domingo, 29 de abril de 2018

¿Sabía usted? La rotación de cultivos en la agricultura conservacionista



El concepto de agricultura conservacionista puede ser muy amplio e incluir múltiples modalidades de prácticas aplicadas a la producción agrícola. Dos de estas prácticas son conocidas por la gran mayoría de los agricultores: la primera, la siembra con cero labranza, mínima labranza, labranza reducida o siembra directa, que es el término con el cual han popularizado esta manera de sembrar, con una mínima o ninguna alteración del suelo; y la segunda, la rotación de cultivos, que considera la siembra alternada de especies con diferentes hábitos de crecimiento y diversos requerimientos, para lograr campos más sanos, mejor reciclaje de nutrientes y en fin, una mejor exploración del suelo por parte de las raíces de las plantas.

La cero labranza del suelo o siembra directa, ha tomado mucho auge por una serie de razones, siendo la más importante, en mi opinión, el gran ahorro que se obtiene en mecanización, y hoy en día es común ver en las diferentes regiones agrícolas del país que muchos terrenos se siembran de esta manera. Sin embargo, la rotación de cultivos ha sido difícil de popularizar en el ambiente agrícola venezolano, y una de las razones más importantes ha sido la falta de un cultivo que permita los beneficios de la rotación, pero que al mismo tiempo sea un cultivo rentable.

Combinando la cero labranza del suelo y un acertado plan de rotación de cultivos con otras prácticas conservacionistas como siembras en hileras perpendiculares a las pendientes, siembra de cultivos de cobertura, cultivos asociados, construcción de drenajes, etc., se logran grandes beneficios como los siguientes:

-Incremento de la infiltración, con lo cual se eleva el porcentaje de agua aprovechable para los cultivos, se disminuye la escorrentía protegiendo al suelo de riesgos de erosión hídrica y de acumulación de excesos de agua en algunos lugares de los campos.

-Protección contra la erosión eólica, que puede ser muy acentuada en algunas regiones agrícolas del país durante ciertas épocas del año.

-Protección del suelo contra el impacto de las gotas de lluvia, las cuales al caer sobre el suelo desnudo son capaces de dispersar las diferentes partículas de la fase sólida promoviendo el sellado superficial. Eso a la vez, conduce a disminución de la infiltración, mal aprovechamiento del agua de lluvias, e incremento de la escorrentía o del encharcamiento dependiendo de las pendientes del terreno.

-Se mejora el ambiente y los recursos para la parte viva del suelo, que son consecuencia de un incremento progresivo del contenido de materia orgánica, tan importante por sus beneficios sobre la estabilidad de la estructura, porosidad, relaciones agua-aire, retención de humedad, quelatación y protección de nutrientes, entre otros.

-Al sembrar cultivos con diferentes hábitos de crecimiento y variados requerimientos nutritivos, se evita el drástico empobrecimiento del suelo; se disminuye progresivamente la presión de determinadas malezas, porque cada cultivo en una rotación va a tolerar diferentes tipos de control químico, que a la larga va a disminuir la cantidad de herbicidas aplicados; se disminuyen los controles químicos de insectos plaga y de algunas enfermedades, ya que al sembrar en forma alterna especies diferentes, se van rompiendo los ciclos biológicos de insectos y patógenos.

-En relación a la fertilización de los cultivos, hay dos aspectos fundamentales. Uno, referido a la disminución en la aplicación de fertilizantes nitrogenados cuando en una rotación se incluye una especie leguminosa, que va a incrementar los niveles de este nutriente en el suelo y puede ser utilizado por el cultivo sucesivo. El otro aspecto se refiere a que al alternar especies con diferentes hábitos de crecimiento radical, se exploran diferentes secciones del perfil del suelo y los nutrientes que se van acumulando en los tejidos, al morir e incorporarse a la materia orgánica del suelo, representan un reciclaje de nutrientes de todo el perfil que se van acumulando en la capa arable y las necesidades de fertilizantes se hacen menores para cubrir los requerimientos de los cultivos.

-Las especies de plantas que se incluyen en un programa de rotación de cultivos, van a excretar diferentes tipos de metabolitos a través de sus raíces, creando ambientes muy particulares a nivel de la rizósfera, lo que diversifica las poblaciones de microorganismos benéficos y promueve la disolución y aprovechamiento de una variada gama de nutrientes.

En Venezuela, en la actualidad, con el nuevo impulso que tiene la soya por parte de los agricultores, se va a poder contar con un excelente cultivo para programas de rotación con cereales, ya que necesitamos sembrar más de 500.000 hectáreas para acercarnos a cubrir nuestros requerimientos actuales de este grano. La soya es una leguminosa, con la cual además, se ha desarrollado una amplia investigación que ha permitido que sea uno de los cultivos con mayor capacidad de fijación de nitrógeno atmosférico, y se ha comprobado el efecto favorable de este nitrógeno acumulado en el suelo sobre los rendimientos de sucesivos cultivos de cereales. Con la rotación de cultivos, además, se ofrece mayor diversidad de alimentos a la población.

Sin fertilizantes es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.

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Pedro Raúl Solórzano Peraza
Abril de 2018



lunes, 23 de abril de 2018

¿Sabía usted? la mecanización en la agricultura venezolana




En la actividad agrícola moderna, se tiene que producir grandes cantidades de alimentos para una creciente población mundial y por lo tanto, utilizar inmensas superficies de terrenos que deben ser acondicionados, labrados y sembrados, luego recolectar la cosecha y despacharla. Sin los recursos mecánicos, de maquinarias y equipos agrícolas, sería imposible lograr abarcar áreas tan extensas. En cada unidad de producción, en cada programa de producción agrícola, tiene que estar disponible suficiente cantidad de estos recursos, en buenas condiciones, que puedan brindar un servicio oportuno y eficiente según las necesidades de cada caso.

En terrenos ya cultivados, las labores para la producción agrícola comienzan con la labranza de los terrenos, o con el combate de malezas si se aplica el concepto de labranza reducida o cero labranza; mientras  que en terrenos nuevos, se comienza con el acondicionamiento de los campos que incluye deforestación, desraizado, amontonamiento y quema de la vegetación tumbada y pases de rastra pesada para luego repasar el desraizado.

Se requieren equipos de maquinarias pesadas para deforestar y amontonar los materiales tumbados; luego tractores de alta potencia para los pases de rastra pesada y desraizado y, a partir de este punto, se requiere la maquinaria y equipos tradicionales utilizados en agricultura como son tractores agrícolas, arados, rastras y rastras pesadas (Big Rome), abonadoras, encaladoras, trompos, cultivadoras, sembradoras, asperjadoras, zorras, cosechadoras combinadas, elevadores y otros)

En el caso de terrenos para riego, los cuales generalmente requieren ser nivelados, se necesitan niveladoras, las cuales existen en gran variedad de modelos y pueden ser moto traillas, traillas de tiro, patroles, niveladoras y palas convencionales accionadas con tractores. Cuando se acondicionan terrenos para riego, lo más común es que también se deban construir canales para el avenamiento de los terrenos, labores para las cuales son muy útiles los patroles y las palas accionadas por tractores. En algunos casos para mejorar el drenaje de los campos se pueden construir bancales, para lo que los arados y los patroles vuelven a ser muy útiles.

Durante los picos de cosecha, especialmente en el caso de la recolección de cereales, es frecuente observar escasez de maquinarias y equipos agrícolas; sin embargo, siempre se hacen grandes esfuerzos redistribuyendo esos recursos para evitar la pérdida de producto en el campo por retraso en las labores de recolección. En la actualidad, esa situación es peor debido al alto grado de deterioro que están sufriendo tanto las maquinarias como los equipos, por la falta de repuestos y de un adecuado servicio por escasez de lubricantes y otros.

A lo anterior se suma el hecho de  que se han realizado importaciones, especialmente de tractores, de marcas novedosas pero sin la responsabilidad del suministro de repuestos y de los servicios especiales si los tuvieran, que eventualmente ha originado lo que conocemos como cementerios de maquinarias y equipos agrícolas.

Adicionalmente, las fábricas y ensambladoras de equipos agrícolas existentes en el país o han cerrado o han disminuido sustancialmente su producción, bien sea por falta de materiales, o por falta de divisas para importar partes necesarias, o por la inseguridad jurídica, que impide que los empresarios dediquen  mayores esfuerzos e inversiones a sus negocios.

ALGUNAS SOLUCIONES

Definitivamente, una flota de maquinarias suficiente y de calidad, es imprescindible para que las actividades de producción agrícola se puedan realizar bien y, algo muy importante, en forma oportuna. Recordemos que la agricultura comprende una seguidilla de pasos o etapas, las cuales se deben realizar en momentos muy específicos de coincidencia con condiciones externas favorables, ya que al desfasarse esas etapas se puede afectar negativamente el rendimiento final, el cual es lo que en definitiva determina la posible ganancia del agricultor y la producción total en un ciclo o temporada.

Por supuesto, cualquier acción que se quiera emprender para buscar solución a esta escasez de maquinarias y equipos agrícolas, necesita el aporte de divisas. Como en el país, las divisas son exclusividad del gobierno, es necesario que sus representantes sean convencidos de esta urgente necesidad, para que pueda ocurrir el flujo hacia los interesados y éstos puedan mejorar su parque para la mecanización agrícola.

Para mejorar la situación actual de la disponibilidad  de  maquinarias y equipos agrícolas requeridos para la producción, algunas acciones serían las siguientes:

-Inventariar existencia de maquinarias y equipos agrícolas. Con los productores organizados, determinar cantidades y tipos necesarios.

-Convenir con empresas fabricantes de marcas de reconocida calidad, su suministro, además con la seguridad del aporte de servicios y repuestos.

-Evaluar fábricas y ensambladoras locales y decidir la conveniencia de apoyarlas financieramente, para que fabriquen lo necesario y de acuerdo a las normas de calidad correspondiente.

-Estudiar la creación de empresas de servicio de mecanización agrícola a través de asociaciones de productores o particulares, con apoyo financiero suficiente para que puedan prestar un servicio oportuno.

Sin fertilizantes es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.

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Pedro Raúl Solórzano Peraza
Abril de 2018



domingo, 15 de abril de 2018

Protinal, C.A., la agricultura venezolana y Rafael Belouche M.



Protinal, C.A. es una empresa venezolana, dedicada a la formulación de alimentos balanceados para animales (ABA) desde hace más de 75 años, fundada por ese gran empresario y visionario que fue Don Eugenio Mendoza Goiticoa, para impulsar la producción nacional de proteína animal (carne, huevos, leche). Para la producción de esos ABA se requiere disponer de fuentes de carbohidratos, proteínas, fibra, grasas, minerales, y en los comienzos de esta industria casi todas esas materias primas eran importadas. La fuente principal de carbohidratos era trigo de segunda, las proteínas siempre ha sido harina de soya, y se importaban otras materias primas que no se conseguían en suficiente cantidad en el mercado nacional.

También en las primeras etapas, Protinal, C.A. tenía en su estructura un Departamento de Agronomía, que por varios años estuvo dedicado casi exclusivamente a la compra de materia prima nacional. Pero a finales de la década de 1960, llegó el momento de comenzar a dejar de depender de las importaciones, y el pequeño Departamento de Agronomía comienza a crecer, porque Don Eugenio Mendoza se empeña en que debíamos producir mayor cantidad de esa materia prima requerida por la industria. Con este objetivo, es contratado el Doctor Helio Campos Giral, para que inicie evaluaciones de cultivares de soya que pudieran servir para la siembra comercial de esta maravillosa especie, y comience a evaluar la posibilidad de desarrollar programas para la producción comercial de sorgo granífero como sustituto del trigo importado.

Por supuesto, adelantar esos trabajos en soya y en sorgo granífero requería el concurso de personal capacitado y dispuesto a emprender esta hermosa tarea, y así, alrededor del año 1967, llega al Departamento de Agronomía de Protinal, C.A. el joven Perito Agropecuario Rafael Belouche Minguet. Este novel técnico, egresado de la prestigiosa Escuela Práctica de Agricultura de La Providencia, estado Aragua, trabajó sus primeros tres a cuatro años de ejercicio profesional en el recordado Servicio Shell para el Agricultor y de allí pasó a Protinal, C.A. Al principio toda la carga de los trabajos de campo recaía sobre las espaldas de Belouche, recorría buena parte del país con sus evaluaciones, pero el Departamento de Agronomía comenzó a crecer, se ampliaron los trabajos de investigación como apoyo a la producción, se fue incorporando más personal técnico y se comenzaron a distribuir las crecientes actividades y responsabilidades entre los integrantes de este equipo de trabajo, que a la larga, dejó extraordinarios resultados para el crecimiento y desarrollo de la agricultura venezolana.

Por la confianza que demostró Belouche entre los directivos de la empresa, debido a la calidad de su trabajo y su responsabilidad, le comenzaron a encomendar la dirección de nuevos y especiales proyectos. Me voy a referir a algunos de ellos:

Producción de fuentes de fibra: para llevar los niveles de fibra a valores requeridos por las diferentes formulaciones de ABA, se deben incorporar materiales ricos en este componente. Protinal, C.A. comenzó la producción de pastos para deshidratarlos, peletizarlos e incorporarlos a los alimentos, para lo cual arrendó una finca en el estado Cojedes, San Carlos vías Las Vegas, donde instaló la planta procesadora de pastos y se sembró una superficie de especies forrajeras suficiente para que la planta trabajara eficientemente. Por supuesto, paralelamente a la producción de esta fuente de fibra, se dispuso de un campo experimental para evaluar, además de forrajes por su calidad y rendimiento, cultivares soya en el período norte-verano y bajo riego, y variedades de arroz filipino (IR8) como posible sustituto de cereales en las formulaciones. Allí estuvo Belouche por varios años, hasta que el programa se estableció y podía dejarse en otras manos.

Producción de fuentes de pigmentos: los ABA, especialmente los que se utilizan en aves, llevan incorporados pigmentos para dar color atractivo a la carne de pollos y a la yema de los huevos. Este pigmento es importado, y buscando opciones para sustituirlo, se inició un programa para la producción comercial de harina de flores de  Tagetes sp (planta cuyo nombre común es clavel de muerto). Se ubicó una zona de condiciones favorables para el cultivo, en algunas colinas aledañas a la población de El Tocuyo, estado Lara, y cerca de una planta deshidratadora que fue contratada para el procesamiento de las flores. Las actividades de campo de este novedoso proyecto las condujo Belouche.

Entrenamiento de personal técnico en Agrícola Chaguaramas, C.A.: esta empresa, filial de Protinal, C.A., inició a partir de 1970, el desarrollo del cultivo de sorgo granífero en los alrededores de la población de Chaguaramas en el estado Guárico. Este programa tenía dos grandes aspectos, la producción en fincas propias y la promoción del cultivo para que los productores regionales se incorporaran a la producción de esta especie, que combinaba la producción de granos para  la industria de los ABA, con un forraje remanente para la alimentación de los rebaños de bovinos, tan necesario en esta zona una vez que pasa la estación lluviosa. Estos programas requirieron el entrenamiento de un buen número de técnicos, para desarrollar eficientemente las actividades de campo y para asesorar cabalmente a los interesados en adherirse a la producción de este cereal. Belouche jugó un papel protagónico en el entrenamiento de este personal.

Éstos son solo unos ejemplos de la participación de Rafael Belouche Minguet en la actividad agrícola de Protinal, C.A., que fue tan amplia y prolongada, hasta que comenzó a decaer en años recientes como ha ocurrido con todas las actividades productivas del país, especialmente con la agricultura. Ante esta situación, Belouche se dedicó últimamente a una labor parecida a la que realizaba el Departamento de Agronomía de la empresa en los años cercanos a su fundación, es decir, a la búsqueda de materia prima nacional para cubrir la demanda de la fábrica de ABA. Luego de más de cincuenta años, léase bien, más de cincuenta años dedicados a Protinal, C.A., hoy Rafael Belouche disfruta de un apacible retiro con su núcleo familiar, y con la satisfacción de una fructífera trayectoria profesional en la agricultura venezolana.

Recordemos que: SIN FERTILIZANTES es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.

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Pedro Raúl Solórzano Peraza



jueves, 12 de abril de 2018

¿Sabía usted? Fertilizantes nitrogenados, inhibidores de la nitrificación y el medio ambiente



El nitrógeno (N) es el nutriente esencial para las plantas más estudiado, acumulado en mayores cantidades por la mayoría de los cultivos, más dinámico en el suelo por la amplia variedad de transformaciones que sufre, más abundante en el aire que respiramos que contiene más de 78% de N; pero también es el elemento más criticado por los ecologistas debido a su poder contaminante del ambiente, especialmente de las napas freáticas.

Es un nutriente esencial y requerido en cantidades elevadas por las plantas, pero su comportamiento en el suelo promueve que se pueda perder con facilidad, especialmente vía lixiviación hacia las profundidades del perfil por causa de lluvias o riegos excesivos, vía denitrificación en condiciones anaeróbicas como óxidos nitrosos y hasta como N2 elemental, o vía volatilización en forma de amoniaco (NH3), todo lo cual indica que su utilización por las plantas puede ser muy ineficiente si no se maneja adecuadamente y se tenga que aplicar en cantidades por encima de los requerimientos de los cultivos, convirtiéndose en un potencial agente de contaminación ambiental.

Los ecologistas promueven el uso de abonos orgánicos para evitar los problemas de contaminación que pueden producir los fertilizantes sintéticos como la urea, sulfato de amonio, fosfatos de amonio, nitrato de amonio o cualquier producto que contenga formas minerales de N. Sin embargo, esto no tiene sentido ya que tanto el nitrógeno proveniente de compuestos orgánicos como el de los fertilizantes químicos siguen el mismo camino en sus transformaciones edáficas. Ese camino es la producción de nitratos (NO3-), que es la forma de N mineral más contaminante por su abundancia en la solución del suelo, fácilmente lixiviable y ser la forma sujeta a denitrificación cuando las bacterias anaeróbicas lo utilizan como fuente de oxígeno.

Las raíces de las plantas están en capacidad de absorber fundamentalmente amonio (NH4+) y nitrato (NO3-), por lo tanto, para que el N de los abonos orgánicos pueda ser utilizado debe mineralizarse hacia estas dos formas. Una vez que el amonio está en el suelo, proveniente de abonos orgánicos o químicos, en condiciones normales de buena aireación tiende a transformarse en nitratos. El amonio es un catión (NH4+, ion cargado positivamente) y puede ser retenido por las cargas negativas de los coloides del suelo, pero el nitrato es un anión (NO3-, ion cargado negativamente) por lo que no puede ser atraído a la fase sólida del suelo y permanece en solución expuesto al proceso de lixiviación. En estas condiciones se pierde N porque se va a profundidades donde no lo pueden alcanzar las raíces de las plantas, y llega a ser un contaminante de las napas freáticas. Por lo tanto, si el N permanece mayoritariamente como amonio en el suelo, se pierde mucho menos y puede ser absorbido por las raíces de las plantas, se hace más eficiente y manejando los fertilizantes adecuadamente, no se contamina el ambiente.

Veamos lo que ocurre a los productos orgánicos en el suelo: la materia orgánica del suelo o la que se aplica al suelo por medio de fertilizantes orgánicos (abonos verdes, estiércol, humus de lombriz, o cualquier compost) es fuente de carbono y energía para los organismos heterotróficos del suelo, que van descomponiéndola y transformando el nitrógeno a formas minerales. En forma resumida, las etapas de este proceso de mineralización en el suelo de algún producto orgánico que contenga N (aminoácidos, proteínas) son las siguientes:

1.-Aminización: Proteína (Org. Heterotróficos)          R-NH2 + CO2 + Energía

2.-Amonificación:  R-NH2 + HOH             NH3 + R-OH + Energía
                                  NH3 + HOH             NH4OH


   (amonio)                                            (nitrito)
     
        2NO2- + O2    (Nitrobacter)                2NO3- + Energía
      (nitrito)                                           (nitrato)

Entonces, la mineralización de los materiales orgánicos del suelo conlleva a la formación de amonio (NH4+), el cual en condiciones normales de aireación y temperatura puede ser rápidamente transformado en nitrato (NO3-), y estas dos formas nitrogenadas son las que las plantas absorben de la solución del suelo para su nutrición.

Veamos lo que ocurre con los fertilizantes nitrogenados químicos en el suelo: con excepción de nitrato de amonio y nitrato de potasio, no hay otro fertilizante a base de nitratos que sea importante en la agricultura, por lo tanto, la mayor parte de los fertilizantes químicos nitrogenados sintéticos son a base de amonio y aunque la urea no lo contiene, al aplicarla al suelo inmediatamente se hidroliza para formar carbonato de amonio y a partir de allí su transformación es igual a la de los otros fertilizantes que contengan amonio. Tomemos como ejemplo el caso de la urea:

Al aplicar la urea al suelo, con la presencia de agua y de la enzima ureasa, rápidamente comienza el proceso de hidrólisis de la molécula para formar carbonato de amonio:

CO(NH2)2 + 2HOH (ureasa)                 (NH4)2CO3
  (urea)       (agua)                             (carbonato de amonio)

El amonio del carbonato, en condiciones normales de aireación y temperatura, al igual que el amonio proveniente de la mineralización de la materia orgánica del suelo, comienza a nitrificarse (producción de nitratos) con la intervención de microorganismos autotróficos (Nitrosomonas y Nitrobacter), que como ya fue indicado son bacterias que obtienen su energía de la oxidación de sales inorgánicas simples y su carbón del CO2 de la atmósfera.

    2NH4+ + 3O2 (Nitrosomonas)                2NO2- + 2HOH + 4H+ + Energía
   (amonio)                                            (nitrito)
     
        2NO2- + O2    (Nitrobacter)                2NO3- + Energía
      (nitrito)                                           (nitrato)

Es evidente que el amonio proveniente de la mineralización de moléculas orgánicas presentes en el suelo, al igual que el que está presente en los fertilizantes químicos, va a seguir el camino de la nitrificación. Mediante este proceso, el catión amonio con carga positiva y posibilidades de ser protegido en el complejo de intercambio catiónico del suelo, donde se adsorbe al ser atraído por las cargas negativas de los coloides, se transforma en el anión nitrato con carga negativa que es repelido por la fase sólida del suelo y por lo tanto permanece en altas concentraciones en la fase líquida, desde donde puede perderse fácilmente por lixiviación a profundidades que lo hacen inalcanzable por las raíces de las plantas, y con probabilidades de ir a contaminar las napas freáticas.

Las preocupaciones por la protección del ambiente, y en particular por el efecto contaminante de los fertilizantes nitrogenados, han conducido a la búsqueda de opciones que eviten las altas concentraciones de nitratos que puedan fluir hacia las aguas subterráneas y superficiales, en las cuales la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido como límite máximo un valor de 50 mg de NO3- L-1. Entre esas opciones se ha trabajado desde hace varias décadas en la preparación de fertilizantes con liberación controlada de nitrógeno, basados en procesos que permiten que el N contenido en esos productos sea liberado progresivamente a unas tasas que faciliten que la mayor cantidad posible sea absorbido por las plantas de un cultivo.

La limitante de los fertilizantes con liberación controlada de nitrógeno es que se pueden presentar etapas, durante el ciclo de la planta, en las cuales el requerimiento de N sea mayor que la cantidad que puede liberar el fertilizante y se origina un período de insuficiencia. También puede ocurrir el otro extremo, es decir, que se presenten etapas de bajos requerimientos de las plantas y quede exceso de nitratos en la solución del suelo expuesto a pérdida por lixiviación.

Existen otros fertilizantes, con el mismo objetivo de disminuir o evitar contaminación por excesos de nitratos, a los cuales se le incorporan sustancias que son capaces de disminuir la tasa de nitrificación, a valores que permitan que la mayor parte del amonio del fertilizante en el sistema sea estable durante más tiempo, y pueda quedar retenido por las cargas negativas de los coloides evitando su lixiviación. Estas sustancias se denominan genéricamente como inhibidores de la nitrificación (IN) y actúan disminuyendo la actividad de las bacterias Nitrosomonas.

Los IN, mezclados en proporciones específicas en relación al contenido de amonio de los fertilizantes, regulan el proceso de nitrificación manteniéndose mayores proporciones de amonio en el sistema, el cual puede ser atraído por los coloides del suelo y establecer el equilibrio dinámico entre las fases sólida y líquida del suelo. Ese equilibrio dinámico entre ambas fases, si se aplica suficiente fertilizante nitrogenado, envía desde los sitios de intercambio catiónico del suelo suficiente N a la solución para que no ocurra insuficiencia, allí se genera algo de nitratos que puede ser absorbido por las raíces de las plantas sin que se acumule en exceso y sin que pueda ser causa de contaminación de los acuíferos y otras fuentes de agua superficiales.

Las sustancias que se utilizan como IN deben ser fácilmente degradables con el tiempo e inocuas para suelos, plantas y animales; deben inhibir temporalmente la acción de las bacterias Nitrosomonas y al producirse pocos nitratos y por lo tanto absorberse excesos de amonio en relación a nitrato, esos excesos se absorben en intercambio con iones H+ a nivel radical para mantener el equilibrio de cargas en los tejidos y, consecuentemente, se tiende a disminuir el pH de la rizósfera favoreciendo la solubilización de algunos nutrientes, particularmente el fósforo.

Se han evaluado muchos productos para actuar como IN, uno de los que ha sido más exitoso ha sido el Nitrapirín (2-cloro, 6-triclorometil piridina) pero aparentemente no ha tenido mayor acogida porque comercialmente es muy costoso. Sin embargo, debido a las bondades de este producto como IN ha sido testigo referencial en la evaluación de otras sustancias como tritiocarbonato de sodio, etil exantato de potasio, disulfuro de carbono, y 3,4 dimetil pirazol fosfato, entre otros. Este último, conocido comercialmente como la molécula 3,4-DMPP (3,4-Dimetil Pirazol Phosphate) ha sido desarrollado en Alemania y aplicado en gran parte de las áreas agrícolas del mundo, representando en la actualidad una opción clave para mejorar el aprovechamiento del N de los fertilizantes por parte de las plantas.

Estos fertilizantes con inhibidores de la nitrificación como nitrapirin o DMPP, tienen entonces el nitrógeno estabilizado como amonio, de esta manera, al permanecer el nitrógeno más tiempo en la zona de mayor desarrollo de raíces de las plantas asegura una nutrición continua de los cultivos, y por lo tanto, genera un aumento en la cantidad y calidad de las cosechas. Al no perderse por lavado, permite reducir el número de aplicaciones de abono nitrogenado y ser plenamente respetuoso del medio ambiente.

En general, las ventajas de los fertilizantes nitrogenados con inhibidores de la nitrificación se resumen de la siguiente manera:

a.-Aseguran la estabilidad y máximo aprovechamiento del nitrógeno en el suelo en forma absorbible por la planta.

b.-Se adaptan a la curva de necesidades de la planta, evitando deficiencias y posibles excesos nocivos para el desarrollo.

c.-Al mejorarse la eficiencia en el uso del nitrógeno aplicado, por parte de las plantas, se pueden ajustar las dosis de fertilizantes nitrogenados con gran exactitud según las necesidades de los cultivos.

d.-Con los fertilizantes nitrogenados que tienen inhibidores de la nitrificación se aumenta significativamente la tasa de recuperación de nitrógeno, es decir, se incrementa considerablemente la relación N absorbido/N aplicado.

e.-Estos productos ofrecen mayor comodidad a los agricultores ya que deben realizar menor número de aplicaciones de fertilizantes nitrogenados, eso también significa un ahorro de tiempo y dinero y hay menor tráfico de maquinarias (posible efecto de compactación).

f.-Se evitan aportes tardíos de nitrógeno.

g.-Se minimizan las pérdidas de nitrógeno por lavado debido a las lluvias o riegos abundantes.

h.-Son fertilizantes respetuosos del medio ambiente ya que con su uso se reduce la contaminación de aguas subterráneas por nitratos.

i.-Disminuye la concentración de nitratos en hojas y frutos comestibles, produciendo cosechas más sanas para el hombre.

Como corolario al tema podemos señalar que los inhibidores de la nitrificación incorporados a los fertilizantes nitrogenados a base de amonio, los convierten en productos más eficientes permitiendo disminuir las dosis de aplicación, consecuentemente disminuyen los costos de producción de la actividad agrícola, disminuyen la frecuencia y el número de aplicaciones de abonos nitrogenados, se minimizan las pérdidas de N por lixiviación y pasan de ser enemigos del ambiente a convertirse en abonos ecológicos.

Sin fertilizantes es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.

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Pedro Raúl Solórzano Peraza
Abril de 2018