sábado, 9 de junio de 2018

¿Sabía usted? Las relaciones Q/I de los nutrientes en el suelo



Los nutrientes en el suelo están distribuidos en las diferentes fracciones de la fase sólida y de alguna forma están relacionados con los nutrientes en la solución del suelo. Estas son las relaciones que representan la cantidad “Q” de un nutriente en la fase sólida del suelo y la intensidad ”I” de ese nutriente en la solución.

Intensidad: es la concentración de un nutriente en la solución del suelo, desde donde las raíces de las plantas lo absorben.

Cantidad: es el “pool lábil” o fracción rápidamente intercambiable, que alimenta a la solución del suelo cuando su concentración (I) disminuye.

Esta relación entre Q e I es una relación directa, ya que al aumentar Q tiende a aumentar I y es válida en esta misma forma para cualquier nutriente; sin embargo, por su importancia en la nutrición vegetal, han sido ampliamente estudiadas con el potasio (K). Esta relación de equilibrio es muy dinámica, ya que a medida que la concentración de K en solución disminuye porque las plantas lo absorben, el K intercambiable comienza a enviar K a la solución para restablecer el nivel de equilibrio. Esta concentración de equilibrio de K, o actividad de este nutriente en la solución del suelo [ARKe=aK/(aCa+aMg)1/2], provee una medida satisfactoria del potencial de K en un suelo o del factor Intensidad (I), y debe mantenerse sobre cierto nivel crítico para que las plantas dispongan de suficiente potasio para su nutrición.

La concentración de equilibrio de K en solución o intensidad (I) no es igual para todos los suelos y depende fundamentalmente de la cantidad de potasio presente, contenido de arcilla y su mineralogía. Por esta razón, varios suelos pueden tener la misma intensidad, pero difieren en su capacidad o habilidad para mantener la concentración de equilibrio dentro de un rango crítico a medida que las plantas absorben potasio. Debido a eso, se requiere evaluar un parámetro que determine la cantidad potencial de K presente en el suelo y de allí la importancia de conocer estas Relaciones Cantidad/Intensidad (Q/I).

Las relaciones Cantidad/Intensidad o relaciones Q/I miden la cantidad de K adsorbido en el complejo de intercambio catiónico a una determinada intensidad (actividad o concentración de K en solución). Además, determinan la Capacidad Tampón Potencial (PBC: Potential Buffer Capacity) de K (PBCK) que representa la resistencia del suelo al cambio en contenido de K, o dicho de otra forma, la capacidad del suelo para suplir K continuamente.

Para medir las curvas Q/I, a una misma cantidad de suelo se añaden soluciones con concentraciones crecientes de K, después de un tiempo se logra el equilibrio en el suelo y se mide la actividad de K en solución. En las muestras donde se aplican soluciones con concentraciones bajas de potasio, se libera K del suelo a la solución; mientras que en las muestras donde se aplican soluciones con concentraciones altas de potasio, ocurre lo contrario para establecer el equilibrio en ese suelo. Con esta información se hace un gráfico Q/I colocando la cantidad de K liberada o adsorbida por el suelo en el eje Y (factor Q) y en el eje X se coloca la cantidad de K remanente en solución (ARKe) o factor I. Los incrementos en Q con respecto a los incrementos en I representan la capacidad del suelo para suplir K o PBCK.

Una adaptación de este concepto de las relaciones Q/I se logra relacionando un estimado de Q como es el K aprovechable del suelo determinado por extracción con solución de acetato de amonio normal, y un estimado de I como es la concentración de K en el extracto de pasta saturada del suelo. Ésta sería una versión de las relaciones Q/I muy diferente a las originales, en las cuales la cantidad (Q) depende de las cantidades de K añadidas al suelo en las soluciones de diferentes concentraciones.  O sea, en el concepto original de las relaciones Q/I, Q va a depender de la concentración de I añadida al suelo. En esta adaptación, relacionando la concentración de K extraído con acetato de amonio normal como estimado de Q, y la concentración de K en el extracto de pasta saturada como estimado de I, la variable dependiente es I ya que depende del valor de K intercambiable, razón por la cual se coloca I en el eje Y, y los valores de K intercambiable como estimado de Q, se colocan en el eje X [Y=f(X)].

Ya se ha señalado que la relación Q/I no es igual en todos los suelos, y hay una tendencia a que a medida que la textura del suelo es más gruesa, la concentración de un nutriente en la solución tiende a ser mayor para un mismo valor de Q. Por esto, en suelos arenosos la mayor parte de un nutriente se encuentra en solución, y con un régimen pluviométrico alto, pueden ocurrir pérdidas importantes de los nutrientes por lixiviación. En estos casos, el fraccionamiento de las dosis de fertilizantes a aplicar es indispensable, para poder asegurar un suministro prolongado de ese nutriente durante el ciclo de cultivo. Por otro lado, en suelos con alto contenido de arcilla se van a requerir cantidades relativamente altas de K intercambiable (Q) para que se pueda lograr la concentración de equilibrio crítica de ese nutriente en la solución del suelo (I).

Los análisis de suelo con fines de fertilidad reportan los valores de K intercambiable extraído con solución normal de acetato de amonio, con los cuales se establecen los rangos alto, medio y bajo de disponibilidad para las plantas. Pero esos rangos se han establecido sin tomar en cuenta el contenido de arcilla. Por esa razón, en la interpretación de los reportes de laboratorio, es bueno asociar el nivel de K aprovechable con el contenido de arcilla, ya que si el suelo es muy arcilloso puede ser que un valor reportado medianamente alto, sea insuficiente para mantener una concentración crítica de K en solución, y se tengan que ajustar las recomendaciones de dosis de fertilizantes potásicos.

Recordemos que: SIN FERTILIZANTES es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.

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Pedro Raúl Solórzano Peraza
Junio de 2018.




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