miércoles, 15 de febrero de 2017

MUCHAS INTRIGAS Y UNA SOLA META

Pedro Raúl Solórzano Peraza
Febrero de 2017

Venezuela vive en un constante enfrentamiento, entre una sociedad que reclama justicia, libertad, progreso; y un gobierno que solo se ocupa de intentar mantener un poder que se tambalea sobre un escenario de corrupción y podredumbre, pero que se desliza hacia los escombros materiales, económicos y sociales que ha ido dejando durante casi veinte años al frente de la administración pública, para ineluctablemente desaparecer como ha ocurrido con todos los regímenes socialistas o comunistas del mundo.

Se ha demostrado que esta maltratada sociedad, cuando ha estado dominada por la armonía y la concordia entre sus integrantes, que son  plurales por democráticos, ha obtenido grandes triunfos políticos superando los múltiples obstáculos ofrecidos por el gobierno. Por supuesto, el contrincante sabe que esa unidad de la sociedad, encauzada por nuestros más prominentes líderes políticos de la actualidad y concentrada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ha sido el origen de sus derrotas. Sin embargo, esta sociedad, aparentemente, es la que no se ha dado cuenta del poder que se obtiene al mantenerse unidos como un monolito inquebrantable, y esto ha conducido a escisiones internas y a que estemos perdiendo terreno en la batalla.

Hoy en día, el optimismo, la esperanza, vuelven a iluminar nuestras vidas, la de esta sociedad que lucha por un mejor país. Las protestas diarias; los reclamos permanentes de los ciudadanos en las calles de nuestros más importantes poblados; las acciones realizadas por los indoblegables diputados de la AN, no solo dentro de los límites de nuestro territorio si no más allá de nuestras fronteras, comunicando al mundo las atrocidades cometidas por el régimen; las respuestas de organismos internacionales y de gobiernos de países que viven en libertad; la aceptación internacional de los delitos que han sido cometidos por muchos funcionarios de esta administración; entre otras manifestaciones, son los responsables de recordarnos que debemos reunificarnos para terminar de vencer al enemigo.

¿Por qué estamos enfrentándonos entre nosotros? ¿Por qué estamos buscando, dentro de nuestras filas, culpables de la aparente falta de resultados positivos por la libertad? ¿Por qué tantos voceros con planteamientos tan absurdos, como por ejemplo, volver a un diálogo tramposo? Algunas razones provienen de nuestra vanidad, de nuestro egoísmo, de nuestra envidia, o de nuestra debilidad para caer ante las intrigas producto de la astucia de algunos miembros del gobierno. No destruyamos la MUD, no matemos la unidad opositora, no repitamos la tragedia de Otelo al asesinar vanamente a Desdémona, su bella esposa, motivado por las intrigas de palacio. Nosotros, ante las intrigas oficiales plantémonos firmes, con una sola meta que es salir de este régimen autoritario y cruel. Después de eso podremos dedicarnos a establecer un nuevo rumbo y a escoger la persona que sería la punta de una sociedad renovadora, donde todos seremos igualmente héroes de la libertad.

No a las intrigas y si a una sola meta: salir de este régimen para reconstruir a Venezuela.


Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Febrero de 2017.


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