinte años y quien en sus reuniones clandestinas en Maracaibo, haciendo
referencia a Morales, decía: “si usted no capitula, monda”; queriendo
significar para la época que si no capitulaba tendría que enfrentarse a las
consecuencias. Esto llegó a oídos de Morales quien le solicitó a la joven que
se retractara y, ante la negativa de ella, fue azotada públicamente causándole
daño tan profundo que a los pocos años murió, pero no sin antes ver la victoria
patriota y la rendición de Morales, su verdugo.
En
la actualidad, se puede decir que en Venezuela tenemos un enfrentamiento en el
cual la mayoría de la población persigue la independencia del yugo de un
régimen autoritario que cada día infringe lo dispuesto en la Constitución, que
como se expresa en su Artículo 7: “...es la norma suprema y el fundamento del
ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder
Público están sujetos a esta Constitución”.
Ese
enfrentamiento, motivado por la violación de la Constitución por parte del
Presidente de la República ha llevado a que la Asamblea Nacional, cuyos
diputados son elegidos por votación universal, directa, personalizada y
secreta, en uso de sus atribuciones contempladas en el artículo 233 de la
Constitución haya declarado el 9 de enero de este año 2017, el “abandono del
cargo por parte del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela”. Esa
declaración de la AN conlleva a que se produzca lo que se denomina “falta
absoluta del Presidente electo”, y por lo tanto, tal como lo contempla la misma
Constitución, se debe proceder a realizar una nueva elección universal, directa
y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Es decir,
deberíamos tener elecciones de Presidente el próximo 8 de febrero.
Por
supuesto, en otra flagrante violación a la Constitución, las autoridades del
Poder Ejecutivo en comandita con el Poder Judicial, hacen caso omiso de esta
decisión de la AN, y el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela no
se aparta del cargo que ya no le pertenece. Esta llave de los Poderes Ejecutivo
y Judicial, viene cometiendo barbaridades desde la designación ilegal de
magistrados para el Tribunal Supremo de Justicia y su Sala Constitucional. La
primera decisión violatoria del orden constitucional fue la eliminación de los
diputados electos en el estado Amazonas y, desde allì en adelante, han cometido
todo tipo de atropellos, hasta el 31 de enero cuando el TSJ contraviniendo la
decisión de la AN, anunció que el señor Maduro no ha abandonado el cargo. Pero
el problema ha sido que la AN, la MUD,
el pueblo opositor, en la práctica, hemos aceptado esas acciones ilegales, a
pesar del descontento de la población por la dramática carestía de bienes y
servicios, especialmente de alimentos y medicinas.
En
estos momentos, toda esta población descontenta, conjuntamente con los líderes
políticos de la oposición reunificada, en lugar de solicitar “elecciones ya”
cuando sabemos que no se van a realizar más elecciones en nuestro país, al
menos durante mucho tiempo porque así fue decidido y ordenado al Poder
Electoral, debemos unir fuerzas y dedicarnos a solicitar que el señor Maduro salga
del cargo tal como lo ha declarado la AN y se pueda continuar realizando los
mandatos constitucionales.
Es
una campaña que debe comenzar de inmediato, para la cual queda como anillo al
dedo la siguiente adaptación de la expresión de Ana María Campos: “Señor Maduro,
si no capitula, monda”, que pudiera ser el lema de una jornada que concluya con
la victoria de un pueblo que está agobiado por causa de un gobierno nefasto y
dictatorial, a la vez que sería un mensaje a la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, para que comprenda que vale màs una capitulación a tiempo que una
victoria traumatizante.
Pedro
Raúl Solórzano Peraza.
01
de febrero de 2017
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