viernes, 21 de diciembre de 2018

Planes para el día después. Agricultura X: Maquinarias y equipos agrícolas



Para el día después, que será el primer día de un nuevo período democrático para Venezuela, se debe tener un plan de acción para recuperar los sectores productivos del país. Uno de ellos es la agricultura, donde hay que considerar muchos aspectos, y en esta oportunidad trataremos el tema del suministro y mantenimiento de maquinarias y equipos agrícolas de apoyo a la agricultura.

-Maquinarias y equipos agrícolas

En la actividad agrícola moderna, se tiene que producir grandes cantidades de alimentos para una creciente población mundial y por lo tanto, utilizar inmensas superficies de terrenos que deben ser acondicionados, labrados, sembrados, luego recolectada la cosecha que debe ser despachada hacia los sitios de recepción y consumo. Por supuesto que sin los recursos mecánicos, de maquinarias y equipos agrícolas, sería imposible lograr abarcar áreas tan extensas, sobre todo en el poco tiempo disponible para cada labor del proceso productivo. Entonces, en cada unidad de producción, en cada programa de producción agrícola, tiene que estar disponible suficiente cantidad de estos recursos, en buenas condiciones, que puedan brindar un servicio oportuno y eficiente según las necesidades de cada caso.

En terrenos nuevos, para iniciar las siembras de los cultivos se requieren equipos de maquinarias pesadas para deforestar y amontonar los materiales tumbados. Luego se requieren tractores de alta potencia para los pases de rastra pesada y desraizado, a partir de este punto, se requiere la maquinaria y equipos tradicionales utilizados en agricultura, entre los cuales tenemos los siguientes: tractores agrícolas, arados, rastras pesadas (Big-Rome) y rastras, abonadoras, encaladoras, trompos, cultivadoras, sembradoras, asperjadoras, zorras, cosechadoras combinadas, elevadores y otras según cada situación. Como complemento, para sacar las cosechas hacia los centros de recepción se requiere el concurso de camiones grandes y gandolas, que no se clasifican como de uso agrícola si no de uso general para el transporte de todo tipo de objetos.

En el caso de terrenos para riego, los cuales generalmente requieren ser nivelados, se necesitan niveladoras, las cuales existen en gran variedad de modelos y pueden ser moto traillas, traillas de tiro, patroles, niveladoras y palas convencionales accionadas con tractores. En estos casos lo más común es que también se deban construir canales para el avenamiento de los terrenos, labores para las cuales son muy útiles los patroles y las palas accionadas por tractores. En algunos casos para mejorar el drenaje de los campos se pueden construir bancales, para lo que los arados y los patroles vuelven a ser muy útiles.

Durante los picos de cosecha, especialmente en el caso de cereales, es frecuente observar escasez de maquinarias y equipos agrícolas; sin embargo, siempre se hacen grandes esfuerzos redistribuyendo esos recursos para evitar la pérdida de producto en el campo por retraso en las labores de recolección. En la actualidad, esa situación es peor debido al alto grado de deterioro que están sufriendo tanto las maquinarias como los equipos, por la falta de repuestos y de un adecuado servicio por escasez de lubricantes y otros. A esto se suma el hecho de que se han hecho importaciones, especialmente de tractores, de marcas novedosas pero sin la responsabilidad del suministro de repuestos y de los servicios especiales si los tuvieran.

Adicionalmente, las fábricas y ensambladoras de equipos agrícolas existentes en el país o han cerrado o han disminuido sustancialmente su producción, bien sea por falta de materiales, o por falta de divisas para importar partes necesarias, o por la inseguridad jurídica, que impide que los empresarios dediquen  mayores esfuerzos e inversiones a sus negocios. En estados como Lara, Portuguesa, Guárico, Aragua, Carabobo, por mencionar algunos, era común ver fábricas de implementos de labranza incluyendo Big-Rome (o rastra pesada), rastras, sembradoras, rotocultores, cultivadoras, abonadoras, encaladoras, asperjadoras, tuberías para riego, bombas, entre otros, las cuales ahora no existen o trabajan a un ritmo muy bajo.

Definitivamente, una flota de maquinarias suficiente y de calidad, es imprescindible para que las actividades de producción agrícola se puedan realizar bien y algo muy importante, en forma oportuna. Recordemos que la agricultura comprende una seguidilla de pasos o etapas, las cuales se deben realizar en momentos muy específicos de coincidencia con condiciones externas favorables, ya que al desfasarse esas etapas se puede afectar negativamente el rendimiento final, el cual es lo que en definitiva determina la posible ganancia del agricultor y la producción total en un ciclo o temporada.

Un ejemplo de la importancia de esa oportunidad en las labores agrícolas es el caso de la siembra, que tiene que realizarse cuando el suelo tiene una humedad adecuada para que ocurra una buena germinación de las semillas y se logren poblaciones de plantas uniformes y con una densidad que sea la recomendada para el cultivar que se está sembrando. Si nos atrasamos en la fecha de siembra puede que la colocación de las semillas en el campo coincida con un período de poca lluvia y no exista suficiente agua aprovechable en el suelo para que ocurra la germinación uniforme de las semillas, algunas semillas se pueden perder porque se humedezcan y luego se sequen. Ese retraso en la siembra puede causar que los días se comiencen a acortar cuando la planta aún no ha alcanzado su máximo crecimiento vegetativo y se induzca la floración en forma anticipada, lo cual puede afectar significativamente tanto los rendimientos finales como la calidad de los productos cosechados.

Otros ejemplos incluye a los fertilizantes, los cuales tienen un momento en el cual deben ser aplicados, por su comportamiento en el suelo o porque las plantas tienen períodos críticos en sus requerimientos nutritivos; a los herbicidas que se aplican en momentos específicos según el crecimiento del cultivo y de las malezas, ya que de lo contrario se pueden dañar las plantas cultivadas o el efecto sobre las malas hierbas se pierde; a los insecticidas que se deben aplicar antes de que las poblaciones de insectos plaga lleguen al umbral de daño a las plantas. La recolección debe comenzarse, en la mayoría de los casos, tan pronto las plantas alcancen la etapa de madurez fisiológica o se corre el riesgo de pérdida de cosecha; una vez cosechados los productos, algunos deben secarse rápidamente para evitar fermentaciones u otras reacciones no recomendables, otros deben almacenarse con condiciones controladas de temperatura y humedad relativa, lo que quiere decir que el despacho de los productos debe hacerse perentoriamente después de la recolección.

Los ejemplos anteriores indican claramente, que en cada unidad de producción agrícola debe disponerse de suficiente cantidad y calidad de maquinarias y equipos para poder realizar las labores de manera oportuna, de lo contrario se afectarían los rendimientos. Fedeagro que es la organización que agrupa a los productores del país, frecuentemente resalta la obsolescencia del parque de maquinaria agrícola de las unidades de producción; la falta de importación de repuestos durante varios años, exceptuando los repuestos que han podido traer algunos de ellos en forma particular y aislada; y la notoria insuficiencia de maquinarias y equipos en el campo venezolano que lo anterior ha generado.

Para mejorar esa situación y transformarla en un apoyo más para la agricultura venezolana, algunas de las acciones a tomar serían las siguientes:

-Hacer inventario de la situación actual para tomar las medidas correspondientes, que permitan llevar las existencias de maquinarias y equipos agrícolas a las cantidades necesarias. Conjuntamente con los productores organizados o independientes, determinar esas cantidades y tipos necesarios.

-Hacer convenios con empresas fabricantes de maquinarias y equipos agrícolas en el extranjero, de marcas de conocida calidad, para su suministro y con la seguridad de que se presten los servicios y se asegure el flujo de repuestos que mantengan todo en óptimo funcionamiento. En este caso, se debe evitar adquirir un mosaico de marcas que complicarían el mantenimiento de esa maquinaria y esos equipos; existen marcas y modelos de tractores, sembradoras y otros equipos de tradición en nuestros campos, conocidos por los agricultores, a los cuales se les debería dar prioridad. En el país tenemos malas experiencias con maquinarias y equipos importados, especialmente de países de Europa Oriental y de China, de calidad dudosa y que han sido abandonados sin apoyo de servicios y repuestos una vez que se compran. Esto ha generado verdaderos cementerios de estos aparatos con los consecuentes problemas para los agricultores.

-Evaluar las fábricas y ensambladoras locales y decidir sobre la conveniencia de apoyarlas financieramente, para que reinicien o continúen con mayor capacidad, hacia la producción de estos bienes tan necesarios en el campo agrícola. Convenir con ellos para que fabriquen lo necesario y de acuerdo a las normas de calidad correspondiente, de tal manera que no sea necesario aplicar el requisito de No Producción Nacional para otorgar permisos de importación.

-Estudiar la posibilidad de estructurar empresas de servicio de mecanización agrícola, tan útiles en las actividades del campo, a través de asociaciones de productores o particulares, con apoyo financiero suficiente para que puedan prestar un servicio oportuno y de calidad.


Pedro Raúl Solórzano Peraza.
Diciembre de 2018.




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