miércoles, 25 de enero de 2017


CONSIDERACIONES ESPECIALES EN PROGRAMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA

Pedro Raúl Solórzano Peraza
Enero de 2017


V.-CASO DEL GIRASOL (Helianthus annuus).

El girasol es un cultivo muy interesante debido a que su semilla acumula un alto porcentaje de aceite comestible de excelente calidad, y el subproducto, después de la extracción del aceite, es una torta de gran utilidad en la elaboración de alimentos balanceados para animales. Siendo una semilla oleaginosa, su producción en el país vendría a contribuir en la disminución de la dependencia que tenemos de mercados externos, desde donde importamos grandes volúmenes de aceites y grasas comestibles visibles cada año.

En el país su producción ha sido cíclica durante los últimos 25 años, estando en la actualidad prácticamente en cero, especialmente este año cuando no se dispuso a tiempo de suficiente semilla certificada para enfrentar los programas planteados, en particular, en la región de los Llanos Occidentales, cuyos productores se quedaron con la tierra preparada.

Se ha promocionado por ser un cultivo de buenas perspectivas en regiones de errática precipitación, tales como algunos sectores de los Llanos Centrales, y en las sabanas orientales con suelos de baja capacidad de retención de humedad. Igualmente, se ha promocionado como segundo cultivo (salidas de aguas) en los Llanos Occidentales, todo lo cual se debe a que es una planta con un sistema radical profundo, capaz de aprovechar agua y nutrientes que escaparían a otras plantas cultivadas que tienen raíces más superficiales.

El girasol se ha estado evaluando en diversas regiones desde principios de los años setenta por parte de dos especialistas del FONAIAP, Voinea y Mazzani. Las evaluaciones comenzaron por el estado Guárico con unas variedades de origen rumano al igual que Voinea, que sembraron de amarillo las agrestes tierras en la ruta Chaguaramas-Las Mercedes del Llano. Aquello era una novedad en una región donde solo se conocía el blanco del algodonero que sembraban algunos productores con el concurso y apoyo de las empresas textileras, y para ese entonces, el alegre tono rojizo de las panículas de sorgo granífero que comenzaba a despuntar como un cultivo ideal para esa región ganadera del país. 

Posteriormente se introdujeron materiales de USA y cuando las evaluaciones se extienden a los Llanos Occidentales también se trabaja con cultivares de origen argentino y de otros lugares. Luego de varios años, en la medida que se fueron obteniendo resultados favorables, el girasol se convirtió en una opción cierta y se comenzaron siembras comerciales que en un momento superaron las 100.000 ha anuales.

Especialmente el estado Portuguesa se convirtió en el principal productor de este grano oleaginoso, en parte porque las condiciones de sus ciclos Norte-Verano son muy favorables por existir humedad edáfica suficiente cuando la planta de girasol la requiere en sus etapas de rápido crecimiento, un ambiente poco propicio para enfermedades foliares y la presencia de una etapa seca para el momento de la maduración del grano y la recolección, lo cual es muy conveniente. Quizás esta región del país sea la mejor para este cultivo, aunque no hay que descuidar otras donde se pueda cultivar girasol con bastante éxito.

En esos ciclos denominados Norte-Verano, el girasol se siembra como segundo cultivo o cultivo complementario. Esto significa que después del cultivo principal que ocupa el primer pico de las lluvias, el cual puede ser maíz o arroz, se viene la siembra de girasol. En estas condiciones, este segundo cultivo puede aprovechar el efecto residual de los fertilizantes fosfáticos y potásicos aplicados al cultivo principal, disminuyendo los costos de producción por concepto de fertilizantes. Esta actividad permite utilizar los suelos durante todo el año, lo cual debe ser compensado con algunas prácticas especiales para evitar el deterioro de este especial recurso natural.

Basados sobre todo ese conocimiento que se tiene del cultivo, y la necesidad de producir fuentes de aceites comestibles en el país, es perentorio, apremiante, promover la siembra comercial de girasol en aquellos sistemas suelo-clima donde se tienen experiencias favorables, pero al mismo tiempo mantener una evaluación permanente de los cultivares que pudieran tener buen comportamiento en esos sistemas y de todas aquellas prácticas agronómicas que puedan mejorar la productividad del cultivo. Paralelamente, organizar un flujo suficiente y oportuno de los insumos requeridos para que las siembras puedan llegar a un final satisfactorio, con buenos rendimientos y  productos de elevada calidad.

 

Pedro Raúl Solórzano Peraza
Enero de 2017


pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com





lunes, 16 de enero de 2017

IV.-CASO DE LA SOYA

CONSIDERACIONES ESPECIALES EN PROGRAMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA

Pedro Raúl Solórzano Peraza
Enero de 2017


IV.-CASO DE LA SOYA (Glysine max).

La soya es una planta muy especial, que debería ocupar un sitio importante en la agricultura de todo país que ofrezca condiciones naturales favorables para su crecimiento. Pertenece a la familia de las leguminosas (hoy fabáceas) por lo que es capaz de ser infectada por bacterias (rizobios) que establecen una simbiosis en sus raíces y fijar nitrógeno atmosférico para su nutrición, lo que la convierte en una planta ideal para rotación de cultivos, particularmente con especies gramíneas.

El grano de soya tiene un elevado valor nutritivo por su contenido de proteína que es alrededor de 35% con un balanceado contenido de aminoácidos, y por su contenido de aceite que es aproximadamente 17-20% con excelentes características. Como concentrado proteico, el cual se obtiene luego de extraerle el aceite al grano, se utiliza en raciones para alimentos balanceados para animales y en el enriquecimiento de variados productos destinados a la alimentación humana. Por esas razones, en muchos países del mundo la soya ha sido incluida directa o indirectamente en la dieta diaria y, como cultivo, ha sido permanentemente el centro de vastos programas de investigación y promoción para tratar de incrementar su producción y productividad.

En Venezuela, ese interés por la soya, ha permitido que conozcamos las prácticas agronómicas generales para su producción en nuestras condiciones y hasta se han desarrollado variedades adaptadas a nuestras principales áreas agrícolas. Con esa información y con la contribución de la introducción de variedades de otros países, en la actualidad desde Brasil, se han realizado siembras comerciales exitosas desde el año 1967. A pesar de ello, nuestras necesidades actuales de soya que superan el millón de toneladas al año, se cubren prácticamente con importaciones en forma de harina, de aceite y muy poco como grano entero. Ese requerimiento equivale a sembrar por lo menos 500.000 hectáreas con soya, las cuales están esperando en nuestros campos para ser cultivadas.

Definitivamente, hay que insistir con la soya. Actualmente existe un movimiento entre productores de diferentes regiones del país, pero principalmente en los Llanos Occidentales (Turén, Portuguesa), que ha sido llamado “La Ruta de la Soya”, aparentemente con resultados comerciales favorables, en una parte del país que cuarenta años atrás fue descartada porque el clima era desfavorable para la producción de soya y, hoy en día, con los nuevos avances tecnológicos, con nuevos genotipos, parece que tiene grandes probabilidades de éxito.

En los Llanos Occidentales la soya puede ocupar un lugar como segundo cultivo aprovechando lo que se conoce como ciclo de lluvias de nortes y, servir a la vez, como un excelente cultivo de rotación con los cereales que ocupan el ciclo de lluvias principal. Además de las ventajas para rotación de cultivos por ser una especie con hábitos de desarrollo radical muy diferente a las gramíneas, por su capacidad para fijar nitrógeno atmosférico que ayuda a enriquecer el suelo en este nutriente para las siembras subsiguientes y por tolerar y requerir un abanico de plaguicidas diferentes especialmente en lo que se refiere a combate de malezas, sus costos directos de producción se reducen mucho al poder utilizar la residualidad de los fertilizantes aplicados al cereal precedente y no requerir aplicación de fertilizantes nitrogenados si se realiza una buena inoculación de las semillas. De esta manera, el punto de equilibrio del rendimiento se puede lograr a valores relativamente bajos.

Con el renacer de los Llanos Occidentales como opción para el cultivo de la soya en Venezuela, se debe estimular que continúen estos programas comerciales, pero también es necesario realizar investigaciones para perfeccionar lo referente a las fechas de siembra, variedades, densidad de siembra, evaluación de desecantes para lograr maduración uniforme y momentos adecuados para la recolección del grano, efecto residual de los fertilizantes aplicados al cultivo principal, efecto de plaguicidas sobre la efectividad de los inoculantes, y otras interrogantes que puedan surgir para buscarle solución y lograr que este granero de Venezuela también incluya a la soya como producto importante.

En lo que pudiéramos considerar las zonas tradicionales para la siembra de soya, en las sabanas orientales de Monagas y Anzoátegui, y en el estado Guárico, se deben promover programas comerciales pero a la vez, insistir en limitar las siembras en el tiempo para que el cultivo aproveche al máximo el ciclo de lluvias y se puedan esperar buenos rendimientos. Hay que eliminar las siembras tardías que lo que han causado es el fracaso de los programas de soya en la región. Así mismo, ampliar, previa evaluaciones de campo, el número de genotipos que se puedan utilizar exitosamente en las siembras comerciales.

Si se van a explorar nuevas regiones y se logra determinar que los programas de siembras comerciales son factibles, hay que tener presente que se requiere una infraestructura que permita una pronta recepción y acondicionamiento de los granos de soya, los cuales se pueden deteriorar con facilidad si su humedad es superior a 12 %.

Recordemos que en Venezuela se necesita sembrar al menos 500.000 hectáreas con soya, para sustituir las importaciones de este maravilloso grano.


Pedro Raúl Solórzano Peraza
Enero de 2017

pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com