Los laboratorios que realizan análisis de suelos con
fines de fertilidad, pueden utilizar diferentes metodologías para extraer y
determinar los nutrientes de una muestra de suelo. Por existir diversas
metodologías, cada laboratorio debe indicar en su reporte de resultados la
solución extractora utilizada.
Para asociar lo que extraen las raíces de una planta
con lo que extrae una solución extractora y que ésta pueda ser adoptada como
metodología válida, debe existir una correlación satisfactoria entre el
rendimiento de dicha planta y el nivel de nutriente extraído. Es decir, a
grandes rasgos, las concentraciones bajas de nutrientes extraídas con la
solución deben coincidir con rendimientos bajos de las plantas, y las
concentraciones altas deben coincidir con rendimientos altos. Entre ambos se
establecen los niveles críticos de respuesta.
En el país, para la extracción de fósforo (P), unos laboratorios
extraen del suelo este nutriente con solución Olsen, otros laboratorios lo
hacen con solución Bray 1 y otros con solución Carolina del Norte. La
composición de esas soluciones extractoras son diferentes y, por lo tanto,
extraen diferentes cantidades y formas de P de una misma muestra de suelo. Los
resultados obtenidos con cada solución extractora han sido calibrados con la
respuesta de las plantas a este nutriente, lo que ha permitido establecer
categorías de respuesta identificadas como BAJO, MEDIO y ALTO.
Olsen es una solución de NaHCO3 0,5N y es
la más débil de estas tres, luego Bray 1 es una mezcla de NH4F 0,03N
+ HCl 0,025N, y finalmente Carolina del Norte es una mezcla de dos ácidos
fuertes, H2SO4 0,025N + HCl 0,05N y por lo tanto
es la más fuerte de las tres y la que extrae mayor cantidad de P. Lógicamente,
para cada solución extractora existe una tabla con los valores de la
concentración de P correspondientes a las diferentes categorías de respuesta de
las plantas a este nutriente. Dichas tablas de referencia son las siguientes:
CATEGORÍA
BAJO MEDIO ALTO MÉTODO
<5,0
5,0-10,0 >10,0 Olsen
P mg kg-1 <7,0 7,0-20,0 >20,0 Bray 1
<11,0 11,0-31,0 >31,0 C. del Norte
Esos valores indican, que si se somete una misma
muestra de suelo a extracciones separadas con estas tres soluciones para
determinar P aprovechable, los tres valores deben ser bastante diferentes. Por
ejemplo, si consideramos que ese suelo tiene un contenido de P aprovechable en
el límite superior de la categoría MEDIO, el resultado de ese análisis debería
ser 10 mg kg-1 de P cuando la extracción se realiza con solución
Olsen, 20 mg kg-1 con Bray 1 y 31 mg kg-1 de P con
Carolina del Norte. Hasta aquí la interpretación de los resultados es correcta,
pero también es el punto de partida para lo que considero una enseñanza errada
de esta interpretación.
Todo comenzó cuando asistí a una charla de un joven
ingeniero agrónomo, quien a partir de un análisis de suelo con una
concentración de P extraído con solución Olsen expresada en ppm (mg kg-1),
lo transformó en kg de P/ha. El análisis de suelo reportó 10 mg kg-1 de
P, y los cálculos del joven transformaron ese valor en 22,5 kg de P/ha (igual a
51,5 kg de P2O5/ha), considerando una densidad aparente
del suelo de 1,5 ton/m3 y una profundidad de 0,15 m. Por supuesto,
hice el planteamiento de que si la extracción hubiera sido con solución Bray 1
el reporte del laboratorio hubiese sido 20 mg kg-1, equivalentes a
45 kg de P/ha (igual a 103,05 kg de P2O5/ha); y si la
extracción se hubiera realizado con solución Carolina del Norte el reporte del
laboratorio hubiese sido 31 mg kg-1, equivalentes a 69,75 kg de P/ha
(igual a 159,7 kg de P2O5/ha).
Entonces, ¿cuántos kg de P aprovechable/ha contiene
ese suelo?, ¿Serán 22,5; 45 o 69,75 kg de P/ha?. Hacer esa transformación de mg
kg-1 a kg/ha es un error conceptual y no debe continuar
multiplicándose esa enseñanza errada. Cuando un reporte de laboratorio indica
que la concentración de P corresponde a la categoría BAJO es porque en ese
suelo las plantas responderán claramente a la aplicación de fertilizantes
fosfatados; si corresponde a la categoría MEDIO la respuesta de las plantas
será moderada; y si corresponde a la categoría ALTO no habrá respuesta de las
plantas a la aplicación de fertilizantes fosfatados. Aquí debe terminar la interpretación
de los resultados de análisis de rutina de suelos con fines de fertilidad.
En la actualidad, este error lo cometen muchos
profesionales del agro porque ha continuado su divulgación en aulas de clases,
laboratorios, en congresos y en otros medios donde se presentan e interpretan
análisis de suelos con fines de fertilidad.
Pedro
Raúl Solórzano Peraza
Octubre
de 2022
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