Es muy frecuente que el contenido de P en suelos vírgenes sea relativamente bajo, lo cual obedece a la pobreza de los materiales originarios de dichos suelos en este elemento. Eso deriva de la pobreza en fósforo de las rocas de la corteza terrestre, cuyo contenido se estima en promedio entre 0,2 y 0,3% de P2O5. Esta situación obliga, a que en la mayoría de los suelos que se vayan a dedicar a la producción agrícola y se esperen rendimientos altos de los cultivos, se tenga que aplicar fertilizantes fosfatados para asegurar una buena suplencia de fósforo para las plantas.
En contraste con los suelos vírgenes,
en los suelos cultivados y fertilizados, el contenido de P aprovechable para
las plantas se va incrementando progresivamente, especialmente en los
horizontes superficiales del perfil, debido a tres factores fundamentales:
primero, a que ocurren pocas pérdidas por lavado o percolación profunda;
segundo, las cantidades que remueven los
cultivos son relativamente bajas y por último, este elemento tiene poca
movilidad en los suelos. En este caso, se manifiesta el fenómeno de fijación de
P, que no es más que la disminución de la solubilidad del P en los compuestos
fosfatados del suelo o de los fertilizantes aplicados, y por lo tanto, a medida
que aplicamos más y más fertilizantes fosfatados solubles, poco a poco se va
disminuyendo la capacidad de fijación de P por los suelos y se van elevando los
niveles de P disponible para las plantas. De esta manera, cada vez que
iniciamos un nuevo ciclo de siembra en un mismo suelo, se necesita aplicar
cantidades menores de fertilizantes fosfatados. Afortunadamente, hoy en día hay
una industria de fertilizantes que es capaz de atender gran parte de las
necesidades mundiales de fosfatos para la agricultura.
El desarrollo de la industria de
fertilizantes fosfatados comenzó por el año 1840, cuando Liebig demostró que el
valor fertilizante de los huesos molidos se incrementaba cuando eran tratados
con ácido sulfúrico. Rápidamente, en 1842, John Lawes en Inglaterra comenzó la
producción comercial de superfosfato tratando roca fosfórica con ácido
sulfúrico, patentando el proceso que dio origen a la industria mundial de
abonos fosfatados.
La solubilidad del fósforo en los
diferentes fertilizantes es variable, aceptándose para control de calidad,
métodos químicos que determinan P soluble en agua, P aprovechable y P total. El
P soluble en agua más el P soluble en citrato de amonio normal y neutro, constituye
el P aprovechable de los fertilizantes, el cual se expresa por convenio
internacional como porcentaje de P2O5 (% de P2O5).
Es decir, cada vez que se identifica el contenido de fósforo de un fertilizante
se expresa como P2O5 y para transformarlo en fósforo puro
o % de P, el valor de P2O5 se debe dividir entre el
factor 2,29. Este factor se deriva de la relación de los pesos de las moléculas
P2O5/P2, o sea:
Peso de la molécula P2O5
= 62 + (16 x 5) = 142
Peso atómico del P = 31. Luego P2
= 31 x 2 = 62
142/62 = 2,29
Por lo tanto, si un fertilizante
tiene expresado su contenido de fósforo en 25%, el contenido real de P será
25/2,29 = 10,92 % de P.
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